30 octubre, 2006

Críticas Instantáneas: "Casa" (Manuel Sánchez Muñoz, 2006)



Para hablar del cortometraje que hoy nos ocupa habría que hablar de su realizador y guionista: Manuel Sánchez Muñoz; que bien seguro alguno conocerá por ser guitarrista del mítico grupo Los Punsetes, pero que desconocerá totalmente su labor como cineasta. Para poner fin a ello, consideramos oportuno una breve introducción: Manuel Sánchez nació en Ávila y se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid y se diplomó en Producción Audiovisual en la ECAM; en la facultad conoce a César Velasco Broca con el colabora habitualmente ya sea de músico en "Footsy", director de producción en "Las aventuras galácticas de Jaime de Funes y Arancha", y es la voz que oímos al inicio tanto de "Der Milchshorf [La Costra Láctea]" como de "Kinky Hoodoo Voodoo: Saturno al final del verano", además de haber sido ayudante de dirección en el cortometraje aún por estrenar "Avant Pétalos Grillados". Tambien editó la pieza en super 8 "Pluto", que se incluye en el DVD de "Casa" junto con el perturbador making of de Velasco Broca.


César Velasco y Manuel Sánchez en el rodaje de "Avant pétalos grillados"

Centrandonos ya en el corto, el director asume que se trata de una pieza simple en plateamiento, pero por ello mismo, precisa en todos los sentidos. La obra costó 5000 euros, bien invertidos y visibles, y fue rodada en HD en dos días en un casa de Galapagar (Madrid). En la realización del mismo destaca el sonido de Roberto Fernández (de los cortometrajes de Velasco asi como uno de los puntos fuertes de "Choque" de Nacho Vigalondo), la fría y hermética fotografía de Isabel Ruiz (tambien en el inédito "Avant Pétalos Grillados"), Jorge García (tambien en "Choque" y guitarrista de Los Punsetes) o la postproducción de Jorge Torrens.


Ya pasando a aspectos más artísticos, el cortometraje de Manuel Sánchez narra un brevísimo cuento de terror que adolece de un gran fallo: el primer visionado, por norma general, y si este se incluye entre la cantidad de cortometrajes ombliguistas que pueblan los festivales, resulta frío y anodino, hasta un tanto indiferente. Pero sería injusto tratarlo así, ya que el que dijo que la primera impresión es la que cuenta se ha perdido cosas muy buenas en esta vida, un segundo o incluso tercer visionado nos revela que aqui hay mucho que rascar, y esos visionados son factibles gracias a la principal virtud y defecto de la obra: su brevedad. Asi es, sus escasos 6 minutos son lo más sorprendente de todo el conjunto, y es que choca que en un mercado donde se suelen sobrepasar el cuarto de hora sin dificultad para contar historias alargadas por simple capricho. Y es que el leit motiv del cortometraje radica en una extrema y aplastante simpleza, de ahí que se suela infravalorar su realización, pues tenemos la costumbre de menospreciar aquello que nos resulta "fácil" y luego nos damos cuenta de que lo que a primera vista parece lo más sencillo es lo más dificil de conseguir; el otro punto fuerte es, como ya hemos resaltado, su reducido tamaño, prescindiendo así de elementos innecesarios y cerrando el que cierto realizador en una conversación privada calificó, muy acertadamente, como "haiku de terror".



Pero su escaso metraje juega tambien en su contra, dejandonos poco tiempo para entrar lo suficientemente en la historia como para simpatizar del todo con los dos únicos personajes, excelentemente bien interpretados por la notable Marta Berenguer y la sorprendentemente correcta Tatiana Martínez, pero sobre todo, para sumergirnos adecuadamente en la historia, esa precipitación final es necesaria, pero tambien molesta para el espectador. Por otro lado, aunque el mecanismo funcione como un reloj, su realización clásica es otro de los apuntes que suelen gustar menos entre sus espectadores, y es con el paso del tiempo, el hacer las cosas "bien" parece no valer en algunos circuitos, que priman la originalidad por encima de la calidad; de todas formas, cualquier argumento en contra de este sistema se cae por su propio peso ante el aporte de los maniquíes, un hallazgo que puede pasar desapercibido pero que trasciende más allá del acierto narrativo/estilístico para pasar un plano sensitivo y emocional muy interesante y por desgracia, pocas veces explotado en el cine de género.



