30 marzo, 2009

MALDITO HOLLYWOOD II



LEYENDA 2: LA SEMILLA DEL DIABLO.

MALDITO DEMONIO.

Motivo: jugar con fuego.

Inciso: el edificio Dakota de Manhattan, donde se rodó el film, tenía más de una docena de suicidios en sus paredes y la muerte de John Lennon en su puerta, doce años después. Lennon era íntimo de Farrow.

Sucesos:

En el rodaje, Frank Sinatra presionaba a Mia Farrow, incluso con violencia física, por celos. Quería que dejara el rodaje, porque ya era muy largo. Incluso no paraba de llamar a Polanski, que no se lo cogía. Finalmente, mandó un abogado al set y la ridiculizó, para divorciarse. Mia Farrow filmó ese día la secuencia final y, como sabéis, la bordó. La depresión en que cayó benefició su interpretación en la película, jamás igualada por ella misma en cuanto a calidades.

Polanski y Casavettes no se aguantaban, tenía peleas cada minuto. En el estreno de la película, el propio Casavettes ejerció de crítico para vapulearla y la crítica le dio estopa al film, convirtiéndose a posteriori, paradójicamente, en uno de los films más importantes de la historia del cine de terror.

Komeda, el músico del film, murió EXACTAMENTE igual que el personaje de Grodin en la película. Se acusó a la familia Polanski de pasar bastante del suceso, pero ellos lo negaron. Eran íntimos.

William Castle, el productor, fue bombardeado por cartas amenazantes, sin tregua. Poco después, fue al hospital por infección de vejiga, a punto de morir. Fue salvado y recayó, yendo otra vez al hospital. Cayó una tercera y una cuarta vez. Curiosamente, fue a parar al mismo hospital donde Komeda, en la planta de arriba, estaba muriendo.

El ocho de agosto del año del estreno de la película, la familia Manson asesinó a una Sharon Tate embarazada y a todos los amigos que estaban en la casa en una de las masacres más espeluznantes de la historia. Lo más escalofriante del asunto es que las víctimas fueron los culpables, ya que todo el público y la prensa decían que tuvieron una muerte merecida, por estar metidos en, según ellos, tantos malos rollos.

Después de este suceso, ya sabéis todo lo que le ocurrió a Polanski: pederastia, exilio y maldiciones.

Próximamente. PERFORMANCE.

28 marzo, 2009

MALDITO HOLLYWOOD I



LEYENDA 1: INCUBUS, película hablada en esperanto.

LA MALDICIÓN DE LOS 40 AÑOS.

Motivo: Un hippie echó mal de ojo a la película por haber sido maltratado por el equipo de producción.

Sucesos:

Premiere de la película, se envía una copia sin sonido. Una hora el público esperando. Cuando se consigue una copia buena, la sociedad de esperanto interrumpe el estreno, manifestándose. Sharon Tate y Polanski estaban entre el público. La violación que se ve en la película Incubus es clavada a la que luego le propiciaron a ella.

Los distribuidores se la cargan por el diálogo esperanto y un famoso plano de pechos. La película queda archivada. En el año 93, el productor decide relanzarla y observa con horror que en el laboratorio han desaparecido todas las copias. Se destruyeron por la empresa por accidente.

Años más tarde, aparece una milagrosa copia en la cinemateca de París. Pero la ciudad se entera de la valía y la declara TESORO NACIONAL, así que no quieren soltarla. Al final tragan y le dejan hacer copia, pero haciendo el duplicado ven que las perforaciones están hechas un lío y tienen que copiarla TOMA POR TOMA.

Después de mucho tiempo y dinero invertidos, se consigue sacar en dvd. Su posesión es imperativa para todo coleccionista.

Tragedias con protagonistas:

Milos Milosevic mató a su amante, Barbara Ann thompson y se pegó un tiro.
El mismo año, Ann Atmar se suicidió sin motivo aparente, en su casa.
Tres años después, Marina Have, hija del prota Eloise Hardt, fue secuestrada en la puerta de su casa y asesinada. Se sospechó de los Manson, pero no pudo demostrarse.

PROXIMAMENTE: LA SEMILLA DEL DIABLO.

26 marzo, 2009

¿POR QUÉ?



