28 abril, 2011

¿Es usted idiota?

A veces uno encuentra inspiración en los sitios más insospechados. En ocasiones mi trabajo consiste en saber aplicar soluciones de otros problemas a los problemas actuales, es por eso que en ocasiones relaciono temas imposibles para asociar ideas. Temas completamente ajenos al cine que me producen reflexiones sobre el cine... Hoy es uno de esos días... 

Reflexionaba en el foro por donde me suelo mover sobre el riesgo que supone el cortometraje de Raúl al trabajar sin diálogos. Un riesgo porque hace recaer la narración en un modelo totalmente intuitivo y visual, y salió el tema del miedo del espectador a no entender el corto porque nada dice explícitamente lo que está pasando... que supongo que es el que alimenta posteriormente el miedo del narrador a no explicarse y que más o menos dio pie al post sobre cine grande y cine pequeño... 

Y de repente me encontré con algo que ya conocía pero había olvidado. Me acordé de Hans Monderman.


Es normal que a nadie le suene, no es un tipo famoso, al menos no lo es en círculos cinéfilos, es un señor que durante su vida fue ingeniero de trafico, sin embargo, algunas de sus revolucionarias ideas para el mundo del trafico me resultaron sospechosamente parecidas al cine arriesgado y al que a la larga acaba siendo grande. El experimento de Monderman para el trafico consistió en coger una zona de una ciudad holandesa y... aquí viene la sorpresa... quitar todas las señales, semáforos, lineas en las calles... y el resultado, no solo fue que no hubo más accidentes si no todo lo contrario, la ausencia de señales hacía que la gente fuese más prudente, las prioridades se respetaban, existía mucho más respeto al peatón... Monderman sacó varias conclusiones interesantes, entre ellas esta: 

- Si el gobierno quita toda la responsabilidad del ciudadano, el ciudadano es incapaz de desarrollar sus propios valores nunca más. 

Que se resume en otra mejor y aplicable a prácticamente todo en general y que probablemente sí hayáis oido: 

- Si tratas a la gente como idiotas, se comportarán como idiotas.
 
Desde el momento en el que el cine se autoexplica hasta la saciedad, entra en el círculo vicioso de creer que el espectador es idiota y no entenderá lo que uno quiere contar, y de repente el espectador se acostumbra a que le expliquen todo y cuando no lo hacen no sabe como reaccionar. Puede que esté dando demasiadas vueltas a lo mismo, la mediocridad, el cine grande y pequeño, el espectador idiota... cosas sobre las que seguro se han escrito ríos de tinta, pero por un lado uno esta empezando en esto del cine, que por algo hace cuatro días mal contados que tuve las epifanias y además se junta con el hecho de ver riesgos como los del Córtate aplaudidos como se aplaudieron. Entonces se da cuenta que, a lo mejor, la cosa no es tan difícil, pero que depende de un esfuerzo conjunto que, probablemente, es lo que impide que se realice.

También es muy fácil como espectador sentarse a esperar y creer que no se tiene capacidad de decisión. Decir, eh, es lo que hay, pero un tema importante para el cine es que el espectador dé un paso adelante, la autoconsciencia de sus fallos y su capacidad de ver donde se está equivocando, pero para eso hay que perder el miedo a ser espectador y el miedo al cine grande. El espectador debe tomar sus propias decisiones, sacar sus propias conclusiones y, sobretodo, equivocarse en ellas para a su vez, aprender. No es solo cuestión de ser exigente sino de esforzarse en serlo y lo más importante probablemente, en saber por que.

Pero nadie dijo que esto iba a ser fácil, ¿no?

Pedro Pérez (aka Findor)

20 abril, 2011

¡Córtate! Parte III

Quédate Conmigo (Zoe Berriatúa)



Uno de los triunfadores de la noche... aunque por los motivos equivocados. Debe ser duro para un director ver que tu trabajo triunfa por algo que no hayas buscado, pero las situaciones del corto protagonizado por Macarena Gómez y Pablo Turégano rozan la crueldad de una manera tan surrealista que el drama se convierte en comedia. Antes de que alguien crea que es una suposición arriesgada, se confirmó con el propio director la situación.

