29 junio, 2008

LOS CRONOCRÍMENES: EL SER Y EL TIEMPO


ATENCIÓN SPOILERS: El análisis que están a punto de leer contiene datos esenciales del desarrollo de la trama. Quedan pues advertidos nuestros fieles. Allá cada uno y su conciencia...



Una vez cada cierto tiempo, ocurre en la pantalla grande algo realmente especial; ocurre en contadas películas, y debido a las tendencias acumulativas de los últimos cines, ocurre cada vez con menos frecuencia. Pero de vez en cuando, una película logra alinear fondo y forma, guión y realización, intenciones y resultados, en una ecuación cósmica capaz de hacernos disfrutar de una forma nunca antes experimentada.

En efecto, es el caso de “Los Cronocrímenes”.

Nacho Vigalondo ha estrenado su película. Una sentencia vulgar a priori, máxime cuando estamos acostumbrados a presenciar los tránsitos de su figura multiplicada en opiniones, banalizada hasta la náusea en el sistema ocular arácnido de los foros de Internet. Pero lo cierto es que ahora nada de eso importa. “Los Cronocrímenes” está siendo proyectada en los cines de toda España, y todos podemos asistir a esta inyección de puro talento narrativo, a este oasis laberíntico que en sus 80 minutos escasos plantea una intensa y gratificante dialéctica con su audiencia. Una película en suma en la que, paradójicamente, se olvida el reloj hasta los mismos créditos finales.

Vigalondo viene demostrando desde los inicios de su carrera en el cortometraje que a su talento le sobran las situaciones amplias: desde “Código 7” a “Domingo”, pasando por la nominada al Óscar “7:35 de la mañana”, su maestría en el empleo del contexto, y su facilidad para no consumir sus creaciones en el mero ejercicio de estilo (sin duda el gran cáncer del cortometraje español actual), le han valido la merecida fama de gran talento, promesa blanca, semilla nueva y demás epítetos monacales. Riguroso e imaginativo teórico de su propio arte, al modo de los cineastas europeos de los 60 (costumbre ésta desafortunadamente en desuso en el cine actual), y fiel a sus acostumbradas premisas minimalistas, en ésta, su ópera prima en el largometraje, le bastan cuatro personajes y un par de escenarios para elaborar un soberbio ajedrez de la lógica y la condición humana.


Resulta arduo enfrentarse al ejercicio crítico preciso de una película soslayando los giros de trama, cuando la misma se alimenta casi exclusivamente de esos giros. En plena era dorada del spoiler, del giro inesperado aunque lógico de los acontecimientos, Vigalondo recicla las herramientas estructurales implantadas por la nueva ficción televisiva americana para ofrecernos, mediante su alquímica labor de cineasta, nada menos que el espectáculo de nuestra propia inteligencia. Efectivamente, la honestidad de su trabajo le convierte en mediador tanto como en artífice: sin semiologías vacuas, sin alardes de realización, con una factura feísta y funcional, nos sorprende con un artefacto sin fisuras, lineal desde el fragmento, capaz de mostrarnos la información en la misma proporción con que nos invita a extraer nuestras propias conclusiones, con un hábil juego de manos que nos desintoxica de la habitual (lineal, incoherente) tónica de las películas sobre viajes temporales.

No obstante, sería injusto adjudicar a este filme la condición de mero ingenio narrativo (que no sería poco). En especial porque este aparato, aún brillante en su concepción, no es más que la perfecta autopista para un festival ontológico en torno a Héctor, el protagonista transformado en inocente antagonista, para finalmente acabar perpetrando un crimen atroz con objeto de alcanzar algo así como un final feliz. Y esto se hace evidente en la medida en que no son tan importantes las paradojas temporales como las emanadas del propio comportamiento del personaje, obligado por éstas: así, durante la frenética cinta, asistimos en primer lugar a la configuración de una Némesis casi mitológica, la icónica momia rosa, para más adelante reconducir el punto de vista hacia una segunda versión de Héctor, que cae en la cuenta de su condición de antagonista y acaba convirtiéndose en una revisión desmitificada del monstruo que le perseguía, en un villano esforzado en serlo. Es esta dinámica de decisiones puestas en práctica según informaciones sesgadas, la que ocasiona que la resolución de un problema cree otro mayor, en una cebolla estructural cuyas capas son presentadas desde el núcleo hacia el exterior, y a cuyo término nos espera una conclusión inquietantemente inofensiva.


La oposición de las cartesianas inclemencias de los viajes en el tiempo al carácter marcadamente humano del protagonista (a pesar de las explicaciones del científico sobre su “doble”, no acaba de entender qué hace su mujer “con otro tipo”), produce por tanto la chispa de un acontecimiento cinematográfico diferente y único, en el punto exacto entre la obra de entretenimiento y la de autor, sin caer en la ingenuidad conceptual de la primera (véase “El efecto mariposa”), ni en la augusta presuntuosidad de la segunda (véase “Primer”). Definitivamente Nacho Vigalondo se revela con su ópera prima como el autor ideal, equiparable en carácter y funciones con el científico al que significativamente interpreta en su propia película: un compañero inteligente y humilde que nos acompaña siempre un paso por delante, preparándonos el terreno para una fiesta sorpresa dedicada exclusivamente a nosotros: la prodigiosa, turbadora e inesperada fiesta de su cine.

27 junio, 2008

25 junio, 2008

Teoría sobre la Piratería


Si usted vive de los derechos de autor, ya sea cantante, director, productor, distribuidor, gerente
de una tienda de discos o videoclub,... no tiene de qué preocuparse, en un par de años la piratería actual será sinónimo de horterada; ver en Internet el peliculón recién estrenado en cines es, incluso hoy día, el síndrome del mal gusto; bajarse de la Red el nuevo disco de tu grupo favorito y LUEGO no comprarse el CD original es directamente un insulto a la estética del pensamiento, y acabará siendo penalizado no por la justicia (que pasa de todo) sino por las propias personas.


-EL ERROR DE LOS CONSUMIDORES-
Igual que sucedió con el pirateo de las cintas VHS en su momento, el aficionado a la piratería acabará por cansarse de piratear cosas en realidad no va a visionar jamás y terminará alquilando y comprando lo poco o mucho que considere merecedor de ser alquilado y comprado. Como consecuencia, la gente se volverá más selectiva ya que los discos y películas que se vayan a comprar seguramente ya los hayan visto antes de forma gratuita en Internet, y tan sólo lo mejor de lo mejor acabará sacando beneficios del melómano y videófilo, quienes comprarán siempre con ánimo de coleccionismo y nunca con la simple intención de consumir. Es decir, adiós a los Max Mix 7, Bolero Mix 8, 2001 Una Odisea Musical, Independance Mix,...
En Internet se utiliza el eMule de sobremanera, bajando material y material que se almacena en CDs y DVDs (eh! y Blu-rays!) que nunca serán leídos. Es lo que se conoce científicamente como “ansiedad internetil”, una efermedad que consiste en bajar la mayor cantidad de Gigas posibles, para sentir que aprovechas tu conexión al máximo. Si usted padece estos síntomas, no se preocupe, con el tiempo volverá a la normalidad. Y si usted vive de los derechos de autor, ya sea cantante, director, productor,distribuidor, gerente de una tienda de discos o videoclub,... tampoco tiene de qué preocuparse, en un par de años la piratería será sinónimo de horterada; ver en Internet el peliculón recién estrenado en cines es, incluso hoy día, el síndrome del mal gusto; bajarse de la Red el nuevo disco de tu grupo favorito (Radiohead) y LUEGO no comprarse el original es directamente un insulto a la estética del pensamiento, y acabará siendo penalizado no por la justicia (que pasa de todo) sino por las propias personas.
“Me bajé un screener de la última de Pixar!” ¿Se puede caer más bajo diciendo frases como ésta? (No). Por desgracia siempre habrá gente muy por detrás de la mayoría que te dirán cosas como ésta a la cara y con la cabeza bien alta, como si hubieran acometido una gran hazaña. Pero con el tiempo esa gente (esa forma de pensar) se irá extinguiendo y llegará el día en que se valore la calidad por encima de la cantidad; ¿por qué? Pues porque en la Red la cantidad de información aumenta a cada segundo. Hace unos pocos años, algunos guardábamos en nuestro disco duro todo aquel vídeo, foto y hasta pps gracioso o impresionante que nos encontrábamos; en cambio esto hoy no ocurre porque Internet es ya como el Gran Disco Duro Mundial (ww¿hd?). Es decir que la información digital en la actualidad carece de valor, de valor económico, y la mejor manera de vender un producto será incentivando el ansia de coleccionismo material que todos tenemos, cosa que NO están haciendo las compañías.


