03 agosto, 2007

STAFF ESCORTO: DOS ROBERTOS: ALCOVER OTI Y GARCÍA-OCHOA




- Roberto, ¿cómo entiendes la crítica cinematográfica ahora y aquí?

Bueno, la crítica es uno de los géneros literarios más complejos, sino el que más; y lo es porque tiene que ser capaz de afrontar un peliagudo equilibrio entre la expresión personal del analista y la preocupación por el lector. El problema ha sido el desafortunado proceso de disolución al que se ha visto sometida con el paso de los años, que la ha conducido a un estado de postración creativa así como a un alejamiento del público, que cada vez más observa al crítico como un individuo “raro” y al borde de la desaparición.

La crítica cinematográfica, por tanto, no debe restringirse a un mero coto opinativo (que es a lo que se la ha reducido desde algunas tribunas) sino debe erigirse como un ejercicio de partida, abierto a toda clase de influencias y teorías, y por tanto rica en su contexto cultural. De ahí que siempre defienda toda clase de aproximaciones, por muy bizarras o contraproducentes que éstas puedan parecer…..eso sí, siempre y cuando se sustenten en la reflexión concienzuda, y no en un hueco ejercicio de ombliguismo y deseo de epatar al personal. Pero minimizarla a un ejercicio de inferencia sobre la obra del autor, a intentar dilucidar qué es lo que quería transmitir tal director, me parece agotar de manera alarmante sus recursos. Todo parece reducirse a un concurso de tiro con arco donde gana el que más se acerque al blanco, que no es otro que la opinión del autor sobre su propia obra. Para eso, que le pregunten directamente al director en cuestión y nos evitamos tanto desgaste de neuronas. En base a lo anterior, hoy en día admiro a críticos como Carlos Losilla, Gonzalo de Lucas, o, pese a su irregularidad, a Antonio José Navarro, mientras que en el medio virtual a otros como Manuel Ortega o Manuel Yáñez, porque intentan desligarse de lo prototípico, de lo estandarizado, para trazar mapas cinematográficos que abarquen otras clases de territorios menos transitados.

Pero por encima de todo, la crítica es una necesidad, un vehículo como otro cualquiera para expresarte, para dar rienda suelta a una pulsión muy fuerte que bulle dentro. Dicen que el crítico se basa en una obra ajena, pero el artista se basa en una obra todavía mayor que es el mundo en sí mismo. Yo no veo demasiadas diferencias. El crítico no existe (o no debería existir) para juzgar a los demás ni para “ponerlos a parir”, sino para reflexionar sobre las cosas de la misma manera que lo hace cualquier otro artista. Pero es al mismo tiempo un acto muy difícil porque exige también un compromiso con el lector.

- ¿Cómo interactúa ésta con tu formación en Psicología?

Desde que el cine se convierte en una herramienta que interactúa con el ser humano, la Psicología pasa a ser una pieza fundamental en esa comunicación. Digamos que el diálogo que establecemos con una película puede ser igual que aquel que entablamos con otra persona, donde chocan nuestra visión del mundo, nuestra moral e identidad con otro sistema de ideas tan alejado del nuestro; y de esa lucha emerge un nuevo yo, que se construye siempre en base a lo flexibles o rígidos que seamos. A un nivel más técnico, dicha interacción puede rastrearse desde muy temprano con las teorías de Münsterberg o de Rudolf Arnheim, capaces de conjugar la psicología experimental o la Gestalt con los mecanismos de percepción del espectador. Y a esto podemos añadir el auge de las teorías psicoanalíticas aplicadas al cine que parecen ser retomadas en el presente por un tipo tan interesante como Slavoj Zizek.

Por tanto, Crítica y Psicología están tan unidas que es imposible entender una sin la otra, incluso para aquellos que no tienen formación en la segunda. Cuando nos acercamos a una película, estamos atentos a las reacciones de los personajes, a la construcción de su personalidad, criticamos cuando un protagonista es esquemático porque creemos que no se ajusta a la riqueza de la realidad….como ves, es una refriega constante.