El desarrollo de la historia de amor/odio está muy bien llevado, los efectos especiales y el maquillaje son espectaculares y el ambiente malsano va en conjunción con el trabajo fotográfico y la localización claustrofóbica. La historia de amor negro y drama con toques de terror (con ciertas reminiscencias algo forzadas a "Amanecer de los muertos" o "The Ring") tiene el contrapunto en el humor involuntario, probablemente empujado por el ambiente en grupo de la sala. El momento "si quieres me hago la muerta" es demasiado extremo como para no tomárselo a coña y precisamente esos pequeños momentos de contrapunto generan el equilibrio perfecto para que el final de la historia y ese plano agridulce de muerte mientras la cámara se aleja funcione como un tiro.

8 (Raúl Cerezo)



Me será complicado hablar de 8 sin sufrir de cierta parcialidad. Cerezo es amigo y en cierto sentido he visto (desde la lejanía) como crecía este corto, he visto pases sin música o parciales, así que esta crítica será algo más larga, no por peloteo, sino porque algo le debo a Raúl. También he de decir que todo lo que digo en realidad es porque lo creo...

8 se define como musicortometraje. Es evidente porqué, ya que no hay ningún diálogo presente y el único que hay en realidad no se escucha. 8 se posiciona del lado del cine en su esencia primaria, la de crear las sensaciones en base al trabajo audiovisual por encima de explicar las situaciones en boca de los demás. Detalles como que se pida silencio cada vez que alguien parece que va a hablar no hacen más que acrecentar esta situación. Es en este sentido donde creo que 8 está por encima de los demás cortos, en ser capaz de explicarlo todo en base a lo que ves y no a lo que te cuentan.

Desde un primer momento en el plano exterior antes de la llegada de los invitados, se evoca un aire a "El exorcista", referencia también presente en "Escarnio". Todo 8 está montado en base a metáforas visuales y referencias sin ninguna necesidad de ser explícito. El ritual y las velas como simbología de apagar una vida, las uñas negras de madre y abuela, que sin explicar nada pueden dar base a muchas interpretaciones, como algún tipo de linaje de brujas, el sacrificio de sangre, la violencia del padre intuida en los moretones y en el golpe en el salpicadero del coche seguido del niño escondiendose. Indicios e insinuaciones que van desvelando poco a poco el misterio en la cabeza del espectador.

Cerezo nunca me confirmó si había algún tipo de patrón numérico en los elementos que salen más allá de los que mi obsesión por los números fue capaz de encontrar, 8 invitados, 10 piedras, 20 velas, 2 por piedra, algo que queda reforzado por el ultimo par de velas que no se apaga debido al sacrificio de sangre que no se hace. De todas formas la obsesión por los detalles que ya tuvo en Escarnio me hace pensar que muchas cosas están puestas precisamente para que la gente que quiera pueda mover las neuronas y asociarlas de alguna manera.

A pesar de todo, también tengo pegas, la música funciona muy bien pero se me antoja algo estridente en ciertos momentos, pero creo que trabajo técnico de Cerezo tras la cámara y Nacho Aguilar en la fotografía es fabuloso.

Epílogo

La experiencia ¡Córtate! ha sido algo estupendo, algo que hace que no me arrepienta para nada de haberme pagado un viaje a Madrid. La hora y media de proyección, a pesar de que haya sido más o menos duro con los cortos, me resultó a la altura (o por encima) de muchos de los estrenos que pueblan la cartelera. Me hubiese gustado compartir algo de tiempo con los directores para compartir opiniones, pero la situación posterior en el Larios Café no era la propicia para la conversación.