-EL ERROR DE LAS COMPAÑÍAS-
La piratería es un problema, y bien gordo, pero la solución desde luego no está en el absurdo de pretender que el consumidor deje de piratear.. porque sí. Sobre todo habiendo leyes al respecto que son más simples que las normas del parchís y se contradicen pues es éste un mundo demasiado nuevo para ese carroza llamado Gobierno. Y, mientras no se aclaren, la gente seguirá pirateando con todas o casi todas las de la ley. A veces hasta quienes se lucran con la piratería, como los manteros, salen impunes de cargos porque, según el juez de turno, “lo hacen para comer”...
El famoso tema de la SGAE y su canon “por si acaso”, son otro de los activistas en pro, y no
en contra, de la piratería. Su estrategia de cobrar por todo a favor de los autores, lo único
que ha conseguido es poner a todo el mundo en contra de la SGAE y por inercia incluso a favor
de la piratería. De hecho si te compras un CD para grabar tus fotos, te entran ganas de usarlo
mejor para piratear algo y así al menos le sacas partido al canon que te han cobrado; y que
por supuesto ese dinero no va para los autores tal y como nos lo venden, sino que va para las
sacas de Bisbal, Alejandro Sanz y Ramoncín, rey de todo este pollo frito. Como dato curioso: no
dejen de visitar la Wikipedia buscando por SGAE y verán el cambio de sede que tienen previsto,
del Palacio Longoria al Palacio del Infante Don Luis.
Como vengo diciendo desde el principio, uno de los problemas principales y que además no se tiene nunca en cuenta, es el tema del valor material, es decir, el soporte físico. Tanto los CDs de música, como las películas en DVD y Blu-ray, no son más que trozos circulares de plástico donde se almacena la información que bien se puede conseguir en la Red casi siempre pero, aun así, los compramos. Esto es por varias razones, o bien porque se desconoce la forma de conseguirlos por Internet de forma gratuita o bien porque tu afán de coleccionismo y tu mínimo respeto y buen
gusto por lo original te invitan a comprar ese material nuevo aunque ya lo hayas visto y escuchado de forma “no oficial” mil veces.
Es lo mismo que ocurre con la ropa; siempre habrá quien prefiera comprarse unos Levi’s piratas en el mercado por ser más baratos, y hay quien nunca lo haría porque se traicionaría a sí mismo y se sentiría estúpido. Y no hablo de gente rica y gente pobre, sino de gente con buen y con mal gusto; siendo ambos pobres, el del buen gusto se habría comprado en el mercado ropa sin marca, pero nunca unos Levi’s, que la gracia de dichos pantalones está en que sean originales precisamente.
Pues bien, ahora es como si ese mercado, Internet en este caso, se hubiera extendido tanto que
parezca que todos los compradores se pongan a piratear y sea el fin del mundo del vídeo y la música... Pero de eso nada; lo que ocurre es sólo que, la gente que nunca ha comprado ni compraría jamás, ahora se baja material pirata a montones, porque es la moda, pero esta gente no es el problema ni debería preocupar a la industria del vídeo y la música, pues ellos nunca comprarían nada aunque se les quitase el cable de Red de por vida. El problema está en esa gente que siempre ha comprado y ahora deja de hacerlo al encontrarse con ese canal gratuito llamado Internet.
Para conseguir a esta gente de nuevo se debe recurrir, insisto, a una mejora constante del soporte físico; no limitarse a meter ese círculo de plástico en una caja con portada de todo a 100 y pretender al mismo tiempo que desaparezca la piratería que está en su momento cumbre... Lo que deben hacer ahora las compañías es ponerse las pilas e intentar incentivar o incluso activar el instinto de coleccionismo que todos tenemos; y para ello deberán explotar lo único que ellos tienen e Internet no: lo material. Esta es la razón de porqué por ejemplo la industria hostelera no se ve afectada por la piratería, y es que por ahora no podemos bajarnos una pizza por el ADSL. Así que desde aquí propongo a las compañías que dejen de quejarse con anuncios y manifestaciones, que lo único que consiguen es poner al consumidor a favor de la piratería y en contra de la industria ya que se sienten insultados por estos últimos. Y dejo por tanto unos consejos que de seguro serán de gran utilidad para las compañías:
-Incorporad, compañías, más material físico que no se limite a lo imprescindible (CD, caja y carátula), como por ejemplo postales, fotogramas de 35mm, dípticos, trípticos, o hasta imanes (como el DVD de Muchachada Nui); que son cosas que no se pueden bajar de Internet y que irán adquiriendo valor con el tiempo. Al contario, menos valor irán teniendo los extras (making off, etc.), sobre todo los más de relleno (colorea a Banner y Flappy, etc.). Y sobre las carátulas y la caja, por favor, un poco de mimo (que no mimos), pensando en ese comprador que desea no sólo ver la película (que para eso la habría alquilado) sino tenerla de adorno en su estantería; que a veces sólo falta que le pongan un mata-sellos al DVD con el título y el nº de expediente. Hay gente que hasta diseña sus propias carátulas en vista de las pésimas ediciones de algunas películas.
-Procurad, compañías, ser un poco más respetuosos con el cmprador y eliminad el insultante spot anti-piratería que se incluye en muchos DVDs que nos acabamos de COMPRAR o ALQUILAR; de hecho si lo hubiéramos pirateado de Internet el pirata que lo haya subido le habría quitado el spot, que ya tiene guasa. Es como si te riñen después de haber hecho algo bueno, por si acaso....... (La SGAE creando escuela).
-Intentad, compañías, traer al mercado español títulos que el público demanda constantemente. Seguro que a la mayoría de vosotros que leéis este artículo ya se os ocurre al menos uno, o dos, o cincuenta títulos películas que os gustaría ver editadas en este país y que no han salido ni saldrán nunca. A mí se me ocurren unas cuantas, por ejemplo Mi Vecino Totoro, que por cierto salió hace
años en VHS y con una portada que daba risa verla... Por supuesto en Internet, como siempre, están todas las películas e incluso en HD cuando en España todavía no han salido, lo que me obliga a pedirles, compañías, que hagan el esfuerzo de incorporarse a esta moda que es ya un hecho en Internet y que consiste en hacer SIEMPRE estrenos mundiales de TODO lo que en la Red se publica, incluida por desgracia la piratería.
En Internet no ocurre ninguno de estos problemas y sí muchas otras ventajas, y todo es gratis y sin leyes como quien dice; un despiporre, vamos... Pero que tiene solución si se cuidan detalles como los que acabo de mencionar y otros tantos que me guardo. Y no es mucho pedir, es sólo la medida inmediata que toca tomar, y nada más. Que tampoco estoy pidiendo que se adelanten a su tiempo y saquen un nuevo formato, en soporte tarjeta de memoria, pequeño y manejable pero no microscópico (otra moda pasajera), del tamaño de un antiguo cartucho de videojuegos (Mega Drive por ejemplo), irrompible por tanto, sin fallos de lectura, con la imagen y el sonido en HD, acceso instantáneo a todos sus contenidos, etc.
Pero todo esto será dentro de unos años, después de exprimido el Blu-ray, y cuando por fin las compañías tengan capacidad para valorar lo material por encima de la mera información digital.
Estaría bien que se empezara a valorar esto, quizás con la entrega de unos premios a las mejores ediciones.
No sé... Lo dejo ahí, en el aire.

23 junio, 2008

JORGE FONTE y la última contestada



Raúl Cerezo: Bueno, Jorge, vamos con el momento que todos estaban esperando: Indiana Jones y el Reino de la calavera de Cristal. A nosotros nos ha horrorizado y nos parece, incluso, la peor película de Steven Spielberg. Un pleno George Lucas donde todo el equipo ofrece sus peores maneras. Cuéntanos qué te ha parecido y por qué.

Jorge Fonte: Bueno Raúl, en esto siento tener que discrepar contigo. Está claro que para gustos hay colores, pero los que nos dedicamos a esto debemos ser, ante todo, objetivos y no dejarnos llevar por las pasiones. Dicho esto (que suena así como muy pomposo) tengo que deciros que a mi Indiana Jones y el Reino de la calavera de Cristal me ha entusiasmado. Para empezar, creo que esta cuarta entrega es completamente fiel a la saga, que yo ordenaría (por preferencias) de la siguiente manera: primera, tercera, cuarta y segunda. Sigue y mantiene el trepidante (y agotador) ritmo de las anteriores y vuelve a demostrar que Spielberg es el mejor director de este género de films. La cinta tiene mucho humor, mucha acción y un nivel fílmico muy alto. Nos encontramos con momentos fantásticos (como toda la secuencia en la Universidad). ¡Es Indiana en estado puro! Incluso Harrison Ford está muy bien en su papel de aventurero sesentón.

RC: A nosotros, por ejemplo, Kaminski ya nos venía escamando, pero aquí está para fusilarle. Los fotógrafos en general quieren su cuello. NO porque el look sea el de la saga en general, sino porque hay un plano de su padre y otro de su madre, consecutivamente. En este trabajo, si ya de por sí lleva cagándola tiempos ha, está peor que nunca. ¿Qué te parece la cosa a nivel fotográfico?

