27 noviembre, 2008

ORLANDO: REVIEW DE DISNEY'S EPCOT (1 de 2)



Epcot es, como os contaba, dos parques en uno. De hecho, la zona de arriba abre más tarde que la de abajo. Su entrada ya apabulla..., con gigantescos bloques de cemento llenos de minúsculas placas de metal con caras grabadas. Se supone que son los rostros de familiares o implicados directos en el parque, bebés incluidos. Y esa bola..., qué decir de esa bola.

Las tiendas son de lo más sorprendentes. De hecho, hay hasta joyerías Disney..., con cosas como figuras de metacrilato al máximo detalle. O una sorprendente tienda con mogollón de bebidas refrescantes gratuitas. La gracia es que cada una es de un lugar del mundo diferente..., y puedes beber cuanto quieras..., sin remunerar nada. O The art of Disney, donde se reúnen obras maestras Disney (figuras de coleccionista, preciosos cuadros, etcétera) en una gran superficie y, con el cambio del dólar, a precios de risa. Yo compré algo de esta tienda pero en Downtown Disney..., ya os contaré.



Otra cosa que no os dije..., en todos los parques puedes llevar tus cascos, dejando una fianza (pero sin ningún coste), para entender en tu idioma todas las atracciones. Yo no los cogí porque son un engorro y más o menos me enteraba, pero vamos, que sepáis que tenéis esa opción.

Pero bueno, vamos al lío, que con éste especialmente me consta que lo estáis deseando..., por curiosidad:



Zona Future world:

Mission SPACE: la atracción más compleja a nivel infraestructural que yo he montado en mi vida. Eres un astronauta..., y vas a ir al espacio con tu tripulación para enfrentarte a unos meteoritos. Pero es que aquí no hay rollo tonto, no..., entras en una base espacial y te montas en un gigantesco (sin reparar en gastos) cohete. Y te dan tu función (hay copiloto, coronel, etcétera)..., y te dirán cuándo tienes que apretar al botón o cuándo tienes que hacer un giro (aunque me di cuenta que luego está programado..., PERO ESTÁ TAN BIEN ILUMINADO E INTEGRADO QUE TE LO CREES). Hay un vuelo más tranquilo y un vuelo más fuerte..., cogí el fuerte..., y vaya tela, amigos. Tienes tu despegue (la cara se te pone para detrás), tus quiebros, tu aventura (por supuesto) y, lo más increíble: TIENES TU PÉRDIDA DE GRAVEDAD. Sí, lo que oís..., hubo un momento en que mi mano se iba a donde le daba la gana. Ya sólo por montar en esta atracción hubiera pagado la entrada del parque. Todo presentado por Gary Sinise antes de montar en el cohete..., y con su voz. De veras que es algo definitivamente deslumbrante. Eso sí, sales tocado y mareado..., pero es que en un viaje de ésos te ocurriría lo mismo. Imprescindible, claro. Al salir tienes otra pequeña atracción interactiva llamada Advanced Training Lab. Se trata de pequeños juegos donde puedes hacer carreras o donde puedes comandar o radiar varios vuelos. Yo éstas me las saltaba, aunque sólo pasear por ellas ya resultaba genial (en ésta en concreto veías la típica base de las pelis USA con tu plano gigante del mundo, entre otras cosas)



Universe of Energy: otra de esas atracciones de cátedra. Está presentada e integrada por Ellen Degeneres y Jamie Lee Curtis. Un cine, gigantesco. Con una proyección tremenda y fascinante que te rodea y se hace interactiva entre ella misma. En Epcot, que no os lo he contado..., están todas las proyecciones que existen del mundo (incluido a nivel físico o sensorial). A partir de aquí, veréis como cada proyección es un mundo. Ésta era una de 180 grados donde Ellen Degeneres se mete en una máquina del tiempo..., rodada en cine, por supuesto. Pero atención, amigos..., agarraos..., cuando se mete en la máquina del tiempo llega un momento que se va al jurásico y, PAM..., las butacas empiezan a moverse (tal cual) y te empiezas a meter por debajo de la pantalla y, PUM, tú también te vas al jurásico..., en un viaje por túneles donde los dinosaurios..., en silueta o con acabados excepcionales, te rodearán por completo (es tranquilo, sólo para que te deleites). Los problemas vienen para Ellen Degeneres y para un colega con el que va en el viaje. Porque sí, por supuesto, también están ahí dentro..., en unos perfectamente acabados animatronics. Después de la vuelta, regresas al cine y la proyección continúa, hasta terminar. Dura 45 minutos (15 de recorrido). Aquí es todo así..., y es que este parque tiene la virtud de no tener atracción al pedo y todas muy complejas.



Spaceship Earth: bueno, ésta es la famosa bola de la entrada y es de las más bonitas y educativas que yo degusté. Te montas en unos coches que recorren toda la bola, de arriba a abajo..., y te pasean por cuatro decenas de decorados que te explican lo que fue la comunicación..., desde las pinturas rupestres hasta el futuro. Animatronics, de nuevo, con un acabado escalofriante..., y todo con una iluminación tenue para que no veas ningún tipo de cables o acabados mecánicos, metiéndote por completo. El programa de movimiento gestual de cada muñeco es eterno y muy detallado..., así que jamás se repetirá una acción mientras tú pases por al lado en el coche. Los decorados, conseguidísimos. Son tantos y tan grandes que no haría justicia reseñando ninguno. El coche lleva una pantallita que te va explicando y tenía la opción de español. El único fallo técnico que yo viví en un parque fue en esta atracción, por la cantidad de gente acumula..., pero encima, era uno de mis fallos soñados: ME QUEDÉ CON EL COCHE PARADO 15 MINUTOS ENTRE LOS MUÑECOS MÓVILES. Jajajajaj, es una de esas cosas que siempre quieres que te pasen y temes de niño. Para rematar, algo realmente increíble..., te hacen una encuesta para que tú digas qué te interesa del futuro, en la pantalla táctil del coche. Bien, pues cuando te van bajando de la bola, de espaldas (y a oscuras..., y con todo el cielo lleno de estrellas), apareces tú con tu acompañante, a lo South Park (te han hecho foto sin que te cosques, a tu rostro) en el futuro que prefieres. Desternillante... las fotos ésas que se ven tan poco, que he puesto, son de la actividad en cuestión. Imaginaos.



