Siempre me ha parecido que antes de introducirse en una obra es necesario en poner en conocimiento al lector una pequeña introducción en torno al autor de la misma, con el fin de poder enlazar un contexto y, como no, saber a que atenernos. Por ello, antes de meternos en un breve análisis de "Chatarra", conozcamos algo de su director, el madrileño Rodrigo Rodero, nacido en 1974 y diplomado por la ECAM, que inició su andanza por el mundo del audiovisual de corta duración en 2003 con el cortometraje "Kundas", donde ya dejaba entrever el relieve de la más profunda sociedad española, en un relato de toxicómanos ambientado en el Madrid de 1997. Su segundo trabajo, el cual nos disponemos a analizar, parte de una adaptación de una historia homónima del escritor Daniel Ruiz que en 1998 ganó en el II Certamen Literario de la Universidad Politécnica de Madrid que le llevó a publicar la novela que sirve de base. El cortometraje no solo recibió (y aun sigue recibiendo) premios nacionales e internacionales, si no que además estuvo preseleccionado a los Oscar, lo cual pone de manifiesto, pese a la notable crítica en contra de algunos compañeros, la buena salud del cortometraje español, que no solo goza de nominaciones como las de Juan Carlos Fresnadillo (Esposados) o Nacho Vigalondo (7:35 de la mañana), si no de preselecciones como las de Rodero, Alberto Ruiz Rojo (Diez minutos), Chus Dominguez (El precio de la dote), Iván Sainz Pardo (el sueño del caracol), Daniel Sánchez Arévalo (Física II) o más recientemente Borja Cobeaga (Éramos pocos) o Lluis Quílez (Avatar). Recordemos que estas preselecciones se hacen automáticamente al ganar en ciertos certámenes o en su defecto, en cierto número de ellos, con lo cual no es una elección a la ligera, si no un escalón que demuestra cuando un cortometraje ha alcanzado la suficiente repercusión en festivales como para dar el paso a la ansiada y necesaria aunque sobrevalorada alfombra roja.
"Rodrigo Rodero"
Ya pasando a la obra en sí, la historia de Chatarra nos sitúa como tantas otras historias, con la aparición de un cadáver, la de la joven Irene, encontrada en el río de una pequeña aldea minera en lo más profundo de la España de 1979. la historia, que transcurre a lo largo de 20 minutos que en ningún momento se hacen lentos, está estructurada en una serie de "capítulos" que llevan por título nombres de personajes o de lugares, pues, con esta trama tan sencilla, Rodero no pretende contarnos nada sobre un supuesto crimen, si no hablarnos de la historia de un pueblo, y como la noticia de la aparición del cadáver, marca un antes y un después entre sus habitantes. Recuerdo, y en su momento quedó constancia, que la primera vez que vi este cortometraje, también me tocó escribir una muy breve crítica en torno a el, y allí dejé claro que no estaba especialmente satisfecho con la resolución del mismo; el nuevo visionado de la obra me ha demostrado que estaba en un error, pues, lo de menos es "que ha pasado" si no "en que cambiarán las cosas". Es curioso que, el principal defecto que le encuentren sus detractores es lo arquetípico/tópico de los personajes, particularmente por su caracterización, pero a mi entender eso es muchísimo más claro a la hora de definir a cada uno, a veces, con un simple plano, sin entrar en detalles que podrían alargar, innecesariamente la historia. Las interpretaciones se ajustan totalmente, resultando contenidas y adecuadas, algo de agradecer, pues suele ser un punto flaco de la mayoría de los cortometrajes. La fotografía es uno de los puntos claves de este cortometraje, que intercala tonos apagados y grises, ambiente árido y amplios exteriores en planos cortos, con interiores y colores más cálidos para representar los "flashbacks". En sus defectos, destacar que la música se incrementa y termina por tomar demasiado protagonismo. Un interesante montaje paralelo remata la obra, entre pasado y presente.
Es, sin lugar a dudas, lo más interesante ahora mismo en Fotogramas en Corto. Certamen que este blog deja aparcado temporalmente, para centrarnos en la ardua labor del Notodofilmfest y algunos artículos de especial interés que iremos alternando. Así que por el momento, las Críticas Instantáneas descansan a la espera de algún producto que destaque o brille en dicho certamen, que este año se está caracterizando por una enorme falta de riesgo en favor de propuestas técnicamente impecables pero poco destacables tanto artísticamente como argumental y narrativamente.
by Henrique Lage
PRÓXIMAMENTE: "On your Mark" de Hayao Miyazaki
"Rodrigo Rodero"
Ya pasando a la obra en sí, la historia de Chatarra nos sitúa como tantas otras historias, con la aparición de un cadáver, la de la joven Irene, encontrada en el río de una pequeña aldea minera en lo más profundo de la España de 1979. la historia, que transcurre a lo largo de 20 minutos que en ningún momento se hacen lentos, está estructurada en una serie de "capítulos" que llevan por título nombres de personajes o de lugares, pues, con esta trama tan sencilla, Rodero no pretende contarnos nada sobre un supuesto crimen, si no hablarnos de la historia de un pueblo, y como la noticia de la aparición del cadáver, marca un antes y un después entre sus habitantes. Recuerdo, y en su momento quedó constancia, que la primera vez que vi este cortometraje, también me tocó escribir una muy breve crítica en torno a el, y allí dejé claro que no estaba especialmente satisfecho con la resolución del mismo; el nuevo visionado de la obra me ha demostrado que estaba en un error, pues, lo de menos es "que ha pasado" si no "en que cambiarán las cosas". Es curioso que, el principal defecto que le encuentren sus detractores es lo arquetípico/tópico de los personajes, particularmente por su caracterización, pero a mi entender eso es muchísimo más claro a la hora de definir a cada uno, a veces, con un simple plano, sin entrar en detalles que podrían alargar, innecesariamente la historia. Las interpretaciones se ajustan totalmente, resultando contenidas y adecuadas, algo de agradecer, pues suele ser un punto flaco de la mayoría de los cortometrajes. La fotografía es uno de los puntos claves de este cortometraje, que intercala tonos apagados y grises, ambiente árido y amplios exteriores en planos cortos, con interiores y colores más cálidos para representar los "flashbacks". En sus defectos, destacar que la música se incrementa y termina por tomar demasiado protagonismo. Un interesante montaje paralelo remata la obra, entre pasado y presente.
Es, sin lugar a dudas, lo más interesante ahora mismo en Fotogramas en Corto. Certamen que este blog deja aparcado temporalmente, para centrarnos en la ardua labor del Notodofilmfest y algunos artículos de especial interés que iremos alternando. Así que por el momento, las Críticas Instantáneas descansan a la espera de algún producto que destaque o brille en dicho certamen, que este año se está caracterizando por una enorme falta de riesgo en favor de propuestas técnicamente impecables pero poco destacables tanto artísticamente como argumental y narrativamente.
by Henrique Lage
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