30 enero, 2009

AQUATICA



Bueno, amigos, vamos con el primer acuático de los dos que fui. Éste es de Seaworld y lo estrené, ya que llevaba abierto días. Los acuáticos allí no distan tanto de los de aquí en cuanto a infraestructura (hostelería, marketing sencillo, etcétera), pero tienen atracciones indudablemente más espectaculares, limpias, mejor seguridad (enormes negros con gafas de sol) y un concepto de la diversión mucho más amplio.



Éste, al ser Seaworld, hace honor a su política. Ambientación minimalista y de líneas rectas, englobada en lo tropical (y en lo que a su fauna/flora se refiere) y con una música que oímos, generalmente original, de lo más relajante. Los acuáticos se pueden ver en un día, no son tan grandes (porque no lo necesitan, ya que acabas reventado) y están ubicados en plena ciudad (de hecho, el día que llegamos veíamos las altas atracciones desde sus pueblerinas calles y sus enormes colas atravesando las escaleras). Este Aquatica tiene las dosis exactas para completar y contentar a todo el mundo..., Universal ya se pasa al lado salvaje (ya llegaremos, pero Universal es bastante salvaje con todo, en general).



Y bueno, ya sabéis lo que implica un acuático en general, pero aquí al menos tenemos la suerte de que las colas, pese a ser aburridas (lógicamente, no hay tematización, aunque son exteriores y el ir subiendo y viendo Orlando/parques ubicados en su ciudad/acuático completo tiene su aquél.), van bastante rápido (aunque repito que son mucho más incómodas, porque el concepto es el mismo: calor, llevar en algunas enorme colchoneta, etcétera). Un acuático es el sitio perfecto para darte cuenta de que envejeces.

Pasamos ahora a la definición de las atracciones:



ANIMAL HABITATS:

Commerson's Dolphin Exhibit: piscina llena de delfines y crías de orca para observar desde el exterior. Uno de los toboganes tubos (luego os diré cuál) atraviesa esta piscina por debajo del agua y cuando te tiras pasas al lado de ellos.

Fish Grotto: gruta con un acuario gigante lleno de peces y con vistas acuáticas a la piscina de la atracción anterior. La gracia está en que el tubo que os comentaba en el anterior párrafo atraviesa por debajo del agua y desde aquí puedes ver a la gente pasar (tenéis foto).




ATRACTIONS

Dolphin Plungue: La atracción estrella del parque. Tubo muy estrecho (tobogán) que acaba pasándote por debajo del agua, en una piscina llena de delfines, crías de orca y peces (la gente puede verte). Tubos de varios colores y con diferentes recorridos cada uno, contiene probablemente la mayor velocidad que exista en este tipo de atracciones (llega un momento, si levantas el culo bien levantado, que pierdes hasta la noción de todo). Grandes caídas (hay una de locos) y curvas piradas. Sobresaliente. Se accede a la atracción por un bonito puente de madera (hay muchos por el parque, ambientales).

Tassie's Twisters: Una atracción que está pensada por un demonio de diseñador. Se trata de una caída que te pasa por una gigante. Sí, olla (con su agua a presión y llena de humo), pero es que cuando entras en ella a esas velocidades te tiras dando vueltas en su interior un buen rato..., para luego caer por su agujero central. Es con flotador y tiene dos recorridos (dos ollas).



Loggerhead Lane: El clásico recorrido exterior y acuático con flotador empujado por una pequeña fuerza motora. Relajante..., y pasas por debajo de la atracción anterior. Cataratas bastante célebres y muy útil cuando estás algo cansado.

Roa's Rapids: ESPECTACULAR. Como la anterior pero A LO BESTIA..., y esta vez vas con chaleco salvavidas, con lo cual la movilidad es total. Muy rápida, puedes elegir tu camino y el recorrido es gigantesco. Los chorros a presión harán las delicias de cualquiera.



Wallhalla Wave: Atracción de colchoneta, donde te tiras con tres más (o menos, si tu pareja es una). Es un tobogan GIGANTESCO y muy alto, que tiene recorrido en parte exterior, con curvas y en parte completamente a oscuras. Divertidísima, con mucha seguridad y muy veloz.

HooRoo Run: Éste sale de la misma torre de el anterior, puedes elegir. Tobogán recto MUY empinado (la primera caída VUELAS), que tiene diversos tramos rectos (para pivotar más). Con colchoneta, pueden ir hasta 4.