Luego uno, con su formación, puede afinar más o menos la vista y aportar aquello que más o menos puede. Evidentemente un licenciado en Filosofía tendrá un background muy superior a la hora de confrontar un largometraje con diversas teorías filosóficas, y lo mismo ocurre en mi caso con la Psicología, pese a que intento no perder de vista nunca el análisis puramente cinematográfico. De todos modos, mi interés hacia la relación del cine con el espectador es global, desde las interacciones psicoanalíticas (o el film como campo de batalla donde damos rienda suelta a nuestras instancias más reprimidas), hasta la reelaboración de los constructor en base a la experiencia fílmica (cognitivismo), pasando por el aprendizaje de conductas partiendo de los modelos cinematográficos (aprendizaje vicario).

- Teniendo en cuenta que realizaste un Máster en Teoría y Crítica del Cine, ¿crees que es necesaria la educación complementaria para afinar y perfilar la propia aptitud para el análisis cinematográfico?

Es posible, pero tampoco es definitoria. La formación única y exclusivamente te provee de cierta disciplina y metodología a la hora de enfrentarte al hecho cinematográfico, es decir, te ayuda a centrarte y a repasar de manera más pausada y concreta la Historia del Cine. Pero el autodidactismo y el interés personal sigue siendo las herramientas fundamentales, y las que casi todos compartimos. De hecho, ¿cuántos cursos sobre crítica hay en España? o más concretamente: ¿la gente es capaz de aceptar que la crítica pueda ser un fin en sí misma y no un medio para aquel incapaz de rodar una película? Parece mentira, pero hay clichés estúpidos que siguen sin ser superados.

En mi caso, el cursar el Máster me aportó muchas más cosas a nivel personal que a un nivel puramente analítico. Es cierto que de algún modo me ayudó a organizar mis ideas con respecto al cine (y por tanto, al mundo), pero como somos unos organismos en constante aprendizaje y las interacciones son tan complejas, nunca seré capaz de discernir a qué pudo deberse cada cosa. Vamos, que durante el año que pasé en Barcelona se sumaron un buen número de variables..…jejeje.

- Háblanos un poco sobre tu experiencia en medios especializados.

Yo empecé a escribir de manera seria a finales de cuarto de carrera para un proyecto online, uno de tantos que comienzan con fuerza y que terminan desapareciendo sin que existan razones más o menos claras para ello. También fue la época del “boom” de los blogs, así que me creé uno que aún hoy mantengo (por poco tiempo….), y que en su momento suponía un espacio donde volcar mis inquietudes, y descansar del estudio. A partir de aquí fui moviéndome como pude por la web, colaborando en diferentes sitios. Por ejemplo, siempre agradeceré a Ferdinand Jacquemort la oportunidad que me dio para escribir en Tijeretazos, cuando yo era consciente de mi poca experiencia y todavía menos nivel para acceder a ella. Actualmente, sin contar otras colaboraciones esporádicas, estoy asentado en Miradas de Cine, proyecto al que me uní no hace demasiado tiempo y donde estoy realmente contento dado que me considero como parte de una gran familia que pese a las discusiones internas, siempre sale adelante. Muchos nos critican que somos una web sin línea editorial, y aunque a mí siempre me ha dado un poco de miedo eso de línea editorial (por aquello de lindar con el pensamiento único), sí que tenemos una línea firme: hablar sobre el cine que nos gusta, sobre el que nos dé la gana, sin cortapisas ni servidumbres de ningún tipo, ni adhesiones a ningún “ghetto” de moda.

Por lo demás, en los próximos meses estaré un poco alejado de la escritura por temas personales (salvo Escorto, of course). Si hay algo de lo que uno adquiere conciencia a medida que se introduce más en este mundo, es de la dificultad para intentar hacerse un hueco en él, mientras se da cuenta de la cantidad de mediocridad asentada en cúpulas más altas. Pero vamos, es algo con lo que hay que convivir, así que mientras la crítica es una maratón que uno va corriendo en paralelo, hay otras cosas que deben ser priorizadas a corto plazo.

- ¿Qué te satisface como espectador?

Uffff…..mira David, si antes he sido un “coñazo” con unas respuestas tan largas, aquí no me meto demasiado…jejeje. Consumo básicamente de todo, y me intereso por toda forma cinematográfica. Por supuesto que hay cosas que disfruto más que otras, aunque intento que mi acercamiento sea lo más plural posible, pese a que en ocasiones me suponga alguna que otra pérdida de tiempo. Si tengo que ser más específico, te diré que intento ver el mayor número de películas de terror que se estrenan en el año (por aquello de ser mi género favorito). Pero tampoco voy a entrar a dar nombre específicos, mejor vamos a dejarlos para las charlas futuras en Escorto, jejeje.