Llevo un buen tiempo sin escribir, y aunque no quiero convertir este artículo en una lista de excusas, va sobre ello porque es lo que necesito y tengo que contar.

Primero, y muchos sabéis de qué hablo, lo que significa terminar una película. Etalonar, durante horas, días, y a menudo todas las horas del día. Revisar. Doblaje. Papeleo del Ministerio. Mezclas de sonido. Más etalonaje. Renders. Más mezclas. Más burocracia. Se rompe la matriz del estudio. Más renders en HD. Mezclas finales. Imprimir carteles. Creación de menús del DVD. Programarlo. Diseñarlo. Prensa. Reuniones. Diseñar carátula. Render del DVD. Revisar. Volver a renderizar. Ruedas de prensa.

Y el preestreno de Tras los pasos del Bandolero (más info en www.pedrojaenr.es ).

Y justo pocos días antes del preestreno me ocurrió algo extraño e inexplicable. En mitad de la noche, me asaltaron ideas muy raras y enigmáticas, en lo que podría calificar de "crisis existencialista", acompañada de pánico, ahogo, taquicardia... No quiero parecer pedante ni pretencioso, pero es que realmente la causa no tenía nada que ver con mi película ni mi realización como cineasta, sino que era filosófica y cósmica.

Fue un largo momento de verdadera pesadilla, imposible de explicar en palabras y en el que fui atacado por mi conciencia atea y nihilista. Además de la sensación de que la realidad no es real y que todos los conceptos aprendidos sobre la vida no son más que simplificaciones utópicas, me llegó la duda del porqué de lo que hago. Los humanos hacemos arte, según creo, por lo mismo que procreamos, para dejar nuestra huella en el futuro y en la eternidad. Pero si según esas ideas que me aterrorizaron, nada es eterno, y los científicos dicen que hasta la especie humana y el Sol acabarán desapareciendo, ¿por qué dedicamos nuestra vida, esfuerzos y hasta horas de sueño en crear algo que probablemente no perdurará? Si el arte ni siquiera sirve para perdurar más de unos cuantos siglos (en términos metafísicos o eternos, eso es un respiro), ¿para qué sirve? He dedicado toda mi vida a hacer algo que ahora, de repente, me parecía absurdo y estúpido. A lo largo de la vida, en vez de encontrar respuestas, las voy perdiendo. He descubierto que soy un verdadero "tonto", pues hago, o he hecho, cosas a las que no encuentro ningún sentido y quizá no sirvan para nada. No me refiero a su calidad (con la que estoy muy contento) sino en un sentido más Amplio. Si chocamos con el ateísmo, con la inconsistencia de la realidad, de la existencia y de la eternidad, ¿cuál es la verdadera finalidad del arte?, ¿de qué sirve el progreso, abocados a la destrucción? Si alguien es capaz de darme una respuesta lógica, le invito a una caña. Quizá me devuelva la fe, en el arte y la vida, pues ahora siento que ser artista es tan absurdo y de malgastar el Tiempo, como lo es para los peces de mi acuario pasarse el día quietos pegados al cristal mirando "no sé qué".



P.D.: antes de que nadie me ataque por ello, aclaro que no se trataba de ser pedante, sino de contar lo que necesito contar; y que lo de artista no es de ser creído, pues se puede ser bueno o malo (y no me meto en de qué grupo soy) como en cualquier trabajo, y ser artista es mi profesión, que por cierto es como otra cualquiera, ya sea camarero, lechero... salvo que da menos dinero, pero no sobrevaloremos el concepto "artista" ni infravaloremos el resto de profesiones.

Pedro Jaén R.

14 marzo, 2009

EL BUSCH GARDENS DE ORLANDO III



EGIPTO:

Clydesdale Hamlet: bello rancho de caballos americanos donde dan fría cerveza gratis, que con el calor que hace dobla su valor ipso facto. Con la crisis, me enteré el otro día que tanto aquí como en Seaworld han quitado la bebida gratis..., y de verdad que es desolador (si hubiérais estado allí, lo entenderíais).