En definitiva se trata de una obra interesante y acertada en pretensiones, honesta dirían algunos, que consciente de sus limitaciones se cierra sobre si misma, algo que puede no gustar a la mayoría pero que es todo un acto de valentía en los tiempos que corren. Puede que no llegue a lo sobresaliente por una evidente falta de riesgo, pero mejor buen corto clásico en pantalla, que mal corto arriesgado en cajón. Se revela como uno de los mejores, si no el mejor, de la reciente edición de Fotogramas en Corto, algo que no es particularmente dificil hasta ahora, todo sea dicho.

by Henrique Lage

PRÓXIMAMENTE: Noche transarmónica con César Velasco Broca. Una entrevista, escrituras digitales y Echos de Büchrucken.

28 octubre, 2006

La respiración del film: cortos vs. largos (II)

PARTE II

En la primera parte de esta breve reflexión hablamos de cómo un buen cortometrajista podía fallar en su paso al largometraje debido a la gran diferencia, digamos métrico, rítmico, tonal o armónico según la teorización de Eisenstein, entre el cortometraje y el gran formato.



Pero también existe el otro extremo que es quizá aun más interesante. Lo ilustraremos con tres cineastas extraños, diametralmente opuestos en las formas pero con muchísimos puntos de tangencia temática y sobre todo: rítmica.

Comencemos:

David Lynch un día hizo un cuadro. Un cuadro que se movía. Un cuadro que era casi una película. Y así, este pintor que quería ser artista se interesó por la magia de repente y comenzó su función decadente. Ese cuadro, que después rehizo, se llamaba “Six men getting sick” (seis hombres poniéndose enfermos, 1966) y era un extraño producto “audiovisual” que se repetía durante algo mas de 5 minutos con extraños sonidos y formas.
Después de eso consiguió un pequeño presupuesto y rodó su primer cortometraje: “The alphabet” (el alfabeto, 1968).
Un corto oscuro, extraño, sin demasiado guión, que mezclaba técnicas de animación con canciones infantiles y una historia bastante tétrica de pesadillas infantiles.
Por último, hizo su cortometraje más elaborado (un mediometraje en realidad pues sobrepasa los 30 minutos de duración): “The grandmother” (la abuela, 1970).

Este corto comienza con una larga y maravillosa secuencia filmada en stop-motion y después continúa con una estética extrañamente teatral, situada sobre un fondo negro donde lo único imprescindible son los escasos muebles necesarios para interactuar y los actores que se nos presentan como figuras fantasmagóricas iluminadas con luz negra haciendo que brille su piel blanquecina.

Un ambiente familiar malsano impulsa a un pequeño niño a plantar unas semillas de las que crece una abuela en la que encontrará protección.

Este corto, excesivo en duración, partía de una premisa interesantemente surrealista que, en mi humilde opinión, fue ampliamente desaprovechada por Lynch que ya apuntaba maneras estéticas pero nada que se le acercara a una buena dirección o, como decíamos antes, una respiración correcta.
Aun así el corto mantenía por momentos la tensión y el suspense, elementos base que desarrollaría más tarde en su cine con la maestría del genio.



Entre medias de este último trabajo y el estreno de su opera prima medió otro pequeño cortometraje que realizó aprovechando unas pruebas de negativo que iba a hacer un amigo suyo que pretendía comparar dos marcas antes de decidirse por su compra. De esta forma Lynch aprovechó para realizar un cortometraje (por duplicado) con un guión escrito de un día para otro: The amputee (El/la amputado/a, 1974)
El nivel de este último es ampliamente superior al de los anteriores pero considero que no ilustra nuestro ejemplo pues lo realizó cuando ya llevaba tres años con su proyecto de “Eraserhead” (Cabeza Borradora) entre manos.

Así pues, una cortofilmografía extraña y paranoica, profundamente estética pero sin grandes alardes de nada, configuraba a este director como una figura más del panorama cinematográfico de los superabundantes años setenta. Década presidida por un lado por el gran cambio de Hollywood que forzaron los emergentes cineastas de las escuelas de cine cuando revolucionaron la industria y se hicieron con el control de sus películas (Coppola, Scorsesse, Lucas, De Niro, Beaty y una larga camarilla de amigos), y por el otro, por un entramado social subterráneo que se autodenominó “underground” y que aun en los setenta seguía elaborando obras artísticas controvertidas a un ritmo de producción casi industrial.