- Centrándonos en el tema principal de este cuestionario, ¿cómo entraste en contacto con la organización de Escorto?

Es una historia sencilla. Resulta que habéis entrevistado hace nada a una personita a la que me une una relación, digamos, “especial”. Tras el año pasado que yo no pude acudir al festival, ella se puso en contacto con Raúl Cerezo para colaborar, y como aquí todos estamos conectados, pues Raúl se interesó por mi trabajo y contactó conmigo para convertirme en nuevo crónico de Escorto. Y aquí estamos tú y yo ahora…jajaja.

- ¿Cuál es tu labor como miembro del staff del festival?

Pues como te comentaba antes, mi labor se centra en ver y comentar los cortometrajes a competición. Lo cierto es que no es un trabajo nuevo para mí porque en los festivales a los que he acudido la labor es parecida; no obstante, tengo la sensación de que en esta ocasión el volumen de visionados será muchísimo mayor….pero vamos, estoy lejos de quejarme por ello. Aahh, y creo que también hay oportunidad de participar en una cosita anexa al festival que un tal David se encargaba de coordinar….

- A nivel profesional, creativo y personal, ¿qué crees que te aportará este trabajo?

Evidentemente, siempre es un gustazo asistir a un festival y disfrutar del mismo. Además, yo nunca he acudido a un certamen especializado en cortometrajes, con lo cual tengo la oportunidad de imbuirme en un medio casi nuevo para mí. Hasta ahora, mi acercamiento al cortometraje se reduce a ver las obras primerizas de cineastas ya conocidos, y con Escorto puedo acercarme a un estilo de trabajo acaso más puro y cercano, y no tanto revisionista como ha sido hasta ahora. Incluso he de perfilar mi aproximación crítica a otra manera de entender el formato cinematográfico. No sé, es algo distinto y eso siempre enriquece.

A nivel personal, estoy deseoso de conocer a ilustres miembros del “universo Internet” a los que hasta ahora apenas soy capaz de ponerles cara. Además, podré coincidir una vez más con mi ex – profesor y buen amigo Tonio L. Alarcón. Al final, no importa si el nivel artístico no es el esperado, un festival puede arreglarse de muchísimas maneras….y viceversa....jajaja.

- Como debutante en el festival, ¿qué expectativas tienes acerca del mismo?

Aunque no pude acudir el año pasado, me ha llamado mucho la atención la ambición demostrada por los fundadores de Escorto. Pese al amplio abanico (cada vez más) de festivales especializados en cortometrajes, Escorto nace con una clara vocación generalista y sobre todo, de resumir la producción anual de este formato. Solo espero que el tiempo y los factores externos respeten su pervivencia, y que poco a poco vaya creciendo todavía más. Es más, tuve la oportunidad de ver varios de los cortos ganadores el pasado año, y había un gran nivel cualitativo. Y es que pese a ciertos comentarios de los dos Raúl o de Coti, las expectativas continúan siendo altas.

- Gracias Roberto, nada más por el momento. Puedes añadir lo que quieras.

Nada más David, muchas gracias a ti por tu labor, realmente incansable. Ya sabes, ¡¡¡que poquito queda!!!!!

- Pues como siempre, me despido hasta nuestro encuentro en Escorto 2007. Hasta pronto.




- Roberto, ¿cómo nace la cinefilia en un inminente ingeniero técnico en informática?

Todo se remonta, precisamente, a mi primer año de carrera. A mí siempre me ha gustado el cine, pero hasta dicho momento sólo a un “nivel estándar”, esto es, veía las películas que se suelen ver, las de fácil acceso (en todos los sentidos), también por dos sencillas razones: carecía de la madurez y de los medios necesarios para poder ir un poco más allá y explorar rincones ocultos.