Walkabout Waters: la zona acuática de juegos más bonita, completa, heavy y divertida en la que he estado nunca. Se trata de muchos toboganes, cubos gigantes que se llenas constantemente y sueltan, cada rato, toneladas de agua entre sus víctimas, puentes colgantes y un largo etcétera que, palabra, no decepcionará a nadie. A pie, lógicamente..., y con varios pisos.





Taumata Racer: Las clásicas carreras entre cuatro pero, atención, esta vez vas BOCA ABAJO y mirando al frente (algo así como LO QUE NUNCA TE DEJARON HACER TUS PADRES). Gran velocidad, comienza con tubos, curvas y caída..., para luego acabar en el exterior (una recta larga).

Kata's Kookaburra Cove: Zona infantil acuática, con pequeños toboganes y juegos varios. Completista de adulto, imprescindible de niño.

Cutback Cove: Un paraje artificial entre montañas de cartón piedra (muy logradas) que cada cierto tiempo se convierte en piscina de olas. Tiene una falsa cueva al fondo.







Big Surf Shores: lo mismo que el anterior, pero con olas más altas. TODO el exterior es una playa artificial logradísima (tenéis foto), con arena real exportada.

Whanau Way: Tobogán largo, con zona exterior y tubo interior y con muchas curvas. Muy empinado y con colchoneta individual. De diseño colorido (como todo el parque).

Bueno, y en la siguiente vamos con Wet'n Wild, la salvajada acuática de Universal (no hay tematización, ojo, simplemente les pertenece).

13 enero, 2009

EL SEAWORLD DE ORLANDO II



Desde el mismísimo plano del parque ya se ve que Seaworld vende otra cosa. Dicho plano es austero, de papel cartón y con información bastante difusa y mal maquetada. Otra historia.

Siguiendo con lo de ayer, pasamos al Atlantis bayside stadium..., una espectacular grada que da al mismísimo lago para que disfrutemos el Bayside Ski Jam..., un espectáculo conducido siempre por grupos jóvenes funky conocidos (ignoro el nombre de los que me tocó, pero eran muy populacho) que trata de LOCURAS en motos acuáticas, saltos imposibles desde muchos metros y un festín genial de tropelías con especialistas. El público enloquecía constantemente y la grada, en genial previsión (porque llovió) tiene techo. La bandera USA al fondo...




Se puede ir, por puro completismo (como fui yo) a un espectáculo infantil en Seaport theater (donde vimos el espectáculo de mascotas), pero os aseguro que es de corte muy, muy púber (de hecho, es el que ha venido a España estos días. Parecido). Se trata de Elmo and Abby's Treasure Hunt y son poco más que bailes y cánticos demasiado sencillos. Los niños lo flipan, claro...

Luego está la zona Clydesdale Hamlet (donde dan exquisita cerveza fría gratis, cuanta quieras). Esta zona también tiene el Anheuser-Busch Hospitality Center, que es un sitio donde se reune el marketing de la zona. Se trata de un rancho gigante de caballos, donde por horas les puedes ver pasear incluso. Los animales son espectaculares y el rancho parece sacado de una Casa de la Pradera actualizada. Su paseo es exquisito, con lagos muy bellos alrededor.



Una cosa que ocupa casi un cuarto de parque es el espectáculo más colosal que mis ojos han visto jamás. Es el Shamu stadium, donde se disfruta del show de las orcas y donde no cabe ni un solo alfiler, por regla general (y el aforo es una cosa descomunal, eh). Hay dos shows aquí, uno por la mañana y otro por la noche. Tenemos un estadio gigante con piscina enorme y plasma hd de eternas pulgadas en medio, acuario al lado que conecta con el fondo acuático (para ver a los animales de cerca, su nombre es The Cove) y una increíble zona ajardinada, con figuras del Shamu, etcétera.



Los dos espectáculos, a cual mejor, son los siguientes:

Diurno: Believe. Bien, este es un espectáculo de sincronización con la orca, saltos poéticos, música de balada y una interactividad con el público impensable. Las decenas de cuidadores instan a todo el público para que den palmas al ritmo de la música..., las orcas cogen carrerilla y empiezan a palmear con su cola el agua varias veces y por todo el estadio, produciendo olas de seis metros que EMPAPAN decenas de filas del público...CON AGUA POLAR. No se cortan, aquí no hay papel de fumar. Podéis imaginaros la reacción de la gente (siempre buena, pero anonadada). La orca llega un momento que sale del agua, se posa en la orilla y saluda. Es una cosa francamente imprescindible.