Pero Lynch, al margen de todo esto y una vez “aprendido el oficio”, demostró una vez más que el formato corto poco tiene que ver con el largo excepto en el concepto de imagen en movimiento.
Después de cinco años rodándola por la falta de presupuesto y diversos problemas, en 1977 David Lynch entregó (casi podríamos decir que vomitó) al mundo, la que es para muchos su mejor película y para algunos, entre los que me incluyo, uno de esos pocos films que han trascendido la cinematografía mundial y han llevado la imagen mucho más allá de la imagen.
El mundo contemplaba con las pupilas dilatas y la boca abierta la llegada del producto de una mente lucida y genial, enferma, extrema: “Eraserhead” (Cabeza Borradora, 1977).
Y aquí terminaremos el itinerario sobre este maravilloso autor pues es casi imposible hacer un comentario sobre “Cabeza Borradora” que pueda vivificar el espíritu de la película. Es pura poesía mesiánica de un pensamiento elevado. La Biblia de una estética y sobre todo: Prueba irrefutable que convertía a Lynch en maestro del cine aeróbico, un manifiesto rítmico sobre la respiración del film.

En la tercera entrega veremos el ejemplo de otro cineasta controvertido: Alejandro Amenábar.

PD: Se pueden encontrar todos los cortometrajes de David Lynch comentados por el propio director en la película “The short films of David Lynch” (2002) que se pueden adquirir en dvd en su página web oficial: www.davidlynch.com

by Nicolás Alcalá

PRÓXIMAMENTE: Zoom Radiático: En Clave de Rock también lucha por lo ineludible.

26 octubre, 2006

¡¡BANG!! ¡Comienza el NoTodoFilmFest!



Jim-Box ha conseguido la pole position con su bólido "Celuloide", un Porsche de última generación, con los últimos adelantos en ironía. Este piloto sabe muy bien cómo parodiar el mismísimo sarcasmo, acometiendo contra el propio festival y contra sí mismo para conseguir la aprobación de un espectador sediento de irreverencia. El coche, de una sola pieza, quema los neumáticos en cada punto de giro del circuito. El público, exaltado, se pone en pie sobre las gradas para contemplar a Magic Box (mote creado por su paisano Melendi) en su máxima potencia. Jim se reafirma como el rey indiscutible de la espontaneidad, una facultad fácilmente perdible con el tiempo, pero que el asturiano ha sabido mantener carrera tras carrera. Y su "Celuloide" no sólo ha demostrado NO ser el rey de la celulitis sino que ha realizado aquí una estupenda vuelta; lástima que haya sido descalificado del NoTodoGrandPrix por tratarse de un vehículo invitado, claro. Pero no tenemos de qué preocuparnos porque muchos otros Fórmula 1 están esperando en boxes, a punto para pisar el acelerador.. A TOPEEE!!

Con este post presentamos el Zoom Erótico como indiscutible blog no oficial de críticas para el NoTodoFilmFest. Y para artículos varios sobre el festival pueden dirigirse al blog ex profeso de Ahram: La Puerta de Atrás.





By Fran Estévez


PRÓXIMAMENTE: Críticas Instantáneas: "Casa" de Manuel Sánchez Muñoz.

25 octubre, 2006

La respiración del film: cortos vs. largos

PARTE I

La respiración de una película (es decir, su ritmo, su cadencia, su movimiento, su montaje...) es, en esencia, el alma de la película. La historia debe existir, las imágenes fascinantes pueden realzar enteros un film, las actuaciones han de acompañar al tono... Pero la realidad es que lo que determina la calidad de una película es su ritmo, su cadencia, su movimiento... Su lenguaje.
Una poesía en un idioma desconocido puede resultar igual de hermosa que la de un García Montero o un Oliverio Girondo por el mero hecho de tener un movimiento sinuoso y perturbador, erótico, animal.

Con las películas pasa igual. Lo que aquí pretendemos es analizar un extraño fenómeno: Por qué hay cineastas que se desenvuelven tan bien en las distancias cortas y son capaces de tanto con tan poco dando resultados tan decepcionantes en su salto al abismo del largometraje. Y viceversa: Qué hay de aquellos cineastas que no fueron grandes artesanos de lo escaso y sin embargo enarbolaron su inmenso poder en el paso al gran formato.