JF: Vuelvo a estar en desacuerdo contigo. Creo que Janusz Kaminski es uno de los mejores directores de fotografía del Hollywood actual. Y en este último trabajo está discreto, sí, pero tremendamente efectivo. Ha dado exactamente lo que la historia y el tipo de película le pedía.

RC: Si bien John Williams ya nos horrorizó en su score, antes de salir la película, una vez vista no gusta aún menos. Dejadez, autoplagio...¿qué pasa aquí?

JF: Bueno, bueno. De acuerdo, esta vez el maestro se ha relajado un poco (bastante) y es verdad que esta cuarta entrega carece de unos temas musicales tan buenos como las otras y que se ha abusado (bastante) del tema principal. Vale, en esto estoy con ustedes.

RC: Sabíamos que Koepp era algo nefasto, pero Jorge...¿cómo se puede d
ar tal falta de conflicto, antagonista, misterio, mítica y magia? ÈN UN INDY!

JF: Vaya, por lo que veo no dejas títere con cabeza. Te diré una cosa: si la historia se hubiera limitado única y exclusivamente a la búsqueda de El Dorado, habría sido un guión excelente. Pero cuando mezclaron a los extraterrestres (pese a que sea un tema eminentemente spielberiano) la fastidiaron. El error fue tratar de fusionar a Indina Jones y a E.T. Son dos tipos de películas diferentes, con temática, estilo y filosofía completamente distintas. Dos mundos casi-casi opuestos. Este aspecto del guión no me gustó. Ahora bien, la idea de que Indiana Jones se metiera en la selva peruana tras el mito de El Dorado, a priori me pareció no sólo muy interesante, sino completamente lógica y coherente con su trayectoria como arqueólogo aventurero. Con lo de los alienígenas, creo que metieron la pata. Una pena.

RC: ¿No crees que Spielberg se debería replantear a gente de su equipo? La amistad creemos que daña su cine (Koepp, Kaminski, etc.).
JF: Bueno, bueno. No se puede ser tan duro ni juzgar de forma tan contundente. Estamos de acuerdo que puede ser que Indiana Jones y el Reino de la calavera de Cristal no haya sido su mejor trabajo, pero recuerda que estás hablando del hombre que escribió el guión de Misión imposible, de Spiderman y de La guerra de los mundos, y del fotógrafo que diseñó visualmente películas tan distintas entre sí como La lista de Schindler, Salvar al soldado Ryan o Minority Report. Que en este último film de Spielberg su trabajo pueda (repito, pueda) parecer discreto (que no malo) no significa que deban ser sustituidos por otros. Ellos ya han demostrado que son muy buenos, démosles tiempo para que lo sigan demostrando.

RC: Los fx de este INdy creemos que son su peor jugada. No sólo por el videojuegazo que se marcan (que sí), sino porque encima le han cantado hasta al público convencional.

JF: Sí, es verdad que las tres entregas anteriores se habían caracterizado por el uso de las técnicas de efectos especiales más tradicionales y clásicas, sin abusar mucho de los FX digitales. ¿Pero realmente crees que en 2008 al público los aceptaría tan alegremente como en los años 80? ¿Después de La guerra de los mundos? ¿Después de El Señor de los anillos? ¿Después de Matrix?

RC: Internet, que es el primero que aprueba este tipo de película, la están machacando importantemente...se descubre hasta a peña llorando por las redes.. Sin embargo, por ciencia infusa, la taquilla marcha...cosa que yo creo que es lo que buscaban. ¿Sufriremos un Indy V?¿Spielberg dejará de evolucionar por el Lucas de las narices?

JF: Vaya, está claro que no eres el fan número uno de George Lucas (yo también me enfadé mucho con él después de cómo destrozó la saga de Star Wars). No, yo creo que es bastante improbable que haya otro Indy. No porque el personaje esté gastado (que no lo está, ni mucho menos) sino más bien por que esperaron demasiado para hacer la cuarta parte y el pobre Harrison Ford ya no está para muchos más trotes como éste. Además, a diferencia de James Bond, no me imagino a otro actor en el papel de Indiana Jones.

RC: Había mogollón de guiones rechazados por Lucas. Sin embargo, creemos que es un error de proyecto, los hemos leído y eran menos familiares, pero creemos que igual de sindioses. ¿Qué opinas del follón que se han traído?

JF: Recuerda que no fue sólo Lucas quien rechazó guiones. Hubo algunos que sí le gustaron a él , pero que o bien Ford o bien era Spielberg quien lo acababa rechazando. En realidad la película se demoró tanto porque no encontraban un guión que les gustara a los tres.

RC: Los personajes como Marion, Oxley e Irina creemos que son espantapájaros. Actoralmente, para colmo, no vemos magia por ningún lado. ¿Cómo lo ves?

JF: La verdad es que esperaba un poco más del reencuentro entre Marion e Indy. Más de aquella guerra de sexo que tan bien recrearon en En busca del arca perdida, pero es que ambos ya peinan canas. Pero, hombre, un poco de química sí que tienen.

RC: Además, mucha mentira marketinguiana detrás de esto. Que si no habría fx digitales (está plagada), que si le encantaría a los fans (para nada). ¿Spielberg no se ha traicionado un poco después de su excelente etapa actual?
JF: Como he venido defendiendo a lo largo de toda la entrevista, lo único que no me terminó de gustar fue toda la parte de los alienígenas. De resto pienso que es una magnífica película de aventuras, al más puro estilo Indy, al más pudo estilo Spielberg.

RC: ¿Algún heredero de Spielberg ves a la vista?

JF: Difícil pregunta. El listón está muy alto y además tenemos Spielberg para rato (Lincoln, la trilogía de Tintin, etc.). En su momento se habló mucho de James Cameron y puede que el propio Peter Jackson también vaya por el mismo camino... pero es muy difícil que salga otro Spielberg, otro director que domine bien tantos géneros distintos y que sea capaz de hacer tantas buenas películas seguidas. No, creo que sólo hay un Spielberg. Como en su momento sólo hubo un John Ford, o un Billy Wilder, o un Orson Welles. Los genios se dan de poco en poco (por suerte, así se valoran mejor).

RC: Jorge, aquí nos despedimos. Ha sido un placer de los gordísimos. Por cierto, compré tu Woody Allen el sábado, donde con tanta reedición te han dejado actualizar. Recomendadísimo.

JF: Muchas gracias por todo, y lamento que en este último caso no estuviéramos de acuerdo, pero precisamente eso es lo bueno que tiene el cine: la película que a ti te cambia la vida a otro le puede decepcionar totalmente. Pero te aseguro que volveremos a encontrarnos en el infinito e inagotable universo spielberiano.

16 junio, 2008

JORGE FONTE y el libro MALDITO



Jorge Fonte vuelve a brindarnos su tiempo por segunda vez, de las tres que serán. Esta vez iremos con su impecable papel de ensayista:

Raúl Cerezo: Jorge, el ensayo que acabas de publicar es de Steven Spielberg, pero sabemos que tienes otro exitoso (mucho) trabajo sobre Woody Allen, para la excelente colección de Cátedra Signo e imagen/cineastas. ¿Qué puedes decirnos de la experiencia?

Jorge Fonte: Para mi fue verdaderamente fabuloso que una editorial tan prestigiosa como Cátedra se mostrara interesada en mi libro. Fue una verdadera sorpresa, algo totalmente inesperado. Cuando les mandé el manuscrito sólo esperaba recibir la típica carta amable y bien escrita pero que en el fondo quiere decir: "dedícate a otra cosa". Sin embargo, lo que llegó por correo fue un contrato. A fin de cuentas yo era un autor novel, sin apenas experiencia. Todavía hoy miro la portada del libro temiendo que en cualquier momento aparezca el nombre de otro autor y que todo no haya sido más que un sueño.

RC: Una cosa que uno se pregunta es cuánto tiempo se tarda en hacer estas cosas, sobre todo tan detalladas y reflexivas como las haces tú. Supongo que al principio será un "por dónde empezar" importante, máxime con los titanes que tú te enfrentas. ¿Cómo enfoca un autor algo tan complejo como esto?¿Puedes contarnos esquemáticamente cómo lo haces?