Montu: Montaña rusa de pies colgando y soporte superior (invertida), que en su cola hace que llores por la elección. Al final cobra la suficiente hostia como para que no te arrepientas del todo, pero sin duda estamos ante una locura francamente célebre. Loopings loquísimos, giros G que no sabes si te tienen boca abajo o del lado y una velocidad escalofriante. YO conté seis loopings, pero es que no hablamos de simples giros, hablamos de giros RETORCIDOS. De verdad, innenarrable.



NAIROBI/TIMBUKTU:

Timbuktu Theater (Pirates 4d): espectacular film paródico y de piratas, protagonizado por Leslie Nielsen y la camarilla Monty Phyton. ¿De dónde el 4d? De que te empapan, te endiñan en la butaca (hay hasta pinchos), te ciegan con luces e incluso pasas por un movimiento de butacas. Es Busch Gardens, así que todo muy brusco, muy desagradable (hay hasta salivazos) y terriblemente divertido. Mi Anita se llegó a rebotar por lo brusco, jajajaja.

Cheetah Chase: montaña rusa que parece amigable y te vuelve a sumergir en un peligro constante. Ésta es de las que van en recta y las curvas te hacen casi salirte de la vagoneta, con alguna bajada y subida por decreto. De hecho, casi siempre va en alto..., y cuando bajas fuerte sales de una curva que casi te ha sacado volando. Risa y llanto a manos llenas.

Phoenix: salvajada donde, como en otras muchas de este parque, mi mujer no estuvo a mi lado. Te meten en una especie de barca con techo y rejas y te empiezan a dar vueltas, en bloque fijo. Pero vueltas completas, de 360 grados. Te dejan boca abajo más de un minuto, juegan contigo (cada vez que montas es un programa) y ver la cara roja/boca abajo de tus acompañantes no tiene precio.

Scorpion: otra montaña rusa, esta vez en coche al descubierto, que hace que no te expliques la cantidad de loopings que te esperan, porque no hay protección superior, sólo en las piernas. Vas descapotado, vaya. ¿La respuesta? Es obvia: la velocidad no da tiempo a que te caigas. Es descomunal, los loopings simulan la cola de un escorpión y la fricción de las ruedas hace un ruido que no olvidarás jamás.

Kiddie Rides: globos con lona que dan vueltas arriba y abajo. Completista y para críos.

Carousel Caravan: Los caballitos. El (pesado) clásico que nunca falta. Supongo que no diré esto cuando tenga el nene.

Sandstorm: otro (también pesado) clásico que nunca falta: las vueltecitas en sillas. Mareable y extrañamente eterno.

Games Área: bella zona de juegos a lo palacio árabe. Bonito paseo adulto y gran momento infantil.





BIRD GARDENS:

Land of the dragons: bonita zona de juegos infantiles presidida por dragones de mecánica fija.

El resto de la zona son largos paseos por hábitats naturales con animales a tiro de saliva. Lo interesante es que muchas veces puedes tocar a varios de ellos, porque paseas por zonas donde andan sueltos. La cima del asunto es una jaula gigante llena de pájaros exóticos sueltos. Es casi inevitable que se te posen varios en el hombro.



STANLEYVILLE:

Sheikra: probablemente, la montaña rusa donde más acojone he pasado en mi vida. Se tratan de unos coches enormes (te hacen hasta vídeo) donde hay varias alturas, a lo grada. Te suben con esta curiosa estructura a una nube y te lanzan en caída libre (pero por vía) para luego seguir en un recorrido infernal. Es tan gigante que ocupa medio mundo, pasa a pie de peatón y los moja, porque se desliza por agua en una de las caídas (es un charco gigante preparado para ello, no es que sea acuática). Ver desde la cola vías verticales es algo francamente triste, desde el punto de vista del cagueta.

Stanley Falls Flume: muy loca montaña rusa de agua donde tienes una caída a recordar, entre otras tantas complementarias. Se monta uno detrás del otro. Lo único achacable es que está TOTALMENTE exenta de tematización. Es decir, son toboganes y raíles de material acuático que desplazan las barcas. En cualquier caso, la tematización del parque no es lo fuerte del mismo.

Tanganyika Tidal Wave: igual que el anterior, pero hay una ligera tematización de jungla (nada serio). Casi no tiene caídas (creo que conté dos), pero hay una de ellas absolutamente desquiciada (casi en vertical). Los coches son de montar al lado de los acompañantes, no en fila india. Hay varias filas en cada coche.