Solo me queda esperar que los siguientes pases mantengan el excelente nivel del primero y recomendar desde aquí que no dejen escapar la oportunidad de visitar el Capitol durante estos eventos para apoyar estas iniciativas y a los directores que buscan su hueco en en mundo del cine. Los cinco primeros tienen talento suficiente para ello.

Pedro Pérez (aka Findor)

18 abril, 2011

¡Córtate! (parte II)

Después del pequeño manifiesto, toca repartir. Haciendo un juego de palabras digno de Bigote Arrocet voy a decir que no pienso cortarme (risas) a la hora de expresar mis opiniones y soltar spoilers a mansalva sobre los cortos.

La cosa va sin orden ni concierto... También quiero hacer notar desde el principio que el hecho de ser crítico con los cortometrajes no quiere decir en absoluto que no los admire, sino todo lo contrario.

El Descenso (Daniel Romero).


Uno de los "perjudicados" de la noche después de recabar opiniones fue el corto de Daniel Romero, no tanto por carencias técnicas como por cierta falta de punch a nivel argumental. Todo empieza en una carretera abandonada con un cierto aire a "Las colinas tienen ojos" o "La matanza de Texas" y un coche sin gasolina. Las dos protagonistas, Blanca y Susana (interpretadas por Bárbara Santa-Cruz y Ana del Arco respectivamente) se ven obligadas a recorrer esa carretera buscando, a priori una gasolinera, mientras descubrimos ciertas cosas sobre ellas y su situación.

El descenso funciona muy bien a nivel visual con una fotografía basada en tonos ocres y una ambientación bastante conseguida, coincide que la cámara al hombro no cansa demasiado como en otras ocasiones, sin embargo parece fallar en la gestión de expectativas. No acaba de quitarse de encima el momento "ahora pasa algo" o no acaba de crear la suficiente credibilidad en el giro de que no pase. No hay nada malo en que no pase nada, estoy seguro de que es algo buscado y funciona mientras se mantiene la incógnita de la situación, pero crea un lastre que al final perjudica el muy buen ambiente plasmado en el corto. Quizá por el subconsciente del espectador, que asocia el aura enfermiza que rodea la situación con algunas de las últimas versiones de algún slasher y que parece encajar en la escena del taller. El resultado es que todas esas reminiscencias acaban poniendo demasiadas trabas cuando "El descenso" quiere alejarse de ese esquema y buscar algo más introspectivo. La idea del concurso y la meta es muy buena metáfora, pero queda un poco sosa en comparación con lo que uno se va montando en la cabeza conforme se desarrolla el corto.

G (Diego Puertas)


G es una estupenda historia de humor con toques de negrura. Jose Luis Gil interpreta a G, un asesino a sueldo que se ve envuelto en una lucha interna entre traidores y topos por un lado y por su situación familiar en casa con su mujer (Maiken Beitia) y su suegra (Beatriz Carvajal), algo como una suerte de James Bond/Sopreano cañí. La capacidad para la comedia de Gil le convierte en el actor perfecto, con una expresividad fabulosa y esa capacidad de siempre parecer que está donde no debe, usada al extremo para sacar la sonrisa en casi todas las escenas donde aparece.

El cortometraje explota perfectamente la carta Gil para crear comedia en momentos inverosímiles y maneja la historia a muy buen ritmo, jugando un poco con la sorpresa en situaciones como la del hotel con la suegra y con diálogos muy bien resueltos en el uso de tópicos de espías dignos de la T.I.A. No solo es interesante la historia en sí, sino que la dirección de Puertas está a la altura con en la elección de encuadres y planos, trávellings bien elegidos y pequeños detalles técnicos como el movimiento de cámara a través del coche en el asesinato en el aparcamiento.

En la fiesta posterior al evento pude intercambiar palabras con Alejandro Pérez, aunque no sé si él lo recordará... :), responsable de algunos de los efectos visuales que aparecen en el corto (y de maravillosas teorías sobre el icono de REC, Japón y los paises del este) y que están estupendamente integrados, ayudando a la credibilidad del conjunto general.