JF: Bueno, dado que era mi primer libro y que todo (absolutamente todo) a mi alrededor eran inseguridades tardé casi cinco años en terminarlo (para que te hagas una idea, el de Spielberg lo he escrito en año y medio). Normalmente siempre sigo un mismo método: primero leo todo lo que se ha publicado sobre el cineasta en el que voy a trabajar (Woody Allen, Walt Disney... ) tratando de buscar temas o aspectos de su filmografía que ningún otro autor ya haya abordado en profundidad (aunque sólo sea por aquello de no repetirme). Por ejemplo, en el de Woody Allen fue la influencia que el cine (sobre todo el europeo) había tenido en sus películas, y en el de Steven Spielberg ha sido la presencia de Dios (y la religión) en prácticamente toda su obra. Después me siento y veo todas las películas una tras otra con un bloc de notas al lado escribiendo en él todo cuanto el film me sugiere, copiando diálogos y haciendo las primeras reflexiones. Después repito el proceso, pero esta vez película a película dedicándole varias semanas de trabajo a cada una de ellas. Concluida esta parte, empieza la tarea más dura, la de sentarse delante del ordenador a escribir todos los garabatos que has puesto en el bloc. Y después, ya sólo se trata de escribir, romper, rescribir y volver a romper hasta que llegues al texto definitivo... muchos meses más tarde.

RC: Por otro lado, es una gozada poder acceder a tantas toneladas de trabajo por tan poco dinero, desde el punto de vista del comprador. Aún hay gente que se queja. ¿Cómo ves los precios medios de este tipo de libros?¿Crees que necesitarían, de alguna manera, una revisión?

JF: La colección de Cátedra tiene muy buen precio, el de Spielberg está bien pero podría ser un pelín más barato... y los de Disney son, realmente, muy caros. El problema es que cuantas más fotos a color y cuanto mejor sea la edición más caro es el libro. Lógico. Y los libros de cine exigen cierta calidad de imagen, así que es inevitable que sean caros.

RC: Algo que también se le pasa a uno por la cabeza es si tenéis mucha ayuda física. ¿Cuánta gente pasa por vuestra vida para llegar a completar este trabajo?¿Alguna vez se plantea la posibilidad de entrevistar al autor o, si no fuera posible, conseguir que se enterara de la existencia de vuestro trabajo?

JF: Bueno, me has hecho dos preguntas distintas. Primero: soy famoso por lo largo y detallado que son mis agradecimientos. El libro de Woody Allen tenía cuatro páginas de agradecimientos, así que ya te puedes hacer una idea. Es totalmente imposible escribir este tipo de ensayos sin contar con la ayuda (normalmente desinteresada) de muchísimas personas (normalmente amigos, por eso son desinteresadas). Siempre hay un dato que tú no conoces y que alguien ha encontrado (buscado) por ti, siempre hay un tema que no dominas que alguien te lo explica, etc., etc. Siempre hay libros, revistas, películas que tú no tienes y que alguien te las consigue. La ayuda viene por todas partes y siempre-siempre es muy necesaria. Con respecto a tu segunda pregunta, te diré que yo personalmente le he hecho llegar un ejemplar de mis libros a la persona a la que estaba dedicado. A Woody Allen se lo mandé a su casa de Nueva York, a Steven Spielberg a su casa en Los Ángeles y a Disney se los mandé al archivo que la Compañía tiene en Burbank (California).

RC: Y llegamos al gran estreno, tu último trabajo de Steven Spielberg.¿los trabajos que has acometido hasta ahora son de tus autores preferenciales?¿Qué lugar crees que ocupa Spielberg en la industria y qué lugar crees que ha ocupado, desde el punto de vista cualitativo y artístico?

JF: Principalmente escribo sobre cineastas que me gustan, sí, claro. Directores que me divierten que me lo paso bien investigando y escribiendo sobre ellos. Woody Allen y Disney fue por iniciativa mía, pero Spielberg fue un libro de encargo. Aunque me gustaban sus películas nunca me había planteado hacer un libro sobré él. Ahora soy un auténtico fan. Con respecto a tu segunda pregunta, basta con decir que el título del Rey Midas todavía no hay nadie que se lo haya arrebatado.

RC: Spielberg es de los poquitos que son garantía de taquilla general (y observación crítica). Es uno de los únicos apellidos que la gente de a pie reconoce como lo hacía con Hitchcock, por poner el ejemplo más fácil y simple. Nos hemos quedado ANONADADOS por tu estudio con cifras certificando su justo apodo de "Rey Midas". Este hombre, hasta en sus mínimos fracasos, ganaba mucho prestigio y dinero. Y prácticamente todo lo que hace permanece como clásico del género. Como Kubrick pero en abundante...¿No crees que si queda algún ESPABILADO que no se haya enterado de lo que es este hombre, lo haga cuando le tengamos bajo tierra?¿Por qué tanto prejuicio de la pasta de la gafa?

JF: Principalmente por envidia... ten en cuenta que Spielberg logró un éxito sin precedente ya con su segundo largometraje. No había cumplido los 30 años y ya estaba entre los grandes. Es entre sus primeras cinco películas hay títulos como Tiburón (1975), Encuentros en la tercera fase (1977), En busca del arca perdida (1981) y E. T. (1981). Eso supone un superéxito tras otro. Uno tras otro.

RC: Por otro lado, Spielberg se ha manifestado muy valiente en muchas entregas de su carrera..., o incluso en ciclos (salvo Indy IV, de la que ya hablaremos), dejándose llevar sin importarle demasiado que no se esperara eso de él. A partir de El color púrpura, la cosa empezó a tomar rumbos fascinantes (y antes también). ¿Qué crees que debería hacer Spielberg para completar el círculo?¿Un musical (aunque Hook, 1941 e Indiana Jones y el templo maldito ya lo rozaban)?

JF: Sí, sí, le falta un musical y un western.

RC: ¿Cómo crees que enfocará su carrera a partir de este tramo tan "sobre seguro" que ha sido Indy IV?

JF: Bueno, sus próximos proyectos son de lo más atractivos: el biopic sobre Abraham Lincoln y la trilogía de Tintín, junto a Peter Jackson (Indiana Jones + El señor de los anillos. Dá vértigo sólo pensarlo).

RC: ¿Publicar un trabajo sobre Spielberg a la vez que su estreno de Indy IV ha sido aposta?
¿Por qué no esperar al estreno de Indy IV y haber publicado el libro completito?¿No te queda como espinita clavada?

JF: La primera fecha para la publicación del libro era Noviembre... de 2007. Yo entregué el texto ya terminado en enero del año pasado, pero una serie de continuos e inesperados retrasos acabó provocando que coincidiera con el estreno del film. La espinita me la sacaré con la segunda edición del libro (eso espero).

RC: Tenemos algún pero, no nos ha gustado nada la maquetación fotográfica, muy falta de calidad (en ocasiones la definición era nula y la elección más que dudosa). También echamos en falta algún comentario más ampliado sobre sus primeros trabajos, antes de Duel. Y la tipografía, aunque es marca de la casa, se pasa un poquito con su pequeño tamaño ¿Qué opinas de esto?

JF: Totalmente de acuerdo contigo. Bastante he llorado ya por ese tema. Pero es una batalla contra las editoriales que los autores siempre tenemos perdida. Es verdad que a lo mejor debí profundizar un poco más sobre sus años como director de telefilm... queda pendiente para esa segunda edición (je, je).

RC: En cualquier caso, que sepas que a mí me ha parecido el libro definitivo en español sobre nuestro gran judío. Hay otros buenos trabajos por ahí, pero los veo demasiado mitómanos o demasiado caprichosos., o faltos. ¿Crees que tenías una dura competencia cuando empezaste a afrontarlo?

JF: Vaya, pues muchas gracias. Como te decía antes, normalmente leo todo lo que se ha escrito antes de enfrentarme a un nuevo proyecto y si no encuentro algo novedoso que aportar al tema lo abandono. Spielberg es un director sobre el que se ha escrito mucho (y bueno) pero creo que yo he completado algunos aspectos que otros autores han pasado por encima. Encontré un hueco por el que colarme. No pretendía escribir la “obra definitiva” (ni mucho menos) sólo completar lo que ya había en el mercado.

RC: ¿No crees que Spielberg, desde el punto de vista de detrás de la cámara, tiene una maestría que nadie iguala hoy en día? Muchos de los más endiosados hoy en día no son más que pupilos de él, pese a que los adoremos. Por ejemplo: Shyamalan. El otro día revisé Encuentros en la tercera fase y, mira que adoro Señales, pero se me cayó un poco al ver ciertos plagietes del fuera de campo. También es cierto que el propio Spielberg bebía de Señales para La Guerra de los mundos, en alguna que otra zona ¿Quién más te gusta?¿Qué opinas de Spielberg como cumbre en el aspecto artesano?

JF: El mejor discípulo de Spielberg es, sin duda, Robert Zemeckis. Y lo es porque en un momento de su carrera supo decir: “basta ya de Spielberg” y comenzó a realizar un cine mucho más personal. Una cosa que aprendí escribiendo el libro de Woody Allen es que nadie (absolutamente nadie) puede ser completamente original. Todos copian de todos, todos “homenajean” de todos. Es lógico, es natural. Si estamos de acuerdo en que Spielberg es uno de los mejores... es lógico que sea uno de los más imitados.