Fue entonces, en ese primer año fuera de casa, en Ciudad Real, y durante el cuál me alojé en una residencia universitaria, cuando tuve la enorme suerte de encontrarme con un gran ambiente, totalmente distinto a lo que yo había vivido hasta aquel momento, y descubrir nuevas y muy valiosas personas y experiencias. Entre ellas, claro está, el cine. Debo gran parte de mi “iniciación” a aquellos entrañables, añorados, eclécticos y muy interesantes ciclos de cine de la residencia, donde tuve la oportunidad de abrir mi mente y mis conocimientos a nuevas propuestas, diferentes a lo que yo conocía; sorprendentes al principio, necesarias para salir del triste convencionalismo habitual, al final; para darme cuenta, en definitiva, que me quedaba aún mucho cine por descubrir. Ahí comenzó el largo y reconfortable camino de esta pasión.

- ¿Te consideras autodidacta en lo que a crítica cinematográfica se refiere?

Absolutamente. Desde aquel año no he hecho más que preocuparme por ver cada vez más y mejor cine, intentando siempre aprender de cada película, de cada nueva experiencia. Y nada mejor, al respecto, que prestar atención a los escritos de gente experta en la materia, como la mayoría de las veces -no siempre- son los críticos, para reflexionar y complementar la particular visión personal sobre lo visto que posee cada individuo. Programas televisivos (alguno lamentablemente ya extinto), algún buen libro con el que instruirse y disfrutar (no, no son tareas incompatibles, en la crítica tampoco), y sobre todo revistas especializadas para estar al día de este arte y tomar referencia a la hora de escribir.

Pero todavía queda mucho por aprender, y en un futuro me gustaría poder realizar algún curso especializado en la materia para perfeccionar impresiones y gustos y poder tener un contacto real, directo, con la persona que me pueda ayudar a mejorar; veremos si puedo compatibilizar mi futura labor profesional de informático con dicho empeño.

- ¿Cómo fue tu experiencia en el ya desaparecido fanzine La Menor?

Fue algo muy grande. Es donde tuve la posibilidad, por primera vez, de expresar mis ideas y que la gente pudiera leerlas, lo cual le llena a uno de satisfacción, y lo que tiene como consecuencia directa, y que es más importante aún, que la gente te cuente sus impresiones sobre lo que lee, que nunca está de más para mejorar. Además, conocí a gente muy válida y que, al igual que yo, disfrutaba con lo que hacía, poniendo muchísima ilusión y empeño por seguir adelante y poder sacar un número y, después, el siguiente (lo que nunca estaba garantizado del todo). Tuvo muy buena acogida, y llegamos a hacer fiestas de presentación hasta en Madrid (realmente magníficas y divertidas todas ellas), pero prácticamente dependía de una única persona que se encargaba de mover todo, y al final se debilitó. Ahora la echo mucho de menos.

Para mí ha sido la rampa de lanzamiento hacia todo lo que hago ahora, y en ese sentido, le debo mucho a la revista y, en especial, a una persona como Ángel Luis González, director de la publicación.

- ¿Para qué otros medios has colaborado?

Escribo en elzoomerotico; he estado en algún rodaje y he podido entrevistar a algunos de los responsables de los cortometrajes que en ellos se preparaban, así como realizar alguna crítica de los trabajos finales. Espero poder seguir colaborando durante muchos años en una página tan reconocida a nivel cortometrajístico.

Además, están pendientes varios proyectos para un futuro (esperemos) no muy lejano: un nuevo fanzine con algunos de los que colaborábamos en LA menor y una página web coordinada por un gran amigo, precisamente uno de los responsables de aquellos primerizos ciclos de cine de los que hablaba anteriormente.

- Este año repites en Escorto tras la magnífica crónica que firmaste en la pasada edición. ¿Cómo nace esta relación con el Festival de Cortometrajes de El Escorial?

A través de LA menor fue como conocí a Raúl Cerezo, ya que allí publiqué un comentario crítico de uno de sus trabajos así como una entrevista. Más tarde comencé a colaborar en el zoomerotico y, a partir de ahí, fue él mismo quien me propuso que participara en el festival, en calidad de cronista para la página web del certamen (además, obviamente, de para el fanzine). En un principio me asustó el cometido, pero llevado por una tremenda ilusión y ganas de hacer las cosas bien, y animado a aprender y ayudar a sacar adelante este ilusionante proyecto, me decidí y acepté. Ahora me siento muy satisfecho por el trabajo realizado.

- ¿Cuál será tu tarea en esta ocasión?