Para aquellos que se dediquen al doloroso arte de la escritura esto les resultara más tangible. Un cortometraje puede ser un gag, un momento sorprendente, una escena común sin principio ni final, una imagen estática incluso. Y aunque sea posible, no es imprescindible definir nada. Ni aclarar nada. Ni tener ningún tipo de continuidad. Es como quien practica un ejercicio intenso y ejecuta la respiración anaeróbica, ininterrumpida, in crescendo hacia el punto álgido y con un fin abrupto.

Un largometraje, por el contrario, es aeróbico. Necesita respirar a diferentes alturas. Con diferentes tonos. Necesita amplitud.

Es, supongo, una cuestión interior, de cada uno. Supongo también que no se elige con cual comulgar y cualquiera de los dos extremos puede ser una cruz.

Vayamos a los dos ejemplos prácticos que he escogido (basando mi criterio en una opinión, como todas, absolutamente subjetiva).



"Javier Fesser o como pasar de la genialidad a la destrucción de mitos”

"El secdleto de la tlompeta" era recargado, barroco, manierista… Pero había algo en él que lo hacia funcionar rematadamente bien (gustos aparte). Sus maneras de comic, sus colores… Todo encajaba en una historia poco convencional y rodada con buen pulso.

Después, llegó la genialidad en forma de suspiro: Una abuela patea un niño como si fuese una pelota. Y el artífice de tan espectacular narrativa no se conforma con romper las reglas básicas morales que impiden matar a un niño en pantalla (destrozadas previamente por un soberbio Haneke en “Funny Games”), sino que encima se atreve a repetirlo una y otra vez con diferentes formas y tamaños.

Y los cinéfilos de aquel entonces tan solo pudimos abrir mucho la boca y comenzar a intuir, primero, el gran cineasta en que podía convertirse este joven lleno de ideas diferentes, y segundo, un futuro que se percibía lejano y que hoy está más vivo que nunca: el cine a través de Internet del que Fesser ha sido portavoz en muchas ocasiones. El cine bueno, construido, fabricado, tejido sin un solo centavo.

"Javi y Lucy" (2001) más afortunada unas veces que otras, era la síntesis de todo eso aunque este original esteta nos daría más ejemplos con su limpio tiro en la frente al cine social de su primer trabajo para el notodofilmfest, “La sorpresita” (2001).

Fesser, un poco antes de estos micro-cortos, filmó su primer largometraje, que no nos sirve para el ejemplo pues no era un largometraje al uso. Extraño en su fondo y en su forma, desgajado y surrealista, “El milagro de P. Tinto” (1998) logró posicionar a esta joven promesa como un director de renombre (al menos en los círculos del cine) y, aunque su primera incursión en el formato largo no era clasificable totalmente como tal, si demostró un buen hacer patente y una estética visual personalísima heredera directa de “El secdleto de la tlompeta”.

Algunos en aquel entonces ya empezamos a cansarnos de tan “personal” manera de plantear la estética, pero era imposible negar lo evidente: Javier Fesser prometía, dirigía bien y para colmo hacía reír (reconozcámoslo: ¿Quién no ha esbozado una sonrisa por las mañanas al pensar en las “islas” de azucar en su café?).

El problema de saltar de riscos elevados… Es que hay que tener estilo para caer. Si uno acepta un encargo, corre el riesgo de hundirse en aguas demasiado profundas. Y ¡Eco! El gran cortometrajista que manejaba los tiempos a su antojo y que pudo incluso unir un montón de inconclusiones en su primer trabajo, caía ahora en picado hacia un pantano profundo del que le sería difícil salir. Y es que, una adaptación al comic no es fácil. Adaptar una historia surrealista que esta incrustada en la mente de varias generaciones tampoco. Y aunque Fesser era el autor estéticamente más arriesgado del panorama y su “comi(c)cidad” lo convertía en el director idoneo; lo único fácil que tenia en sus manos: la respiración del film; fue hecha pedazos (nuevamente, gustos aparte).

La gran aventura de Mortadelo y Filemón” ( 2003) pasaba con más pena que gloria por el subconsciente colectivo.

Una vez más el cine se quedaba sin una buena adaptación al celuloide del formato impreso y la primera oportunidad de llevar un comic español a la gran pantalla era desperdiciada. (Esperamos ansiosos la adaptación de “El capitán Trueno” por parte del señor Ulloa o de algún que otro arriesgado director de cortos que sé de buena tinta que quiere hincarle el diente algún día).

