Amigos, se me olvidó comentaros una atracción de Disney's MGM Studios:
One man, One dream: Se trata de un museo dedicado a Walt Disney y a todos sus proyectos. Gigante, modélico y realmente valioso. Podréis ver hasta su mismísimo pupitre (con sus iniciales) y su despacho tal cual (el real). Infinidad de maquetas de sus diseños, animaciones de cartón de prueba y mogollón de detalles personales que hacen de éste el museo de Disney más valioso del mundo. Al final termina la travesía con un interesante mediometraje sobre el autor, a disfrutar en una bonita y clásica sala de cine.
Imprescindible.
En cuanto a Epcot, es un parque GIGANTESCO. Corras lo que corras o vayas como vayas, no te quita los dos días completos nadie. Con niños, ponle tres.
Epcot es el parque futurista que diseñó Walt Disney y que, desgraciadamente, no llegó a ver acabado. Y, sí, es el de la gigantesca bola poligonal en medio (que es una atracción que luego trataremos).
Personalmente, me deja exhausto la tecnología e infraestructura de este lugar. La primera parte del parque, en la entrada (un gigantesco parque ya en sí) es la que trata el mundo del futuro, la comunicación y la tecnología punta. REsulta sorprendete cómo se cruzan los muchos aciertos futuristas que tuvo el equipo de Walt con la nostalgia retro. Una estética e ideas deliciosas, de veras. Y las atracciones, cada una un monstruo en sí.
La segunda parte, que rodea al gigantesco lago (y a su lado derecho nos conecta, por otro lago, con un ferry que nos lleva a Disney's MGM Studios), es una réplica exacta del ambiente y lugares más representativos de un puñado de países en constante crecimiento (España podría estar en proyecto). Cada país, con su atracción pertinente..., por supuesto.
Es el parque más adulto pero, también, el más lúdico de cara a un niño..., de un enriquecimiento espasmódico.
Vamos a pasar a tratar el complejo en los dos siguientes artículos, atracción a atracción.
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