Nocturno: Shamu Rocks. Brutal. Antes de empezar el show, en su espera (ninguna aburrida), varios cámaras hd enfocan al miembros del público, en directo, para que salgan gigantescos en el plasma. La música está a tope y suelen ser temas muy marchosos, así que imaginaos lo que vemos: niños bailando, amas de casa desfasadas y todo tipo de fauna. Pero es que aman la cámara y la cámara a ellos..., aquí no hay cobardías visuales. Todo un espectáculo ofrecido por el propio espectador. Por otro lado, este show en su propuesta es increíble, porque se acabó el lirismo: música cañera a saco y Shamu(s) bailando cañero(s) Con sus salpicadas, por supuesto (y de noche, sin sol). Un colofón final para el parque, antes del show de clausura, que con lo que tenemos de por sí y la/el iluminación/sonido aportada/o se vuelve a convertir, de nuevo, en un must see total de Orlando. Y con lo de Orlando me quedo corto.



Ayer os mentí..., Seaworld no tiene tres parques en Orlando, tiene 4. 3 visité y os contaré, pero uno no pude: Discovery Cove. Es ese famoso que atraviesas el parque buceando y el mismo es una especie de isla marina gigante. Puedes tocar todos los animales y vas con guía. Es caro, pero debe merecer la pena..., lo que pasa es que tiene hasta lista de espera y es cosa ya (por gastos y tiempo) de un segundo viaje (o no, según cada cuál).

Wild Artic: espectacular atracción, que simula un vuelo en helicóptero (muy bien recreado de movimientos, no me imagino nada tan parecido) con pantalla gigante (los planos generales más conseguidos que los detalles) y en una cabina donde caben unas 30 personas. Hay bandazos, te golpea el aire, a veces coges velocidad/altitud y se siente el frío, porque se supone que te llevan a una estación polar LOGRADÍSIMA. Muy grande (también se puede entrar a ella en pie, para quien tenga miedo del simulador), con nieve y hielo reales y todo tipo de fauna del ártico, con vistas a un falso exterior del polo. Tienes hasta osos polares desarrollados y tematización que te hace olvidarte de que todo ha sido una simulación. Y un frío, subrayo, muy de agradecer. Es un hangar de muchos metros donde todo sucede y te aislas por completo. Muy recomendable.



Shamu's happy Harbor: preciosa zona infantil, donde varias atracciones como pequeñas montañas rusas, bonitos carrouseles y ofertas acuáticas harán las delicias de los más pequeños..., y de algún grande. El Shamu tematiza toda la zona (ya os dije que lo rentabilizaban, pero es que no me extraña) y bonitas instantáneas salen de aquí.



Y ahora llegamos al Nautilus Theather, donde vemos el bellísimo espectáculo llamado Odyssea, que se trata de un hombre perdido por el mar, puro showman, mezclándose o huyendo de todo lo inimaginable del entorno. Es espectáculo en vivo, claro..., y todos los elementos del mar están conducidos por humanos (o disfrazados, directamente). Buena coordinación, genial el hecho de que el protagonista sea el que anima al público antes del empiece y todo tipo de acrobacias y delirios visuales para la retina. Teatro gigante (que se suele llenar) y una buena opción para desconectar de Disney.

Y desembocamos en el Shark Encounter, posiblemente uno de los acuarios más grande del mundo y lugar donde los tiburones prácticamente te besan. Mucho tunel acuático, gigantescas peceras y todo tipo de animales marinos inéditos para gozar. Largo, muy largo..., y una rematada maravilla.



Sea Lion and Otter Stadium: un pomposo y divertido teatro con tematización pirata (barco gigante, réplica exacta) donde se dan los siguientes espectáculos:
-Clyde and Seamore Take Pirate Island: divertido show con varias especies de focas y leones marinos donde los actores hacen de afables piratas.
-Sea Lions Tonite: los mismos elementos que la anterior pero con un fin diferente: parodiar todo el ambiente Seaworld. Muy buena idea, pero uno de los dos espectáculos podría ser perfectamente completista.

Pacific Point Preserve: leones marinos a pie de calle con su demás fauna y flora amiga. Se les puede dar de comer y es un sitio perfecto para una pausa inteligente.