Afortunadamente en el 2005 el señor Fesser volvía a las andadas brindándonos otra maravillosa lección de cine corto con un nuevo trabajo perfectamente medido y técnicamente impecable: La cabina (2005)


Sirva este primer ejemplo para demostrar que la narración es un arte con muchos caminos en el que el cortometraje y el largo toman direcciones diferentes. En la próxima entrega analizaremos dos o tres ejemplos de lo contrario, suceso más comun: mediocres trabajos breves frente a apabullantes operas primas.

by Nicolás Alcalá

PRÓXIMAMENTE: Zoom Radiático: En Clave de Rock también lucha por lo ineludible.

23 octubre, 2006

1 año, 20.000 visitas y una decena de colaboradores

Bien, El zoom erótico va tirando, sin duda. Va tirando porque normalmente el hablar del cortometraje implica una capacidad de convocatoria nula, y nosotros con ese número de visitas del encabezado en 365 días nos damos más que satisfechos y, lo juro, salimos hasta triunfantes. Así que les digo oficialmente que salvo nueva orden seguiremos por aquí.




Yo, personalmente, estuve a punto de cerrarlo en cierta temporada, allá por cuando llevaba el disfraz de Cristo (igual redundo en caprichos puntuales) y me sentía identificado por el personaje creado por Jim-box en lo que posiblemente sea aún su obra maestra . Bien es cierto que la poca actualización de los inicios tenía mucha culpa, pero gracias a la decena de estupendos creyentes colaboradores (ya tan dueños como yo del lugar) y a la fidelidad de varias visitas la cosa ha fructificado y creemos que esto puede seguir teniendo su sitio.

Clásicos como Nacho Vigalondo , Refo o creaciones paralelas en que nos embarcamos, tan suicidas y pasionalmente enfermizas como La Tierra Prometida o Escorto, son aliento impagable y también tiene mucha culpa de que nos sigan aguantando.

Con todo ello, empezamos una nueva temporada más rica, con diversos puntos de vista de varias personalidades del asunto que nos ocupa, mucha diversidad temática, sorpresas e incluso bitácora. Yo, personalmente, voy a empezar a poner aquí lo que me salga de las canicas rugosas y considere interesante, ya veré cómo lo enfoco hacia el mundo del corto. De hecho, en breve comienzo dos cortometrajes en cine llamados "11" y "Los Simón" y trataré de que se enteren con bastante detalle del asunto. Tampoco nos olvidaremos del ya aprobado Escorto 2007 y todo lo que lleve dentro. Además, el año que viene me caso, me dan de una vez mi puta casa (comprada cuando perdí el virgo y entregada ahora) y me embarco en varias cosas más que espero que me acerquen hacia Ramías, lo que sería mi primer largometraje si mi vida fuera tan redonda como la recién estrenada Children of the Men (corran al cine, señores, en las salas escogidas se está haciendo historia). Por otro lado, y sorprendentemente, Escarnio sigue recogiendo premios y nominaciones a festivales que no sé ni quién coño lo envió y he tenido el honor de participar en The party is over, dando la idea original a un mítico amigo, obra también corta que se estrena en el Festival de Gijón inminentemente. Apabullante y precioso todo, casi hasta falso, o hago ahora la bitácora con tanta energía positiva o no la hago nunca...


Y sí, me he amariconao, ustedes perderán polémicas pero de verdad que yo me he quitado unos años de encima...

Como último apunte, recordar que Javier Hernández, nuestro DiosMaster, ha limpiado artículos antiguos realojando las fotos, encontrando links perdidos y colgando ciertos materiales que estaban desapareciendo.

Sigan por aquí, no les defraudaremos.

By Raúl Cerezo

PRÓXIMAMENTE: Zoom Radiático: En Clave de Rock también lucha por lo ineludible.

20 octubre, 2006

Críticas Instantáneas: "Mártires" (Xosé Zapata, 2005)



Antes de nada informaros que el corto está en gallego. De todos modos los personajes son muy expresivos con el tono en el que hablan y no creo que haya mucho problema para su comprensión, aun a pesar de utilizar un lenguaje muy… de colegas.