Test track: otra con un acabado alarmante. En la cola, eterna, ya lo ves..., vas a hacer de crash test dummy. Sí, lo que oís..., te meten en una nave gigante y te meten en un test para la probatura de un coche, haciendo de crash test dummy. Golpes, velocidad infinita sin avisar, frenazos, derrapes, etcétera, etcétera. Muy larga, divertida y con su puntito de acojone. De las mejores (aunque en este parque es complicado decantarse).



Innoventions: dos naves gigantes llenas de juegos educativos, interactivos, pequeñas atracciones y enfoque futurista. Disfrutable a todos los niveles y con varios monitores-animadores por objeto. Muy divulgativa, cultural y divertida, con un concepto muy interesante del futuro del ocio.

Epcot character spot: pabellón para reunirte con algunos de tus personajes favoritos, con el vestuario y acabado habitual. Música, autógrafos, fotos y demás etcétera.



The seas with nemo and friends: Con un espectacular recibimento en el exterior, donde tienes un rompeolas de roca, agua que aparece cada dos minutos cual mar empapante y las gaviotas moviéndose y emitiendo los ruidos de la película..., éste Nemo es una atracción que principalmente basa su ingenio en plasmas conectados y camuflados. En la cola, con hologramas y proyecciones, te vas introduciendo bajo el mar y cada dos por tres, a tu lado (en pedazos de mar (agua real) con retroproyección interior), aparecerá Nemo paseando. Imagínense los niños en esta tesitura, claro. La atracción es muy divertida y amena..., se trata de un paseo bajo el mar por conchas (asientos que las simulan), que te transportan a todo el mundo de Nemo y compañía. No son animatronics, son retroproyecciones y hologramas que te van siguiendo según va avanzando el coche (y hablándote). La novedad es que el recorrido es de lado, no de frente (y en dicho lado tienes todo el mar). También está muy bien atrezzada (con decorado físico). Recomendable.



Turtle talk with crush: ESPECTACULAR acuario que simula con peces reales todo el mundo de Nemo. En algunas zonas, también tienes para hacerte divertidas fotos (la de la cabeza dentro del tiburón villano es impagable). Dos plantas, brutal diversidad de animales marinos y exhibiciones como una que disfruté, donde un hombre buzo metido en uno de esos tubos acuáticos ofrecía características del submarinismo y tenía un potente feedback con los niños.

The land. Living with the land. Paseo divulgativo en barca, para todas las edades, que te enseña el futuro del cultivo, la naturaleza y recolección de alimentos. Lo colosal del asunto es que pasas por laboratorios reales donde hay gente trabajando de verdad. Hay zonas donde trabajan robots y es una atracción donde se experimenta, oficialmente, con este tipo de movimiento.



Soarin. Otra de las obras maestras disney donde te montas en un aladelta (con asiento) y VUELAS. No, no miento. Repito, VUELAS. Un sistema de proyección gigante (incluso por el suelo) te hace ir volando por los lugares más espectaculares del mundo. En algunos planos tienes incluso odorama (el que se os quedará para toda la vida será el del olor a naranjas) y durante toda la atracción sentirás el aire del vuelo en tu cara, graduado según la intensidad. Por supuesto, la mecánica del asiento es móvil, sube o baja (o panoramiza) y va acorde con lo que experimentas. Una gozada de brutales y lógicas colas.



Imagination! Journey Into Imagination with fightment: durante una imaginativa cola que simula, con siluetas y decorados reales, películas como Cariño, he encogido a los niños o flubber..., la atracción es un recorrido en coche por los mundos de la imaginación. Veréis sorprendentes cosas en la que usarán vuestra vista, tacto, olfato, gusto y oído. Muy creativa, con alguna sorpresa que asusta (atención a esos olores y ese juego visual donde desaparecen cosas ante nuestros ojos, sin truco pillable) y una trayectoria bastante larga. Son usadas también algunas franquicias USA de cartoon que a mí se me escapaban, pero allí son referente. En cualquier caso, disfrutable.







Honey, I Shrunk the audience: brutal experimento 3d donde asistimos a una entrega de premios, como público, en la que Szalinski nos encoge. La gracia está en que cuando nos reduce quedamos en una cajita y la propia sala parece tal. Rodado para la ocasión, con el reparto original y un juego de actores reales que se mezclan con la película haciendo imposible saber dónde acaba la imagen y donde empieza la carne y el hueso. Juegan con el tacto de nuestros pies (nos sueltan ratas accidentalmente y parece que están bajo el asiento), con nuestra paciencia (el perro nos estornuda encima y nos pone empapados) y tiene un sistema que hace parecer que no hay pantalla, sino que estás en la entrega de premios. El sistema está en que, por propio guión, nosotros somos el público del evento y el 3d, al tener una pantalla gigantesca, hace el resto. Con, repito, la ayuda del reparto real de la atracción y todo el juego que os narro.., por no contar del despliegue de iluminación simultáneo con la proyección. Y cosas que se me olvidarán. De pirados.

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