Parece que esta vez realizaré la crónica para elzoomerotico, pero además he sido propuesto para formar parte del jurado que elegirá el mejor spot a concurso, lo cual me complace sobremanera e intentaré colaborar a realizar una labor lo más justa posible en el resultado final.

Además, y tal y como ya hiciera el año pasado, estaremos por allí realizando entrevistas a pie de espectador y protagonistas, así como realizando críticas de los trabajos que se puedan ver, participando en la redacción de los textos para el previsto boletín diario del festival.

- Junto a Roberto Alcover y un servidor, formarás parte del jurado que decidirá que espot merece ser reconocido este año con todos los honores. ¿Qué te parece esta propuesta dentro de las secciones del festival?

En primer lugar, y como he dicho antes, para mí es un gran honor el poder realizar esta labor, y más en compañía vuestra: a mi tocayo no lo conozco personalmente, pero le he podido leer y parece una persona bastante conocedora del medio, por lo que será interesante estar a su lado y compartir opiniones; a ti ya te conozco y ya hemos tenido la ocasión de trabajar juntos, por lo que existirá mucha más complicidad y eso ayudará en gran medida.

En cuanto al tema de los spots, ya lo comentaba yo en mi crónica del año pasado: es uno de los grandes puntos a favor del festival. Normalmente estos eventos están muy marcados por una ortodoxa línea a seguir, y la idea de proponer la realización de trabajos totalmente amateurs, de manera alternativa y paralela a la sección oficial de cortometrajes a concurso, y hechos con el único propósito de ayudar desinteresadamente a dar a conocer y colaborar con el festival, le da a éste un punto de diferencia, frescura y un cierto espíritu joven muy a tener en cuenta. Desde luego que es una propuesta muy loable.

- A nivel profesional, creativo y personal, ¿qué te reporta este trabajo?

Lo más. Después de tan tajante respuesta no haría falta que siguiera, pero de manera breve: personalmente me enriquece y me ayuda a crecer, en muchos sentidos; además me ofrece la posibilidad de seguir expresándome acerca de lo que más me gusta, con mis errores y mis aciertos, y eso es lo que cuenta creativamente hablando; por último, a nivel profesional, me favorece para seguir formándome y aprendiendo en este apasionante campo de la escritura, que aunque poco tenga que ver con la informática, mucho tiene que ver con los sentimientos.

- Como ya comentaba, ambos ya sabemos lo que es vivir Escorto durante unos días. ¿Cómo recuerdas la experiencia de 2006?

Antes dije que en un principio me asustaba en cierta medida el reto. Pero tras llegar allí y ver, en los primeros instantes, que estaba rodeado de gente igual de incierta ante algo nuevo, pero a la vez tan ilusionada y con las mismas ganas que yo por hacer las cosas bien, y, sobre todo, constatar que se trataba de gente muy abierta y receptiva desde el primer momento, los nervios desaparecieron casi por completo y me limité a disfrutar.

Y es que todo fue rodado: desde el mismo interior de la sala donde se proyectaban las películas, hasta las comidas (todas con un compadreo muy sorprendente y agradable), pasando por alguna que otra fiesta muy digna, así como los instantes finales del festival, sabedores todos de haber vivido una experiencia muy a tener en cuenta, todos (y todo) quedó muy satisfecho. Esa es mi impresión, y para constatarla de primera mano remito a la lectura de las distintas crónicas que los que allí estuvimos realizamos, donde queda perfectamente reflejada la fé en esos días. Todos ayudamos; todos lo logramos.

- ¿Cómo recomendarías la asistencia obligada al festival?

Como acabo de decir, basta con leer algo sobre la pasada edición para percatarse del “buen rollo” allí vivido, ¿y a quién no le apetece vivir unos días pasándolo genial, en un ambiente inmejorable, teniendo la oportunidad de charlar con algunos nombres importantes del cine español y disfrutando de unas buenas sesiones cinéfilas? Algarabía no faltará, eso seguro; buen cine, tampoco; ¿qué más se puede pedir? Pues eso, no hace falta decir más…

- Muchísimas gracias Roberto, ahora puedes añadir lo que te plazca.

Pues nada, eso: que nos vemos en Escorto en septiembre. Será una grandísima experiencia de nuevo, estoy seguro de ello. Y gracias a ti.

- Estupendo. Hasta pronto, será un placer reencontrarnos en Escorto 2007 y comentar la jugada.

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