RC: ¿Nos brindarás tu opinión de Indy IV a través de la siguiente entrevista, en exclusiva y para cerrar dicho círculo?

JF: Por supuesto. A mandar.

RC: Pues, hasta entonces, otro gran placer.

JF: Como dijo una vez el gran Guillermo Summer: “Me pongo a sus pies... pero, por favor, no me pateen”.

11 junio, 2008

Jorge Fonte: en busca del autor perdido


Como ya anunciamos, Jorge Fonte está de rabiosa actualidad con el estreno de su libro "Steven Spielberg: de Duel a Munich. En busca de la película perfecta", de mano de Ediciones Jaguar. Amablemente, el autor ha solicitado y accedido a ofrecernos tres encontronazos, en exclusiva, para vuestro rinconete favorito: El zoom erótico.

Raúl Cerezo: Hola, Jorge. Encantadísimos, oye

Jorge Fonte: Igualmente. Aquí estamos para lo que haga falta, pero sin abusar ¿eh?

RC: En primer lugar, quisiéramos que nos dieras tu opinión sobre la literatura de cine en este país. Porque, uno va, por ejemplo, a la mítica librería 8 y 1/2 y ve una oferta rica y prolífica... pero luego hablas con los autores y las ganancias que se manejan son ridículas y no dan ni para la Cola cola del martes. ¿Estás de acuerdo?¿Crees que al literatura de cine en Las Españas es un acto de pasión y casi totalmente altruista?

Jorge Fonte: La cuestión es que el reparto está mal hecho. Con los libros, tanto el librero como el distribuidor se quedan con un porcentaje de ventas muchísimo mayor que el del escritor. Yo puedo entender que la editorial se quede con un alto tanto por ciento (a fin de cuentas son los que invierten el dinero), pero no comprendo que el distribuidor gane -según los casos- hasta tres veces más que el pobre autor que se ha currado todo el trabajo.

RC: Eres el autor de LAS 4 BIBLIAS españolas de Disney, varias entregas que completaban toda la obra desde un punto de vista crítico/informativo. Enhorabuena. Sin embargo, tenemos varios peros y preguntas: ¿por qué las encuadernaciones de las dos entregas de gran formato eran las peores que hemos visto en mucho tiempo?¿Cómo es posible que con el dinero que costaban (y lo valían, si no fuera por...) se te quedaran todas las páginas en la mano en unas horas?¿Por qué no se encuentran por ningún sitio, ni siquiera el libro pequeñito de los cortos?¿Alguna vez se pusieron a la venta los de pasta dura?¿Dónde se vendieron y dónde se venden, para los desesperados?

JF: Bueno, bueno. Poco a poco. Estoy contigo con respecto a lo que criticas de la encuadernación de los libros. Es verdad que dado el alto precio el editor debió hacerlas con un poco más de calidad. No sé qué es lo que pasó, pero para consuelo de los lectores les diré que mis propios ejemplares también se han acabado deshojando. La edición en tapas duras también estuvo en circulación (un poco más cara, eso sí), pero se deshojaba igualmente. Salvo en librerías especializadas, yo creo que ya a estas alturas donde mejor se pueden comprar ejemplares en la Web de la propia editorial (http://www.cinemitos.com/tbeditores/Paginas/home.asp)

RC: Jorge, este rincón nació dedicado al mundo del cortometraje, aunque ahora es un poco sindios en cuanto a temáticas...¿ves cortos ? La respuesta negativa es común por falta de popularidad, si así fuera no te preocupes.

JF: Veo muy pocos, sobre todo los que se proyectan en los Festivales de Cine. El corto tiene -y debe- funcionar como la mejor escuela para los directores de largometrajes. Un director que es capaz de hacer un buen corto seguramente también logrará hacer un buen largo.

RC: Por aquí creemos que la industria del cine español es el acabóse, con una complejidad problemática que da para veinte entrevistas. Asimismo, creemos que tenemos un espectador general un poco pasivo y desganado, dicho sea todo. Las series nacionales le definen perfectamente. ¿Cómo ves al paisanaje en este sentido?¿Qué te dicen los box office de este país?

JF: Bueno, como en todos los sentidos, tenemos el cine que nos merecemos. Tenemos que quitarnos de encima esa costumbre tan europea de entender el cine como arte, como cultura... que sí que lo es, pero por encima de todo es una industria. Hacer una película, una buena película es muy caro, sobre todo por que en ella intervienen muchísimas personas. Con 20, 30 o 40 millones de euros sólo se puede hacer lo que hoy en día se hace. ¿Quienes son los dos directores españoles de mayor éxito y con mayor proyección internacional actualmente? Almodovar y Almenabar. Sus películas cuentan con presupuestos de 60, 70 o 90 millones. Así, sí se puede.

RC: Lo que encontramos, generalmente, es tal oferta de ocio y una masificación tan grande de Internet, en todos los sentidos, que hace crear un exceso que da la matanza de la ilusión..., y eso creo que es malo. Para un escritor, que es la antítesis de eso, ¿qué opinión le merece internet, las tendencias de las nuevas generaciones y la muerte de la pasión cinematográfica masiva?

JF: Internet ha sido la salvación para los escritores que vivimos fuera de las grandes ciudades. Poder comprar en una librería especializada sin tener que salir de casa es una gran ventaja. Y más en mi casa, que para poder comprar en 8 y 1/2 tenía que coger un avión y recorrer dos mil kilómetros. Además ahora tenemos las hemerotecas de los principales periódicos a nuestra entera disposición, y nos podemos comunicar con nuestra fuente de investigación directamente y de forma casi instantánea. Sin Internet todo esto sería imposible o, al menos, enormemente laborioso.

RC: Jorge, ¿qué próximos proyectos guardas bajo la manga?

JF: En Octubre publicaré un nuevo libro con la editorial Cátedra. Esta vez sobre el controvertido director Oliver Stone.

RC: ¿Qué opinas como lector de la literatura de cine que aquí se cuece?¿crees en aquello del amiguismo, el petardeo y la verbena?¿no crees que algunos no deberían escribir libros, o no deberían publicárselos? Es que a veces nos encontramos grandes encuadernaciones con grandes mediocres dentro, Jorge.

JF: Bueno, para eso está el buen criterio del lector. En España se publica mucho (aunque se lea poco) y eso es bueno, porque hay mucho donde elegir. La cuestión es tener buen ojo a la hora de comprar o leer un libro.

RC: Uno de los padres de todo esto, para bien (desde nuestro punto de vista), es Carlos Aguilar. Éste hombre triunfó por todo lo contrario: falta de pelos en la lengua. Ya sabes que ACRIBILLA sin piedad, mucho antes de que existiera Risto. ¿Qué piensas de esta manera de actuar?

JF: Carlos nos ha facilitado mucho el trabajo a todos los investigadores cinematográficos. Su Guía de Cine-Video es absolutamente magnífico e imprescindible. Ahora bien, sí es cierto que raja de una forma indiscriminada y, aunque con mucho acierto la mayoría de las veces, hay casos en que es un poco duro.

RC: ¿Y qué me dices de las editoriales?¿Son justos con los autores o estamos en un país también problemático en cuanto a eso? Nosotros, sinceramente, creemos que tus Disney no estaban a la altura en ese sentido, merecían mucho más (y merecen).

JF: El editor es el que pone el dinero, el que corre con todos los riesgos. Es lógico que se cubran las espaldas. Sin editores no se publicarían libros... aunque sin escritores tampoco. Nosotros los necesitamos y ellos nos necesitan a nosotros (aunque esto último es algo que nunca han tenido del todo claro).

Muchas gracias, Jorge. Hasta el próximo encontronazo. Placer de los gordos.

JF: Muchas gracias a ustedes. Y a mandar, a mandar.

10 junio, 2008

EDICIONES JAGUAR


A raíz de hacerles una inofensiva pregunta informativa, vía mail, sobre su último libro de Steven Spielberg, Jaguar (vía María Viñas) se ofreció amabilísamente a regalar un libro a El zoom erótico para lo que acontecerá en las próximas dos semanas.

Permanezcan atentos, pero mientras:

Steven Spielberg
De Duel a Munich
En busca de la película perfecta

Autor: Jorge Fonte
Colección Cine Jaguar
Ediciones Jaguar. Madrid, 2007
B/N. Rústica. 448 páginas
24 Euros
ISBN-13: 978-84-96423-55-8


EL LIBRO


Steven Spielberg es el director más taquillero de todos los tiempos y uno de los productores cinematográficos más poderosos del mundo.
Este libro pretende profundizar en la obra del cineasta norteamericano con total imparcialidad, respeto y seriedad. Es preciso tener en cuenta que Spielberg es un caso único en la historia de Hollywood ya que muy pocos cineastas pueden presumir de haber influido en las fobias e interese sociales, tantas veces como él.
Este libro se presenta dividido en tres partes: la primera que nos narra los más importantes acontecimientos biográficos del autor, así como un estudio detallado de las características ténico-artísticas de su cine. En la segunda encontramos su filmografía completa, repleta de curiosidades de rodaje. La última de las secciones está compuesta por comentarios críticos del propio autor.