Xosé Zapata (productor y director en I. B. Cinema) nos trae aquí un corto muy sencillo, sin ninguna otra pretensión que la de hacer reflexionar al público sobre el tema de la muerte. En este caso la muerte es tratada desde el punto de vista de la libertad. Los tres personajes del filme son presentados, a lo largo y ancho del cortometraje, como almas en vilo y en busca de un paso más en sus vidas. Se están haciendo mayores y tienen que dejarse de tanta leria (galleguismo) y ponerse a trabajar. El primer personaje quiere marcharse de Coruña y empezar su vida desde cero; el segundo ya baraja la posibilidad de formar una familia; y el tercero… ¿? El tercero en realidad no tiene ninguna pretensión, o al menos ninguna que haya hecho pública al espectador, o al menos yo no la he pillado. Y si bien no es extraño que yo no haya pillado algo, sí lo sería el hecho de que este tercer personaje no cerrase el círculo que había comenzado el primero y continuado el segundo, y en el cual se basa toda la historia: Tres amigos que se empiezan a alejar de su ansiada libertad para finalmente convertirse en mártires de ella. Entre ellos reina el buen rollo; quizás demasiado colegueo entre ellos, para tratarse de amigos de toda la vida. En cualquier caso queda claro que se lo pasan muy bien juntos, y esto es muy importante porque de lo contrario no tendrían ningún sentido los flashbacks que nos muestran a los personajes dentro de su trabajo, viviendo una rutina obligada. El momento de ocio, en cambio, les deja tiempo para pensar y soñar. Pensar en un futuro que la sociedad les pide y soñar con una libertad que se extingue. Continuamente se muestran detalles sobre lo que será el final del corto y el final de sus vidas; puede que se haga un poco obvia la profecía constante del trágico final, pero tengamos en cuenta que se trata de un cortometraje de 8 minutos, e intentar adornarlo con tramas secundarias resultaría menos cansino, quizás, pero también mucho más ridículo.

Más info aquí.

By Fran Estévez

PRÓXIMAMENTE: Críticas Instantáneas: "Casa" de Manuel Sánchez Muñoz.

16 octubre, 2006

Críticas Instantáneas: "Con lengua" (Ana Rodríguez Costa, 2006)



Introducción a la Crítica Instantánea:

Retomamos a partir de hoy la que es, sin duda, la actividad que más ha popularizado a El Zoom Erótico; y es que por muchos imitadores que les salgan, no dejamos de ser los pioneros de la crítica del cortometraje en Internet. Para ello, hemos decidido aumentar el ritmo de actualización, y centrar particularmente nuestra atención en los próximos días, en los cortometrajes que, a través de la red, se pueden disfrutar en esta nueva temporada. De ese modo, no sólo serán más rápidas nuestras actualizaciones, si no que tambien estarán disponibles para su visionado enlaces directos a dichas obras para que el lector pueda contraponer la opinión de los que hacemos posible este espacio y su propia impresión personal.


Breves apuntes para la obra en cuestión:

La obra elegida para nuestro regreso es la tan publicitada "Con lengua", para que, les rogamos permitan una breve introducción para entender el contexto de la misma. Se anunció dicha obra en su momento como "el salto de Paco León al cortometraje", con la inevitable malinterpretación de la frase, surgió el rumor de que lo dirigía él, y con el reciente y escaldado recuerdo del tambien actor televisivo Daniel Guzmán y su muy mediocre "Sueños", no hizo si no traer todo tipo de especulaciones sobre que el actor de "Aída" hubiese encontrado un oportunidad de ganar algunos puntos de cara a algunos de sus detractores. Sin embargo, en el campo positivo, el hecho de que se le de tanta importancia a que un actor salga en un cortometraje, demuestra que se empieza a prestar algo más de atención a este medio, atrás quedan los tiempos de Francis Lorenzo participando en trabajos escolares de bajo presupuesto y dudoso gusto. Otro punto que cabe destacar en esta introducción, es la facilidad que ha dispuesto para tener unos más que sobrantes medios, al ser rodado con nocturnidad a lo largo de dos noches de verano en los mismos estudios que la serie de TV "Hospital Central". Dichas oportunidades, que como todos bien sabemos, son realmente difíciles que se den, no han hecho si no crear un aura de malas vibraciones frente a este proyecto, cuando en realidad, debería ser algo más común y aceptado que las grandes compañías apostasen por nuevos talentos con todos los medios disponibles.