Ukemi (Jorge Antonio Molina)


Pablo es un joven campeon de Judo atrapado entre un padre autoritario y la chica de sus sueños a la que dibuja. Esta simple idea da paso a un trabajo muy arriesgado visualmente que juega mucho con la posicion de cámara, seguimientos con snorricam, desenfocados, etc... y acompañado de un rodaje en blanco y negro con toques puntuales de color. Técnicamente es un trabajo impresionante, uno de los planos iniciales con Pablo en su versión infantil y los padres discutiendo de fondo en sombras, desenfocado, los giros de cámara que acompañan las llaves de Judo, todo conforma un ejercicio de estilo fabuloso.

¿La pega? Bueno, que el trabajo de realización se difumina un poco en la parte final por un desarrollo que se torna demasiado convencional. La historia chico conoce chica que aparece de repente no es capaz de mantener el nivel de riesgo tomado en el inicio con toda la parte de la relación parental, y aunque en general se integra bien en la historia y sirve como contrapunto, da un poco la sensación de haber caído dentro de una comedia romántica clásica. Hay que decir que este momento no logra empañar para nada el enorme trabajo tras la cámara, sin embargo crea una cierta sensación de esquizofrenia donde parece que dos directores distintos hayan rodado cada parte. El estilo arriesgado se merece un desarrollo arriesgado teniendo en cuenta que una de las moralejas conductoras del corto habla de aprender a lanzarse... "Si tienes miedo a lanzarte, no aprenderás a caer".

...Continuará

Pedro Pérez (aka Findor)

17 abril, 2011

¡Córtate! (parte I)

Este pasado jueves se presentó en Madrid el evento ¡Córtate! Donde se estrenaron 5 cortometrajes de primera linea en el mundillo. El evento nace como una gran reivindicación del mundo del corto demostrando que poco tiene que envidiar a su supuesto hermano mayor.


Antes de empezar con las opiniones sobre los cortos, que llegaran durante los siguientes días, quiero unirme a la reivindicación de Raúl Cerezo sobre el cortometraje.

El día 14 por la noche se demostró claramente que el cine en España no está en crisis y que lo que falta no son cineastas con talento sino gente con criterio y confianza que genere una buena bolsa  detrás para que todo esto sea la cantera del cine que debe ser. En España no sobran subvenciones, simplemente se demuestra que no están donde deben.

Fincher, Gondry o Romanek son directores de cine que empezaron, en cierta forma, haciendo cortometrajes, videoclips o publicidad. El caldo de cultivo para que Gondry pudiese hacer Eternal Sunshine o que ha desembocado en Fincher dirigiendo Zodiac no es otro que el laboratorio de investigación donde pudieron experimentar con técnicas y donde desarrollaron su imaginería visual. No me imagino que podríamos habernos perdido si algún mandamás hubiese dicho a Gondry que hiciese cosas más comerciales en vez de las idas de olla que le convirtieron en lo que es.

La cultura del cine ha de empezar por los cimientos, los directores de cine necesitan experimentar y rodar sin trabas y sin presiones comerciales, es de esta manera que se separa el grano de la paja, es de esta manera que el cine en España acabará funcionando como debe, creando una cantera de gente capacitada. No tiene que ver con los medios o los motivos, los artistas necesitan soltar lo que llevan dentro sin caer en la tiranía del espectador o acabaran siendo mediocres.

Es por eso que la iniciativa me parece fabulosa, quizá así nos quitemos los tapujos como espectadores y se vea que el cine español es algo más que dramas de la guerra civil y se deje de repetir el mantra de las subvenciones.

Reivindiquemos el cortometraje, llenemos el Capitol cada mes y apoyemos el cine español de una puñetera vez porque esta muy claro que talento no falta, solo hay que dejarlo aflorar.

Pedro Pérez (aka Findor)