Kraken: una montaña rusa que consiguió, hasta no hace mucho, tener el récord de ser la coaster más larga del mundo. Se supone que es una serpiente y tu coche te hará pasar por su lomo, que por supuesto tiene todo tipo de curvas, loopings, giros y demás esquizofrenias. Tematización suficiente y una seguridad tan sumamente óptima que es casi imposible que te dé miedo, ya que es una de las más estables que tenemos. Mi mujer en Universal lloró en más de una..., y aquí disfrutó de lo lindo. No se puede perder por mariconadas, hombre...

Xtreme Zone: pared tematizada para escalar, saltar y demás etcétera. Cuesta pasta y necesita reserva, así que...

Penguin Encounter: impactante hangar que recrea amaneceres y anocheceres según los pinguinos lo necesiten (y se puede acudir a los mismos). Recreación cubierta del polo francamente notable y pinguinos con familias animales y vegetales a granel, en otro de los contextos Seaworld donde hay que acudir a cualquier precio.



Journey to Atlantis: ESPECTACULAR montaña rusa de agua con 3 o 4 bajadas bastante salvajes y una velocidad de lo más respetable. La tematización interior recrea la ciudad perdida de Atlantis pero, obviamente, no son Disney ni Universal (aunque roben la música de Bitelchus). Con todo, no hay de qué preocuparse, la gracia de esta coaster acuática es su loco y largo trayecto. En la parte exterior, serás la instantánea de mucha gente (hay alguna foto por ahí que robé).

Whale and Dolphin Teather: Blue Horizons es el show que aquí disfrutamos, con delfines de protagonistas y acróbatas francamente arriesgados. Recordar cualquier otro espectáculo de delfines le ayudará mucho, pero es que por sí solo no te dejará cerrar los ojos. Lo bueno de esta gente es que vas a ver un espectáculo de delfines y no sólo te ofrecen una cima de los mismos, sino que encima te encuentras a actores y a acróbatas estupendos, dando lo mejor de sí.

Manatee Rescue/Alligators: entorno natural con los animales muy cerca, donde da bastante escalofrío mirar a los ojos a estos cocodrilos o a las impresionantes "morsas gigantes". Los primeros están, obviamente, en una especie de selva exterior y los segundos en el hangar interior. El acuario de los Manatee parece que se va a derrumbar ante tu vista, ya que hablamos de muchos cientos de kilos. Algo mágico.

Dolphing Cove/Underwater Viewing/Dolphing Feeding Área/Key West at Seaworld: paraíso de delfines donde incluso, por pocos dólares, podrás darles de comer y tocarles (recomendado). Puedes verlos bajo el agua, encima e incluso si tienes suerte, por el áire. Muchos metros de boquiabiertos.

Turtle Point: Isla llena de tortugas, galápagos y derivados (los hay sorprendentemente grandes). Otra de esas astutas pausas.

Y con esto terminamos un agotador (en el buen sentido) parque. Pero necesitamos un chapuzón, así que vamos la próxima semana con los dos acuáticos a los que asistí.

Ahora os pongo las fotos finales.

El SEAWORLD DE ORLANDO I



Bueno, se entera uno de que va a ser padre y deja sus obligaciones. Hay que ver.

Diciendo esta calzoncillada entramos directamente en Seaworld. Y es que Seaworld es gorda, ¿eh? Seaworld tiene tres parques en Orlando y alguno más por el mundo..., o sea, iguala casi a Disney y supera a Universal. Lo que pasa es que va un poquito menos de gente (no mucha) porque no le avalan tanto merchadising. Pero da igual, es imprescindible..., aunque haga menos ruido.



El parque está en el mismo Orlando y desde que entras te das cuenta de lo obvio: esto no es lo mismo. Pero no lo digo en el mal sentido, sino en la tranquilidad que se percibe. No sé cómo lo hacen, pero consigues que te sientas como en una isla..., con una tranquilidad y placidez absoluta. No sólo por su increíble vegetación y sus animales tranquilos..., sino por la actitud de sus asistentes, que saben que esto no va a ser un gigantesco grito yankee (de hecho, al abrir el parque suena el himno y todo el mundo se queda congelado, con la mano en el pecho y mirando al cielo. Tuvimos que dejar de andar porque las miradas mataban)..., sino el zoo más importante del mundo sobre animales marinos..., tematizado con el mar. Además, es la fundación más cara que existe sobre ayuda a estos animales. Más cara e importante, entiéndase. Es decir, en Seaworld recorres, no corres. Miras, no ves.