Crítica:



Una vez centrados exclusivamente en el cortometraje, queda claro que el director no es Paco León; no sólo porque aparezca acreditada exclusivamente Ana Rodríguez Costa, si no porque desde la primera escena es evidente que detrás hay una formación y que no es el salto al vacío de un actor al que le entre el gusanillo de dirigir. Si por algo debe ser criticado este cortometraje no es porque haya un actor de reciente fama delante de la cámara o porque los medios que dispone sean excesivos para lo que tiene que contar; eso sería la crítica fácil y envidiosa que no aporta nada savlo discusiones en foros. Si por algo merece una seria reprimenda el debút de Ana Rodriguez es por su carácter totalmente anecdótico y anodino. el problema no es que lo que cuente, lo cuente mal (al contrario, está acertada en todo momento tras la cámara, incluso inspirada) ni que de no disponga de medios para contarlos (ya hemos visto que tiene más medios de lo que la historia realmente merece) si no que no tiene nada interesante que contarnos. El guión se mueve en torno a una situación breve, carente de dinamismo, en la cual se regodea pues no hay nada en ello que merezca mayor atención y pretende centrarse única y exclusivamente en plantearnos esa situación, lo cual la lleva a cometer el ridículo error de solucionarlo de una forma totalmente ridícula, incluso crispante, y dar por concluida su innecesaria narración con un plano final que busca la emoción fácil, la lagrimita cómplice, o el pequeño detalle ñoño que dudo que a estas alturas nadie preste demasiada atención. No nos extrañe que se haya rodado en el mismo plató que "Hospital Central", porque aunque su lenguaje no es especialmente televisivo en momentos concretos, lo cierto es que el argumento podría pasar como una minúscula subtrama de un episodio de la serie, tal es su escasa importancia en el conjunto, que no se queda ahí, si no que ya se han oído voces denunciando la similitud del cortometraje con un episodio de la serie "House M.D.". La otra pata rota son las interpretaciones, en esto hay que reconocer que Paco León demuestra ser un profesional, cambiando bien de registro y dandole algo de interés a un personaje con el que es difícil lucirse, debido a lo plano de su planteamiento, León cumple y eso es más que suficiente. Pero ¡ay!, que una historia de pareja se sustenta en dos, y la jovencísima actriz Diana Gómez, que nos han querido vender como la nueva revelación del cine español, masca sus frases con escaso interés, con pasotismo lector, mascuyando un recital de tópicos; echando por tierra todo lo que podría hacer destacar positivamente este corto, aunque no sea sólo culpa suya y venga arropada por un guión que pide a gritos ser quemado. En definitiva, se trata de un cortometraje que pretende cumplir con lo poco que propone, pero que al no proponer más, se hace olvidable y predecible, excesivamente largo y complaciente y muy innecesario, prescindible totalmente, pero de ningún modo malo. Los clubs de fans de Paco León diseminados por la red ya han amenazado con votar en masa a este cortometraje en Fotogramas En Corto, veremos que criterio sigue la revista.

by Henrique Lage

PRÓXIMAMENTE: Críticas Instantáneas: "Mártires" de Xosé Zapata.

13 octubre, 2006

Jan Svankmajer - Tma Svetlo Tma


Destino: ¡Checoslovaquia!

De una treintena de cortos que ha fabricado este hombre, he elegido el llamado "Darkness, Light, Darkness" de 1989 ("Tma, Svetlo, Tma" en su idioma original). Aunque no lo parezca, es una obra muy comercial, si la comparamos, claro, con la mayoría de sus filmes donde, por ejemplo, un montón de piedras bailan una coreografía puramente estética durante varios minutos. En este corto al menos sale la figura de un ser humano, con ojos-nariz-boca (y otras partes); por lo tanto el espectador verá algo que ya conoce y así podrá mantener su atención durante más tiempo. En cualquier caso es un gran cortometraje.

Su director, Jan Svankmajer, es un checo nacido en 1934, por cierto coincidiendo con la creación del Grupo Surrealista Checo, del cual será luego uno de sus peces gordos. Bla bla bla... y un día se dedica a hacer películas. Es tal su calidad creativa y originalidad que son muchos los inspirados por el maestro surrealista (como Tim Burton o los hermanos Quay). A su vez, Svankmajer también es inspirado por otros, en su caso escritores como Lewis Carroll o Edgar Allan Poe.

Con sus películas, tanto largas como cortas, se debe tener especial cuidado, ya que algunas poseen un porcentaje de lógica practicamente nulo, lo que las convierte en auténticas idas de olla para mucha gente. Sin ir más lejos, uno de sus largometrajes, "Faust" (1994), es la película más aburrida que vi en mi vida (o casi). En cambio, otro largo posterior, "Otesánek" (2000), es una de mis películas favoritas (sin duda).