JUNGALA Y CONGO:

Treetop Trails: Aladeltas donde, si el peso y la edad os lo permiten, podréis volar en un pequeño recorrido (con carril invertido).

WILD SURGE: Espectacular zona africana de juegos, donde una lanzadera dentro de un templo sin techo (por lo tanto, tiene la originalidad de ser exterior/interior) corona el contexto. Te tiran varias veces, pero no hay demasiada altura. Divertida, aunque algo completistota.

Kumba: otra (y van...) montaña rusa de coche clásico que tiene un recorrido casi eterno. Otra vez altura y velocidad extrema, una decena de enredados loopings y la exclusiva de pasar por debajo de un par de puentes donde cruzan los peatones.

Congo River Rapids: rápidos tematizados lo justo pero soberanamente divertidos. Empapan, sin compasión (hay hasta cataratas que se cruzan parciales) y tiene una extensión de lo más compensatoria para las enormes colas que se esperan.

El mundo se completa con una zona de orangutanes donde los puedes ver correr por techos transparentes y casi besarles a vidrio. Hay otra atracción para coronar que es muy curiosa: Tiger Lodge. Un sitio donde no sólo puedes ver al tigre, sino que puedes sacar la cabeza por una zona cubierta, pero transparente..., con lo cual compartes zona con él. Ana y yo tuvimos la suerte de que se nos posó encima y quedamos francamente sorprendidos con la cercanía.

Bueno, pues volveremos con la traca final, que es la que más estáis esperando: UNIVERSAL.

05 marzo, 2009

EL BUSCH GARDENS DE ORLANDO II



Serengeti Plain: bueno, amigos, esto es IMPORTANTE. Hablamos de una réplica muy vasta del Serengeti. Un terreno gigantesco, poco frondoso por fidelidad, y emocionante, donde encontrarás prácticamente DE TODO en cuanto a su fauna. Leones, jirafas, cebras y un inacabable etcétera. Pero es que, vamos con lo mejor..., y es que se puede recorrer A PIE (viendo todo desde jaulas de cristal, por debajo, de frente, explicándote fauna y flora, etcétera), en tren (cada mundo tiene su estación), por AIRE (Skyride) en teleférico de los que no paran y montas al vuelo, con un bamboleo de vértigo emocionante (y donde vas solo con tu pareja) y POR AUTOBÚS HECHO UNOS ZORROS (es Arte, obviamente), turístico, guiado y con trampa. Sí, con trampa, porque pasa por un puente que SE ROMPE y el autobús entero SE CAE AL AGUA. Pero hay trampa, ya digo, porque dicho autobús tiene flotadores verticales laterales y acabas la excursión POR AGUA. Sí, señores, nada físico falta para ver el Serengeti Plain. Tenéis un montón de fotos al respecto.




Luego hay otra opción no menos estimulante pero remunerada, que es ésa que te deja recorrer la atracción en un vagón gigante y sin techo de un camión típico de la zona, a lo carguero. La novedad no es sólo ésta, hay otra: PODRÁS TOCAR A TODOS LOS ANIMALES. Imaginaros los besucones con las jirafas, claro...



El parque es un mogollón de mundos africanos, pero priman más las atracciones, los jardines y los animales que el merchandising, los shows y las tematizaciones. Por eso, porque no te distraes, sales con la sensación de que te han dado una auténtica paliza. Algún show hay, sí..., o algunos monigotes esporádicos a lo desfile. Y no está poco conseguido, pero no tiene nada que hacer frente a los otros porque no es SU POLÍTICA, no porque no se pueda.

Vamos a seguir:



Mundo Morocco:

Katonga: éste es el único show a destacar, en un gigantesco templo marroquí. Durante 40 minutos, musicales y coreografía a servicio harán las delicias de cualquiera, pero con un toque lúdico-festivo más que chorra-infantil, que se agradece. Es algo así como el show del mar en Seaworld, pero más enfocado al corazón de la jungla. Estructurado en cuentos con escenografía, bailes y música. Recomendable.