EL AUTOR

Jorge Fonte fue presidente del Aula de Cine de la Universidad de la Laguna y uno de los fundadores de la revista cinematográfica Rosebud.
En 1994 escribe y dirige el documental en 16 mm. Frecuencia Modulada, que compite en el XXIII Festival de Cine de Huesca, en junio de 1995.
En 1998 publica su primer ensayo cinematográfico: Woody Allen. A este le seguirán otros muchos, entre los que destacan una importante serie sobre el gran maestro de la animación: Walt Disney.
Recientemente ha sido contratado por The Walt Disney Company Iberia para escribir un libro sobre la historia de esta compañía en España y Portugal.
Desde 2003, Jorge Fonte es también, miembro del Circulo de Escritores Cinematográficos.


FICHA TÉCNICA

Formato: 16,5 x 23 cm
Impresión: B/N
Encuadernación: Rústica
Páginas: 448
Papel: Couché mate 90º
ISBN: 978-84-96423-55-8

COLECCIÓN CINE

La colección de cine de Ediciones Jaguar ofrece al lector un conjunto de obras que abordan el universo del celuloide a través de ensayos sobre géneros cinematográficos, detallados estudios sobre películas, personajes y filmografías biográficas de directores y actores.

OTROS TÍTULOS DE LA COLECCIÓN

Las cien mejores películas del siglo XX (2ª ed.), Julio Castedo.
No disparen contra el crítico (o apunten entre los ojos), de Javier Cortijo.
Pier Paolo Pasolini: la brutalidad de la coherencia, de M. A Barroso.
2001, la odisea continúa, de Raúl Alda.
Acerca de Andrei Tarkovski, Varios autores.
Cine erótico en cien jornadas, de Miguel Ángel Barroso.
Cine español en cien películas, de Miguel Ángel Barroso.
Los hombres lobo en el cine, de Carlos Díaz Maroto.
Orson Welles. Historias de su vida, de Peter Conrad.
El Quijote en el cine, Varios Autores.
The Ring. Una mirada al abismo, Julio Ángel Olivares.
Cien años de cine japonés (2ª ed.), de Donald Richie.
Tim Burton. Diario de un soñador, de David G. Panadero y M. A. Parra.
King Kong. El Rey del cine, de Carlos Díaz Maroto.
Drácula versus Frankenstein, de Ángel Gómez Rivero.
M. A. Antonioni. Técnicamente dolce, de Miguel Ángel Barroso.
Diccionario personal y transferible de directores de cine español, de Ramon Freixas y Joan Bassa.

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN EDICIONES JAGUAR
María Viñas
www.edicionesjaguar.com
comunicacion@edicionesjaguar.com
C/ Laurel 23, 1º 28005 Madrid
91 474 11 40

09 junio, 2008

Y PARA TERMINAR con INDY IV...


Con la vara Spielberg, o con la vara Indy...y hasta con la vara Lucas: UN TRUÑO.

La película más CGI (del malo) de Spielberg.

La película con personajes más vacuos y pintamonas de Spielberg.

La película menos Spielberg de Spielberg.

La película peor planificada de Spielberg (cuando parece que sí, ya se vio en otra).

La película peor Williams de Spielberg.

La película peor KAMINSKI de Spielberg.

La película peor terminada de Spielberg.

La película menos Ford de Ford.

La película más Lucas de Spielberg.

La película peor Koepp de Koepp (y ya es decir).

LA PEOR PELÍCULA DE SPIELBERG.

Que les den, señores…, para NOSOTROS la saga acabó con el galope inmediatamente posterior a la fotografía que abre esta entrada. Esto no existe, que no somos prostitutas.

06 junio, 2008

La fotografía de INDY IV



Ya la he visto. Sala 7 de Kinépolis Pozuelo (Madrid), proyección digital a 2K.

Primero, sobre la película: me ha parecido que está entretenida, pero es muy mala. El guión (por decir algo) es planísimo, no hay historia, no hay situaciones dramáticas que aporten chicha a la función, el desarrollo de personajes es inexistente y es solo una mera excusa para que Spielberg ruede una persecución de dos horas. No sé cómo sería el guión de Frank Darabont, o el de Shyamalan, o cualquier otro de los rechazados, pero peor que el de Koepp, dificil. El judío, por su parte, rueda con el piloto automático, sin aportar un ápice de su clase y talento para la puesta en escena. Si me dicen que el director es Stephen Sommers ("La Momia") o Jon Turteltaub ("La Búsqueda") me lo hubiera creido. Y de los actores salvo a Ford, que está sorprendentemente bien en lo suyo, sin que la edad y los achaques mermen su carisma. Pero lo demás es ridículo, desde un John Hurt poseído cual Gollum hasta una Karen Allen que no pinta nada en la historia. John Williams y Michael Kahn, pues como Spielberg, bien felices con sus cheques.

La foto de Kaminski es un verdadero DESASTRE. Pero ojo, yo no le echo la culpa al polaco, sino a quien le ha contratado para hacer un trabajo que era bien sabido que no podría hacer bien. Hace mucho tiempo que Spielberg debería de haber prescindido de él, pero si después de esto no lo hace, es posible que nunca lo haga. Kaminski se ha pensado que el estilo de Douglas Slocombe en las tres primeras entregas se limitaba a utilizar un fuerte contraluz y luces de contorno sobre los personajes y después ha hecho lo que le daba la gana. La captura retocada de Deimos es tan reveladora que da lástima.

Son tantas cosas que no sé ni por dónde comenzar, así que iré a lo peor: la inconsistencia de las imágenes. Slocombe rodó las tres películas sin ningún tipo de difusión, excepto la última secuencia de la tercera película -en la que empleó una media detrás del objetivo- y puede que algún momento muy aislado de las otras, como el club Obi-Wan de "El Templo Maldito". Kaminski no. Ha empleado medias detrás de los objetivos en unas escenas sí, en otras escenas no, en unos planos de una escena sí, en otros de la misma escena no, en los primeros planos de Ford sí, en los contraplanos de quien sea no, etc. En la escena en que los rusos atan a Indy en la tienda de campaña, los destellos sobre las fuentes de luz van y vienen en función del plano, porque Kaminski pone la media y luego la quita. Y así, en multitud de momentos. Cuando sí la utiliza, crea tales sobreexposiciones y halos en torno a las fuentes de luz que el color se desvanece, el contraste se reduce al instante y, unido a la pérdida de detalle que produce la media, toda la imagen queda borrosa y muy poco nítida. Basta comparar la secuencia en que Indy da clase en versión Kaminski, a la secuencia en que Indy da clase en "En Busca del Arca Perdida".

Las malditas sobreexposiciones con filtros difusores del polaco también se cargan la reproducción de los cielos. Comprobad que en "En Busca del Arca Perdida", durante las escenas en Túnez con los canastos, el cielo siempre es de un azul espléndido y muy saturado. Slocombe exponía para una perfecta reproducción de los fondos y entonces usaba luces sobre los actores para compensar, de forma que tanto unos como otros quedaban perfectos (buen ejemplo también es la secuencia que abre dicho film, en la que Slocombe evita sobreexponer la jungla y utiliza luces dirigidas sobre los actores, que de otra forma estarían en penumbra). Kaminski no, claro. Aunque ha usado mucha luz sobre los actores en exteriores (casi siempre, contra, lateral y rebotada en los rostros), expone para los actores, que siempre están más oscuros que el cielo. La consecuencia, el cielo queda blanco y quemado, sin detalle. El plano de la ciudad de Perú que termina en una contrapicado de Ray Winstone siguiendo a Indy es pésimo en este aspecto. Y como Kaminski tiene una media detrás del objetivo, a veces crea halos en torno a los personajes que hacen que el cielo parezca una pantalla de croma. Y cuando hay cromas, o efectos, mejor no hablar. ¿Es esto todo lo que da de sí la tecnología de efectos del año 2008? En fin.

Aunque las luces empleadas son más duras y directas que las habituales en el polaco, continúan siendo más suaves que las de Slocombe. Sin embargo, Kaminski no obtiene los fuertes contrastes del operador británico (las otras películas prácticamente pueden verse en blanco y negro y se mantiene la separación entre personajes y fondos) y con tantas luces de contorno sobreexpuestas únicamente consigue que la película tenga un aspecto falso, acartonado y, en definitiva, sobreiluminado. A pesar de ello, la profundidad de campo es menor que en las anteriores películas: es la prueba definitiva de que todo el exceso de luz ha ido a parar a las sobreexposiciones, en lugar de a cerrar el diafragma y enfocar fondos y primer plano simultáneamente. El trabajo de cámara y de composición de planos tampoco está a la altura: cuando aparecen más de tres o cuatro rusos en pantalla, todos aparecen apelotonados y sin ningún orden ni concierto, fruto posiblemente de un rodaje rápido que ha evitado complicaciones.