Además de "Otesánek" (igualmente conocida como "El Pequeño Otik" / "Little Otik"), también recomiendo otros cortos del señor Jan (para los amigos): "Et Cetera" (1966), "The Flat" (1968), "Dimensions of Dialogue" (1982) y "Food" (1992).

By Fran Estévez

06 octubre, 2006

Nick Park - Creature Comforts

Y el Oscar es para... ¡Nick Park!

Año 1990: Park es nominado al Oscar por dos cortometrajes de animación: "A Grand Day Out", el primer episodio de Wallace y Gromit y "Creature Comforts": los animales nos cuentan sus aventuras y desventuras tras las rejas del zoológico.

Este último film es el que resulta premiado. El primer Oscar para Nick Park y también para Aardman, la productora. Aardman se había dado a conocer internacionalmente con el videoclip de Peter Gabriel "Sledgehammer", donde por cierto había trabajado como animador un recién llegado de la National Film and Television School llamado Nick y apellidado Park.

Este chico traía media película que había comenzado en su escuela; un mediometraje sobre un inventor (Wallace) y su perro (Gromit) que pretenden viajar hasta la Luna para probar el queso del que está hecha. Como ya he dicho no se llevaron el Oscar con esta película, así que el inventor y su mascota se esforzarán más en la interpretación de sus dos siguientes cortos, y esta vez no fallarán: "The Wrong Trousers" Oscar 1993 y "A Close Shave" Oscar 1995.

En el 2000 Nick Park lanza su primer largometraje, "Chicken Run", y al año siguiente aparece la candidatura al Mejor Largometraje de Animación en los Oscar. ¡Uy! Un año más tarde y se lo habría llevado seguro. Pero no importa, cinco años más tarde Park estrena su segundo largometraje, y con Wallace y Gromit de protagonistas. El Oscar estaba asegurado (o comprado ¿?).

Oscar, Oscar, Oscar y Oscar para Nick Park. El premio cinematográfico más importante del mundo es a veces también el más ridículo por el poco criterio de su jurado pero, al menos con nuestro amigo Nick, han tenido 4 momentos de inspiración. A veces pasa...

By Fran Estévez

03 octubre, 2006

Mickey Mouse - Steamboat Willie


Con ustedes: ¡¡MICKEY MOUSE!!

He aquí el primer cortometraje de animación con sonido sincronizado. He aquí el primer cortometraje oficial del personaje más famoso del planeta. He aquí el comienzo de la productora cinematográfica más importante, influyente e innovadora de la historia. No te digo na' y te lo digo to'.

Mickey Mouse nace a principios de 1928. El parto sucedió en un tren. Un viaje de tren desde un extremo a otro de los EEUU, de Nueva York a Los Ángeles. Disney y su mujer están muy preocupados; no saben qué hacer... Su conejo Oswald, personaje anterior a Mickey, no estaba teniendo una buena acogida por parte del público, y sus inversores y dueños lo iban a jubilar. La presión obligó a Walt a crear un nuevo personaje:

—"Haré un ratoncillo de campo. Le voy a poner dos orejas grandes y redondas, fáciles de dibujar. Unos pantalones cortos con dos botones... Sí, y unos grandes zapatos. Mmm... Ya está. Le llamaré... ¡MORTIMER!"—

A la señora Disney le gustó el personaje, lo que no le gustó nada fue el apodo que le dio, así que ella le propuso otro nombre: Mickey, Mickey Mouse.

Disney se puso manos a la obra y empezó a trabajar, junto con su compañero Ub Iwerks, en el primer corto de Mickey: "Plane Crazy". Por desgracia ningún distribuidor quiso comprar dicho cartoon. Por supuesto Disney no se rindió y volvió a intentarlo con un segundo film llamado "Galloping'Gaucho", y nada... Pero a la tercera va la vencida. Hicieron un tercer cortometraje: "Steamboat Willie".

Ya se había estrenado en los cines la película "The Jazz Singer", el primer film con sonido, y Disney pensó que el sonido era lo que Mickey necesitaba, así que Walt invirtió hasta el último dólar en sonorizar su película. El propio Walt hizo los efectos vocales del corto y, por supuesto, era también la voz de su alter ego Mickey (y continuó siéndolo hasta 1947).

El 18 de noviembre de ese mismo año (1928) se estrena "El Botero Willie", y todo el mundo queda encantado. Encantados todos por la varita mágica de Walt.

By Fran Estévez