El resto de espectáculos son prescindibles o directamente infantiles: Hospitality House Entertainment, American Beat, Rock a doo wop, Critter Castaways, Men of note o Friends forever. Generalmente tratan sobre ver animales en acción, escenarios replicando canciones de otras épocas o, directamente, monigotes en su salsa. ¿Se pueden ver? Sí, no indignifican, pero preferentemente para descansar, no para perder tiempo ni para ponértelo como prioritario.



Por otro lado, también te dan con el mapa (y casi cuentan como espectáculo) las horas concretas (hay varios pases en casi todos) para la posibilidad de ver a los cuidadores de todos los animales en activo. Os explicarán sus características, en ocasiones con mucho humor, y tendréis la ocasión de gozar la mezcla humano-animal de las ramificaciones del parque. Recomendable al menos en 5 de las 11 posibilidades que hay.



Andando, tendréis cientos de animales a tiro de piedra y puertas que replican lugares de manera muy conseguida, como la puerta de Nairobi. Seguimos con Morocco, pues:

Myombe Reserve: DESCOMUNAL entorno lleno de cuevas, puentes y cavernas para atravesar a pie. Su interior: peceras y acuarios gigantes, gorilas, monos y demás familia. Se puede observar hasta una espectacular catarata.



Jambo Junction y entorno: lo más llamativo de estas familias es, sin duda, los gigantescos galápagos. Cuando hablo de algo gigantesco, hablo de bichos como uno de nosotros de grande (más anchos y redondeados, obviamente).

Gwazi Sliders: atraccion infantil, que se sitúa al lado del monstruo que voy a narrar ahora, para compensar. Son los típicas sombrillitas volterejetas, muy propias para niños o CAGADOS, pero esperad, esperad...:















GWAZI: Hecatombe de madera, que es probablemente una absoluta locura terrenal. Vagonetas a lo MINA que suenan por todos lados y van a una velocidad de vértigo, con una vibración de los coches que hace hasta daño. Hay dos carritos, con dos recorridos bastante parecidos, pero ambos hasta arriba de cuestas, curvas y gritos. Mi mujer chilló fuerte y tuve que abofetearla para que volviera en sí. Muy larga, dolorida y decididamente recomendable para espabilar tanto Mickey Mouse y tanta polla. Fue la primera y la última que "disfrutó" la madre de mi futuro chavalote.

02 marzo, 2009

EL BUSCH GARDENS DE ORLANDO I



Vamos con Busch Gardens, parque de Seaworld que está en Tampa, ciudad (apueblada, como todas allí) a 200 kms de Orlando, así que imaginaos el madrugón para acudir a verlo. No hay problema, merece la pena. Es un parque situado en medio del pueblo, pero con un terreno tan vasto que te transportará a África, directamente. No veréis un jodío edificio.



Porque, sí, es un parque dedicado a África. Se trata de cientos de jardines referenciales, uno de los zoos más importantes del mundo y un top 10 mundial de los parques de montañas rusas. Casi todo exterior, obviamente. Rara es la atracción interior.

Es un monstruo, joder. Decenas de atracciones, la mayoría muy heavies, con enfoque claramente adulto y con la búsqueda del cliente con emociones fuertes. Fue el único parque donde me rilé en varias colas.



De grande que es, recorrerlo sin parar te puede llevar más de una hora. Yo lo vi en un día, pero VOLANDO y con algún que otro mareo. En las fotos véis a mi mujer parando a refrescarse en un momento donde no podía más. O en otra la véis a punto de darle un mareo fuerte. El calor es aplastante, de veras. Es un parque para ver en dos días sí o sí (con niños o sin ellos).

Ya en la puerta de entrada se ven todos los gigantes en forma de montañas rusas y te das cuenta de donde te estás metiendo. Sin duda vas a cometer un agradable error.





El merchandising es mayormente africano, en la línea de acabados Seaworld. En la cola te dan un mapa algo chusco, de papel recicladísimo (como en Seaworld), pero tranquilos, porque una vez dentro te das cuenta que no han reparado en gastos. Ya en la entrada, te recibe una simpatiquísima banda de músicos que tocan populares (yankees) temas con mucho garbo. Los aplausos se oyen en Asia y consiguen una espera de apertura de puertas memorable. La tematización es la justa, pero aquí no se vende eso.

Y la puerta se abre.



Y vamos allá...