En definitiva, me ha parecido una imitación patética por parte de un señor que no estaba capacitado para el trabajo. Si Spielberg quería recrear los años 50 con difusión, debería de haber llamado a Robert Richardson, que al menos sabe utilizarla con consistencia (si me pongo a ver ahora a Geoffrey Unsworth en "Superman", p.e., lloro seguro). Pero si quería recrear el look Slocombe, ahí tenía a Stephen H. Burum ("Misión Imposible"), a su viejo colaborador Vilmos Zsigmond ("Los Demonios de la Noche") o hasta Phil Méheux, que sin quererlo se acercó bastante más a Slocombe en "Casino Royale". Lo único que ha conseguido es que el polaco haya alternado planos nítidos, con otros tipo "Munich" y muchos que parecen sacados de "1941" (esa pelea en el bar años 50...), aunque en aquélla William Fraker sabía lo que hacía y la película tiene un aspecto fabuloso y CONSISTENTE, palabra que es posible que no exista en el vocabulario de Janusz Kaminski.

Lo digo desde ya: "Indiana Jones y el Templo de la Calavera de Cristal" tiene una de las peores fotografías que he visto en cine de alto presupuesto en muchos años. Incluso más que el inefable Ballhaus, me viene más a la memoria otro estropicio colosal como "Die Another Day", de la serie Bond. ¿Y es coincidencia que el DP de aquélla fuera David Tattersall, el de la nueva trilogía de "Star Wars" y favorito de George Lucas?

¿Por qué en la primera secuencia, cuando Indy es capturado por los rusos, en un tiro de cámara es de día y en otro es prácticamente de noche? En la primera escena me pasó encabroné seriamente. Es lo que digo, Kaminski se piensa que con poner cruzadas dos o tres unidades de 10.000W ya tiene el look Slocombe, y lo que hace es pasarse tres pueblos. Sobreilumina y todo queda muy falso. No se trata solo de poner luces, sino que éstas estén en BALANCE con la luz natural del exterior. En esa escena, los soldados e Indy están mucho más iluminados que los fondos, cuando debería de ser al revés. Queda tan raro que parece pantalla azul.

Y lo de la difusión es tremendo: aunque no me gustase, podría tener una justificación en los primeros planos de Ford, un poco en el mismo rollo que las últimas películas de Roger Moore como James Bond, o incluso Connery en "Nunca Digas Nunca Jamás" (que precisamente era de Slocombe!). Pero es que unas veces no hay difusión, otras hay un poquito y otras hay muchísima. Un caos que encima hace que no haya nitidez en muchas secuencias, o que ésta vaya y vuelva alegremente.

Con respecto a Spielberg, creo que va a recibir muchos palos por esto y espero que reaccione con un film más serio. Más que por él, yo tendría miedo por Michael Kahn y John Williams, que están muy mayores y aquí están para fusilarlos. Tiene que ir pensando en un reemplazo para ambos de aquí a una o dos películas. Y a Kaminski, por supuesto, tendría que darle la patada ya mismo.

¡Lo del cementerio es de traca! No solo ese plano, sino que comparad lo que viene después con una escena parecida de "La Profecía" de Donner, con 20 veces más atmósfera y 20 veces menos dinero. Pero es que además, lo de los efectos es lamentable: si la difusión de Kaminski no me había "sacado" del decorado de las pruebas nucleares, en cuanto veo que la casa en primer plano es de verdad y las de detrás digitales, me vengo abajo. Antes dije Sommers o Turteltaub, pero es cierto lo que dices: la película parece de Lucas. Si la mano de Spielberg -del Spielberg que todos conocemos- está por algún lado, yo no la encuentro. Joder, si es que viendo tanto maya, inca o lo que fueran, hasta eché de menos al Gibson de "Apocalypto".

Casi me interesan más las opiniones de neófitos que las de expertos. Me resulta muy llamativo que Kaminski distraiga a la gente que no entiende ni se fija demasiado en el tema. La fotografía debe crear ambientes y ayudar a la narración, no llamar la atención por sí misma y mucho menos por no estar a la altura de las circunstancias. En este caso, con el agravante de que estaba obligado a seguir los pasos del estilo creado por otro operador.

La difusión consiste en poner un filtro o media en el objetivo de la cámara, con el fin de restar nitidez a la imagen, quitar saturación a los colores, rebajar el contraste y crear esos halos o destellos sobre las fuentes de luz. La captura de Deimos en la página anterior es un buen ejemplo o, unas páginas más atrás, las capturas que puse de mi corto "The Chauffeur's Hat", rodado con una media negra de Dior detrás del objetivo.

La trilogía original no los usaba (excepto la secuencia de la cámara del grial de "La Última Cruzada" o en algún momento muy esporádico). Kaminski es un gran fan, como muestran "A.I." o "Munich" (los destellos de las gafas de Geoffrey Rush se deben a ella), pero el tipo no tiene mesura ni la aplica con consistencia: una escenas sí, otras no, unos planos sí, otros no, por lo que todos los elementos de la imagen afectados por la difusión (nitidez, contraste, color, etc) bailan a cada momento.

Ejemplos de películas rodadas con filtros difusores: "Fascinación" de De Palma, "Superman" de Donner, "Un Puente Lejano", "Cabaret", las escenas de Robert De Niro de "El Padrino II", "1941". Pero el problema no es usarlos -a mí me gustan los difusores y los uso-, sino usarlos consistentemente y en películas donde son necesarios. Aquí, ni lo uno ni lo otro, IMHO.

Esto es un DI malo, salvo excepciones, es dificil que se cargue todo el trabajo de fotografía de una película. En este caso no ayuda, pero sigo creyendo que los cuatro principales problemas son:

a) que Spielberg eligió a Kaminski para el trabajo y pregonó a los cuatro vientos que ambos iban a recuperar el aspecto visual de las tres películas anteriores (mentira).

b) que Kaminski no ha sabido replicar el estilo de luz dura de Slocombe. Y además lo ha mezclado con su propio estilo, luego la imitación es mala y se queda en tierra de nadie (ni es Slocombe ni es Kaminski).

c) que Kaminski ha utilizado medias para difuminar -recurso prácticamente inexistente para Slocombe- y que encima ha sido MUY inconsistente en su uso. Se carga la nitidez, contraste, saturación de color, etc.

d) que Kaminski sobreexpone toda la película (esos cielos blancos, fondos quemados, etc), lo que unido a lo anterior produce imágenes irreales y que incluso perjudican al diseño de producción. Los cielos azules de Slocombe y su trabajo en localizaciones no aparecen por ningún sitio.

En mi caso, que ni soy fan ni dejo de serlo, las expectativas me daban lo mismo. Si que iba predispuesto a ver lo que nos dijeron que íbamos a ver, pero no confiaba en que hubiesen mantenido el aspecto de las películas anteriores ni en un 50%. Pero lo que ha ocurrido aquí no lo entiendo, ni por el mal trabajo de Kaminski, ni por la apariencia digital del conjunto (¿esta gente no renegaba de los DI?) ni por el abuso y pésima integración de los efectos. Es como si hubieran cogido a un director de fotografía de tres al cuarto, le hubieran dicho "imita un 50% a Slocombe y el otro 50% haz lo que te de la gana" y hubieran estrenado la copia definitiva con la primera versión de cada plano de efectos, sin que Lucas & Spielberg y los supervisores CGI los hubieran aprobado. Como he dicho antes, "Munich" tiene cosas que me gustan y cosas que no, pero denota que el tipo detrás de su acabado visual es un técnico competente. Aquí, ni me gusta (ya he explicado por qué otra vez, para que no se diga) ni percibo esa competencia, sino más bien lo contrario, incompetencia, dejadez, desidia y puede que hasta un ego exagerado por parte del polaco.

Podrían añadir difusión donde no la había para que la película fuera CONSISTENTE en este aspecto... es coña. No se puede hacer nada, porque el problema está en la iluminación de Kaminski y sus sobreexposiciones. Estas últimas son del todo irrecuperables, porque cuando un negativo recibe muchísima más luz de la que tolera, no registra imagen.

Lo único que se podría haber hecho era haber visto las proyecciones diarias y haber echado a Kaminski o haberle hecho espabilar, pero no lo hicieron. Me parece alucinante que la secuencia de fuera del hangar haya pasado el test screening con los amigos de Spielberg (pagaría por saber qué le dijo De Palma), más los test-screening de público en general y que no haya sido rodada de nuevo.

