29 julio, 2008

EGO TE PROVOCO IV



James Cameron: El monolito como sabemos afecta a primates; pues bien, un camionero canadiense recibió las vibraciones de éste al ver 2001 y de eso al cine. Terminator mola como macarrada ochentas, robles austriacos recubiertos por cazadoras XL. Explosiones hechas con alcanfor y gitanillos californianos robamotos. Gustó a la muchachada neoyorkina, y de ahí a horrores como Aliens 2 -Rambo en el espacio- o Rambo - Aliens en la selva-. El caso es que el hombre en la dicotomía explosión - detonador - chino que grita tenía su intríngulis, pero luego llega Abyss -el moco vibratorio metafísico- y ya se vio que para este tipo Schopenhauer era el nombre de una marca de esquís austriaca. En fin, ¿Qué decir? Terminator 2 es un videoclip alargado ad nauseam y Mentiras Arriesgadas convierte a Ozores en el heredero de Lubitch y las cortinitas que se cierran. Titanic es la demostración fáctica de cómo alguien sin talento puede triunfar de manera injusta: actores asesinables, depilación cejil masiva en el malo, guión inexistente, banda sonora de ascensor para funcionarias menopáusicas y un barco que canta más que la bombona de butano de Gladiator. Luego de los Óscar se retiró, descubrió que su mujer era habitante de la isla de lesbos -nunca fue muy listo- y ahora vegetará en su apartamento de Hollywood Boulevard viendo en el TIVO horrores como la serie de McGyver en el espacio. Es ya un auteur; pero un auteur con camisas de cuadros de leñador en el armario.


Ventura Pons: El rollo marica barcelonés ha recibido su justo testamento en el libro de Don Federico, y en multitud de películas de Bigas Luna, Almodóvar, etc. La gran historia de los camioneros que fueron a francia, se hicieron puta y se pusieron tetas tenía un reverso tenebroso, una alteración en la fuerza, y era el marica intelectual que sufre bucho. Pons es el gran representante de esta tendencia, y a través de tostones financiados por la diputación del general, se cree algo así como el Woody Allen catalán. Y ahí lo tienen, con sus esputos que sólo veía Terenci Moix y demás señoras de la intelligentia progre catalufa. Intentó hacerse más versátil, triunfar en el infierno que es Madrit, con la película de José Coronado como obrerete estreñido que persigue a la vaginocrática Sardá, pero fracasó, y ahora sobrevive del siempre agradecido público gayer alemán y de las eternas subvenciones de la diputación del general a los herederos del ilustre idioma de Eugeni D'Ors.


Michael Haneke: Normalmente del viejo imperio austrohúngaro nos llegaban estetas a lo Ophuls; la mierda melancólica austriaca que decían los nazis. Todo el mundo del cuero, las tachuelas y los látigos estaba restringido al ámbito del II Reich, al mundo de los claroscuros anales de Werner Herzog y Fassbinder. Haneke es la ruptura de Sissi y las polainas austrohungarian; trayéndonos la cara bestia del Tirol. Un verdadero fustigador de gonadas gracias a pañuelos con semen, palos de golf y cacas voladoras. La cosa tendría su gracia - y la tiene a veces en Funny Games o Benny noseque - si Haneke tuviera un cierto baremo estético. Como el austriaco no es Kubrick, y lo de coreografíar la violencia y la pulsión eros/tanatos le parece menos motivador que los pañuelos con semen, el tipo vira entre las últimas cagadas que hizo Passolini y la inolvidable Divine del no menos reivindicable John Waters.


Kubrick: Érase una vez un pequeño joven judío, austrohungarian, que cambió el ajedrez por la fotografía, y ésta por el cine. Entre medias realizó bombas de relojería, fluidos corporales en desuso y hoteles misteriosos. ¿Con qué? Sí, efectivamente, con la nada: a partir de 2001 Kubrick apuesta por la postal ¡se convierte en el Julio Medem americano! Claro que el Sgt. Hartman mola más que Nawja Nimri, y qué les vamos a decir de la comparación Nancho Novo y Jack Nicholson. Pero Kubrick siempre deberá ser reivindicado por hacer repetir 100 tomas a Tomás Crucero en una película. "A ver, la próxima vez no sonrías como en un anuncio de profident y muestra una mínima empatía a la cámara" eran las palabras disuasivas de Don Stanley con el hierafonte de la cienciología.


Animalario: Cúspide del teatro socialdemócrata, este grupo de actorcillos mezclaban algo así como las doctrinas becketianas con la absoluta falta de talento a la hora de representar cualquier cosa. Otro engendro surgido del combo Paramount Comedy - EPS, empezaron con obras costumbristas lamentables (base de las posteriores Días de furgol y El otro lado de la cama) para acabar con el teatro político (¡Grandiosa su obra de teatro sobre la boda de Ana Aznar! ¡Puritito Brech!) y acabar consagrando a Willy Toledo -de la familia de los Lambert en sus progiosos primeros planos- o Alberto San Juan -facebread- como émulos patrios de Matt Damon y Ben Affleck. Esto sería el inicio de una galerría de horrores de la que saldrían el portero de Aquí no hay quién viva, el policía de Torrente 3 y demás engendros actoriles; nuevas (de)generaciones de los entrañables López Vázquez, Manolo Gómez-Bur y etc.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como reciente lector de este blog, no sé como tomarme todo esto, pero seguiremos al pie del cañón.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Lo que tu quieras, pero ALIENS es "el padrino" del genero de acción y punto.

-La jungla de cristal es el padrino2, por supuesto.