Aprovecho también para decir que todos los parques tienen pequeñas duchas de agua pulverizada, que no empapa pero refresca. No son exactamente duchas, pero sí tubos de metal (a veces tematizados) de lo más adecuados para pernoctar calor..., aunque luego vuelvas a la cruda realidad. Creo que esto no lo había contado.

Seaworld tiene todo al lado, con lo cual eliminas los largos paseos. Aún así, es muy grande..., y tiene un sinfín de espectáculos..., casi a cada momento..., con lo cual tendrás que verlo en un día sin niños y en dos con niños.



Franquicias agregadas, pues Sésame Street. Es lo único que tienen y saben explotarlo. Todos los monigotes de Barrio Sésamo están para ti y los tienes en servicio..., con espectáculo, desayunos, etcétera. Pero vamos, no saturan..., aquí lo importante son los animales.



Desde que entras tienes un enorme faro (falso) con una bonita isla y piedras artificiales. Animales por encima empiezan a tematizar (no hay animatronics, pero prima el realismo). La mascota, el icono y la imagen del parque es el Shamu (la orca). Es lo más vendido de allí y no me extraña, ya os diré por qué. El monigote está por todos sitios y, por supuesto, en la puerta...y la gente espera cola (os adjunto chorrafoto). Los restaurantes, tienen pelín más de calidad y tematización la justa..., pero por supuesto, no se come bien. Aunque repito y redundo, esto es casi un parque cultural. Tiene mucha diversión, pero aquí lo que prima es que los ojos se te queden como platos viendo animales marinos.

Las tiendas, pues venden mucho muñeco de animal, collares de piedras reales (y no reales) y demás etcétera. Todo muy chulo, con el problema del cliente pasivo que no entra si no conoce lo que se vende..., pero no va a la zaga en cuanto a calidades. Menos ventas, por supuesto.



El parque rodea a un enorme y gigantesco lago con puente (cruzándolo te sientes un mosquito). En dicho lago se cierra el parque con el espectáculo The Waterfront. Se trata de un show de agua, fuentes, luces y demás etcétera..., algo así como el de Disney's Epcot pero con menos gracia (y ya ése no me parecía de los mejores). Si vienes a pelo y éste es tu primer parque, se te quedará la boca abierta..., pero yo ya venía de Disney y me supo a poco.



Tienes varias opciones muy originales en varios restaurantes, pagando un extra. Puedes comer en acuarios que dan a la orca gigante (a tiro de piedra) o entre festivales de la Polinesia, entre otras cosas. Actividades diferentes y bastante enriquecedoras, sobre todo si vas con niños. Otro rollo.



En medio del lago también tienes la Sky Tower..., gigantesca torre donde puedes subir y tener unas vistas impresionantes..., pero COBRAN POR ELLO, así que me pareció una desfachatez y no accedí. Con todo, tienes que reservar si quieres disfrutarla.



Lo primero con lo que te cruzas es el Seaport theater, un teatro protagonizado con animales en un decorado que simula casas típicas de una pequeña villa americana. Es rematadamente acojonante: perros, gatos, pajaros y hasta un cerdo protagonizan gags corales que harán las delicias de cualquiera. No puedes ni moverte de ver el trabajo animal y humano que lleva aquello. Y muchísimas risas, con un tremendo feedback con el público.



Luego llegas a Paddle boats, barcas con forma de Flamenco rosa que te pasean por todo el lago..., llegas y TE COBRAN..., así que también los mandé al carajo.



Pero al lado tienes Oyster's Secret, que aunque no compres, lo puedes gozar de mala manera. Se trata de comprar, en un enorme acuario exterior, la perla que te dé la gana cuando todavía está en la ostra. Tú la eliges y el buzo (o la buza, jua) te la coge para ti. Normalmente los compradores mandan a los hijos, que no tienen más que señalarla y esperar a ver cómo la coge..., boquiabiertos. Una gran idea y un interesante espectáculo. No son baratas, por supuesto..., pero la tienda que lo organiza tiene verdaderas lindezas en bisutería marina (real e irreal).






Pero os queda por leer mucho en la siguiente entrega. Esto no ha hecho más que presentarse.

12 enero, 2009