El exterior del hangar, antes de entrar en el Área 51, seguramente si que sea el peor momento que yo recuerdo en una película de Spielberg, superando incluso aquéllos momentos de excesos de "Minority Report", "Catch Me If You Can" o "Munich". Si en estas tres hay cosas que me parece que no casan con las películas y me sacan un poco de la narrativa (p.e. el famoso plano de Di Caprio en la cocina, o la última aparición al teléfono de Michel Lonsdale en "Munich", con haces de luz y humo a lo Ridley Scott), lo cierto es que no son momentos criticables a un nivel técnico. Pero es que lo de fuera del hangar, entre el exceso de luz, que las luces están cruzadas (parece que hay dos o tres soles distintos) y que en uno de los tiros de cámara era prácticamente de noche, técnicamente me parece de un amateurismo que asusta. Mira que recuerdo películas en las que la foto va a su bola, no tiene nada que ver con lo que te están contando o directamente entorpece, pero es que esto se lleva la palma a todos los niveles.

Que un doble ganador del Oscar (aunque el de "Ryan" fuera muy discutible) haya podido hacer esto es algo que se me escapa completamente.

03 junio, 2008

1er Festival Internacional de Cortometrajes de BUEU


El Festival Internacional de Cortometrajes de Bueu nace en el año 2008 con la intención de crear un nuevo portal para la difusión de cortometrajes, así como un lugar de encuentro para aficionados al séptimo arte.

La filosofía del festival será la de aumentar la promoción de los cortometrajes debido a la escasa difusión pública que estos tienen. Aunque la producción nacional tendrá una presencia importante, se le prestará especial atención a la producción europea y latinoamericana, tratando de potenciar la diversidad cultural del festival. Es por ello que no se establece ningún tipo de restricción en cuanto a género, duración o idioma; aunque sí se premiará la originalidad y la búsqueda de nuevas fórmulas de expresión a la hora de confeccionar la programación del festival.

Dentro del festival también se crearán dos secciones paralelas de largometrajes. Una de ellas en la que los asistentes podrán disfrutar de importantes obras independientes que han tenido una escasa distribución en las salas de cine.

El festival se celebrará en el municipio pontevedrés de Bueu, del 4 al 9 de Agosto.
Bases, en la web www.ficbueu.com

Los EFECTOS VISUALES de Indiana Jones IV


Existen dos extremos en la historia de las producciones cinematográficas: El del Coppola de Apocalypse Now y el de Fincher en Zodiac. El uno se fue con una millonada de su propio bolsillo a rodar sin saber cuál iba a ser el final de la película y el otro lo sabía antes de empezar. Ambas son obras maestras, de eso no cabe duda. Pero a mí Zodiac me deja frío. Siento ahora, más que hace cuatro años, que la precisión milimétrica acaba saliendo mal. Y tras ver Indy 4, me he parado a pensar qué puede haber pasado, como todos.

Y creo que el único modo en el que puedo acercarme a entenderlo es que no existe nadie que pueda tener una visión completa de la película, nunca. Y si existiera, mal hecho. Se dice muchas veces que el guión es una herramienta de trabajo sobre el que construir, pero se obvia que el rodaje también. No está muy difundido el hecho de que, cuando en una película de la envergadura de Indy 4 hay alguien de atrezzo que quiere, por ejemplo, colocar una puerta un metro más a la derecha, tiene que rellenar un formulario que va a parar a su jefe, que lo juzga y si lo aprueba lo pasa al estamento superior. Así, se suceden cuatro o cinco niveles hasta que eventualmente llega a las manos de Spielberg, que inmediatamete encarga a un genio del 3d una visualización exacta del cambio. Spielberg decide entonces si aprobarlo o no.

¿Dónde está ese cambio que le enseña el genio del 3d? En una animática de toda la película que acompañará al director durante todas las etapas de producción. Los montajes de las películas han empezado a producirse ANTES de que empiecen los rodajes.

Las razones son muchas. Una producción gigantesca no puede permitirse elementos de inseguridad. Los ejecutivos pueden criticar las cosas antes de empezar con la seguridad de "verlas". Un director puede compartir su vision con los demás y mostrar exactamente lo que quiere.

Y ahí está la fuente de los problemas. Una animática siempre será una previsualización mala de la obra que está por llegar. Los animadores de Pixar no han dotado a las figuras de una expresividad acorde con el tiempo en plano, por dar un ejemplo. Del mismo modo, un director puede tener un control completo sobre los planos que va a rodar, pero cuando nos topamos con la interpretación, llega la crisis.

¿Cuántos primeros planos tiene Indy en esta secuela dedicados únicamente para verle reflexionar? Aquí los actores sólo se dedican a hablar cuando les enfocan las cámaras. Los offs son siempre estudiados para presentar personajes malos o así, siguiendo una narrativa de libro. Estoy convencido de que el departamento encargado de diseñar la animática no tuvo nada que ver con el departamento de ensayar con los actores. Estoy convencido, de hecho, de que existieron esos dos departamentos, de que ambos estuvieron supervisados por Spielberg y de que él, y Lucas, y quien fuera, dieron su aprobación a ambos, sin pararse a pensar si funcionaban juntos. Sin dar a la interpretación ninguna posibilidad de crecerse. Y sin dar a la narrativa ninguna posibilidad de crecer a través de la interpretación

Recuerdo claramente un vídeo del diario de producción de King Kong en el que Peter Jackson enseñaba a Brody un plano en el que el barco se movía y él se tenía que menear acorde con él. La figura en 3d agitaba los brazos y Brody respondía un "de acuerdo" con mala uva. Pedirle a un actor que utilice su talento para imitar una animación barata (si fuera cara la película entera sería de animación), es directamente insultante. Brody no lo dice, pero lo siente. Y lo deja claro con su mirada, porque sabe expresar con ella.

Y en esas interpretaciones está la construcción real de los personajes y de la trama. No en las persecuciones ni en todo lo demás. En los anteriores Indys, Michael Kahn trabajó con Spielberg para rescatar del metraje los planos recurso y los encuadres más valiosos. Muchos de ellos fueron improvisados, ¿hace falta recordar la escena del disparo al tío de los sables?

Ahora, Michael Kahn es el que menos trabajo tiene de toda la producción. Él sin duda recibe el material ordenado tal y como lo tiene que colocar. Con suerte, habrá participado en el diseño de los planos antes de rodar. Pero lo que ocurría antes con Spielberg siendo el que mandaba dentro de un pequeño grupo de gente, con su planificación en la cabeza concretada la noche anterior, que conservaban la flexibilidad de unas notas escritas a lápiz, se ha convertido en imposible. Ahora parece que ni una superestrella como Harrison Ford puede proponer al director que el personaje se sorprenda unos momentos antes, cuando ya intuye algo. Porque sus expresiones nunca han estado dentro de la animática. No pueden estarlo. Y porque seguramente, por muchos ensayos que haya tenido con el coach y con el propio Spielberg, nunca va a entender exactamente qué plano está rodando.

Las secuelas de Matrix, de las Galaxias, del Caribe, King Kong, Indy, las de Bay, casi todas las grandes superproducciones actuales me están dejando un sabor de frialdad similar. Y esto no tiene nada que ver con la nostalgia, de eso ya hablé hace tiempo (y ahora lo hace todo el mundo). Con lo único que creo que tiene que ver es con la rigidez de producción, que cada vez irá a más, cada vez a producciones de menor rango, hasta que todas queden invadidas por este método. Porque cada vez será más rápido y rentable, sin duda. Ahí está Robert Rodriguez. Para Lucas y Rodriguez, hoy es fácil: Pueden construir una animática rígida y decidir el día cero de producción qué se graba y qué no. Lo que no se graba se meterá luego por ordenador. Y así queda. Cada vez se puede estar más alejado del genio narrativo de Hitchcock para ejecutar un rodaje perfecto con una visión preestablecida, con todos sus peligros. Donde antes había un director que se volvía loco para buscar tiempo de asegurarse los planos necesarios, ahora hay un supervisor de unos diseñadores de secuencias divididos en grupos que acaban pasándolas todas de rosca y de algún modo consiguen hacerlas incompatibles entre sí. He tardado estas 24 horas (ahora 26) en aclarar mi decepción personal con Spielberg en Indiana Jones y el templo de las calaveras de cristal. Está en que, si bien es muy posible de supervisar cada elemento particular, no ha sido capaz de trazar un plan que permita que todos los elementos que hay que coordinar no acaben anulándose mutuamente. Tal vez los genios de la dirección cinematográfica del futuro se acerquen más a Fincher y P.T. Anderson que a Coppola, pero como dijo Vigalondo hace tiempo, todavía estamos por ver un Padrino digital.

Me resulta curioso que Zemeckis, que hasta hace algunos años podía considerarse el director más estrecho de miras más allá de su vision, haya puesto rumbo al universo contrario, la antimateria de este fenómeno, al crear las animáticas a partir de los actores. Tal vez el futuro sea una mezcla de las dos cosas, pero muy probablemente no.

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