07 febrero, 2008

AMANECE. La rutinaria tristeza


"Soy Jairo López. Vivo en Tenerife y tengo una productora con 3 amigos
más llamada Digital 104 (www.digital104.com). Entré en el blog por el
también canario Roberto Pérez Toledo ("Vuelco"). Siempre he querido
que hagan una crítica de mi corto "Amanece" (2006). Me llevó casi dos
años todo el proceso. Personalmente quedé muy contento con el
resultado, pero los jurados que seleccionan cortos para los festivales
se ve que no tanto, jeje. Se puede ver desde la web en:
http://www.digital104.com/amanece/ (ver corto). Está a calidad
reducida, evidentemente.
Un saludo"

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Amanece. La rutinaria tristeza.

Igual. Es la palabra que invariablemente responde día tras día un hombre mayor a la asistenta familiar tras preguntarle ésta sobre cómo se encuentra hoy. Sin mayor exaltación, sin mayor preocupación, con la misma desilusión y sequedad; no hace falta mayor diálogo para reflejar semejante apatía vital.

Igual. Es como parece permanecer todo en la triste y desesperante vida de una solitaria mujer sólo acompañada por ese antipático y desganado hombre, padre suyo para su desgracia, recordatorio omnipresente de un terrible e inconfensable suceso del pasado. Su único y verdadero punto de fuga le viene dado por la preciosidad de su niña pequeña, y sin embargo son escasos los momentos de disfrute, debido a la obligación de un pobre trabajo que le posibilite el sustento.

Así las cosas, con tan poco material de partida, se consigue fabricar un retrato existencial sobrio, justamente pausado, carente de cualquier alarde en desproporción y correcto en su puesta en escena, de la que cabe resaltar alguna idea inteligente: dentro de la escasez de diálogo general, sólo aquellos pasajes más alterados y reveladores de la amargura diaria de los protagonistas se nos muestran en off, fijados en momentos auspiciadores de su soledad –ella, durante su regreso a casa desde el trabajo, se apesadumbra recordando una discusión, y algo más, presagiando así al espectador sobre lo que significa para ella este caminar diario; él, mientras observa una foto, rememora inenarrables hechos-. Punteando estas difíciles imágenes y contribuyendo a su importante significado conviven unas melodías poco apartadas del tono general del trabajo; canciones alicaídas para transmitir sensaciones de unas almas lastimeras emborronadas por el dolor y la aflicción del invariante y temeroso paso de los años.

Igual. Así es como parece va a desembocar la historia en los últimos momentos, condenada a repetirse de manera fatal, irremediable. La búsqueda desesperada de dos seres perdidos en sus respectivas islas de desamor mutuo parece no tener fin, no encontrar salida alguna hacia una luz más visible que la de la incomprensión. El espectador podría pensar, en estos momentos claves, sobre la viabilidad de una resolución nefasta a tanta oscuridad, sobre su idoneidad, y sin embargo permanece atento al encuentro final cuestionándose acerca de si la pureza de ese “papá” traerá (¿de nuevo?) la oculta felicidad, una palabra difícil de averiguar, sin duda, en este provechoso cortometraje.


Roberto García-Ochoa Peces

5 comentarios:

Pedro dijo...

Jairo, lo he visto. Siendo un corto con tan pocos medios me parece meritorio. Técnicamente le faltan muchas cosas, pero son totalmente perdonables.
El final me gusta mucho, los últimos 5 minutos me parecen lo mejor del corto con diferencia.
Aún así, me parece largo, excesivamente largo, hay planos larguísimos incluso los hay que no aportan nada nuevo.

Un saludo y enhorabuena.

Anónimo dijo...

Ok, gracias ahram.

De todas maneras veo que sigue subyaciendo en tu comentario una visión de los planos largos como algo negativo a priori. Cuando dices "hay planos larguísimos" lo incluyes en medio de la enumeración de los elementos negativos (excesiva duración y planos que no aportan nada nuevo).

Es que yo creo q cada vez estamos más impacientes en todo, y no aguntamos el ritmo de relatos más pausados, y nos parecen por tanto lentos. Créeme que lo más que me preocupó del corto era el ritmo, que precisamente porque era largo tenía que poseer un buen ritmo, el ritmo necesario y aducuado para llegar meternos en los personajes y sentir el hastío de sus vidas. Creo que si no hubiera sido así, el final, esos 5 minutos que nombras, no hubieran funcionado.

Pero está claro que para todos los espectadores no es así.

Anónimo dijo...

este corto es minidv y echo en dos dias no en dos años, nomejodas

Anónimo dijo...

pero este cortometraje es una copia de un cuento de borjes que leí. que verguenza,vaya tramposo

Anónimo dijo...

Evidentemente no sé quién eres "anónimo", pero debes de ser un tip@ realmente resentido. ¡Vaya forma de hablar!

Primero, dices lo de rodado en mini DV como algo malo (o poco profesional). A lo mejor es que no te has enterado de lo que es el cine DIGITAL. Ya sabes, ceros y unos. Yo he estado en rodajes en 35 mm que no hacen cine, sino chapuzas audiovisuales, y en muchos rodajes en digital mini DV, absolutamente profesionales y de concepción netametne artística. El cine no es una cuestión de formatos ni presupuestos, sino de actitudes y plantemaientos.

Segundo, no tienes ni idea de cómo fue el proceso de producción de este corto, desde encontrar las localizaciones adecuadas, casting y ensayos con los actores, más de una semana de rodaje, 10 h de material bruto grabado, el proceso de montaje, la composición y grabación de la música, hasta que por fin se pudo estrenar en un Cine (que es el fin de todo el proceso). Si quieres te puedo pasar el making off para que lo veas tu mismo todo.

Tercero. Evidentemente el corto se puede parecer a otras historias. Pasa constantemente en el mundo de la ficción. Cuando uno escribe tiene en la cabeza todas la cosas que ha vivido, visto o leído. Y me alegro que Borjes sea ese parelelismo, aunque sólo me haya leido un relato de él sobre el ejedrez (sí conozco más a otros escritores latinoamericanos, como Gabo, Oneti, Carlos Liscano...). Pero, anónimo, yo no he copiado a nadie. Tu no tienes ninguna razón ni legitimidad para llamarme tramposo, ni decirlo así, ni acusarme nada. En todo caso, dinos el título del relato, para leérnoslo todos y comprobar esa conexión.

Conclusión: Por tus comentarios pareces una persona bastante amargada . ¡Relájate hombre! Que sólo estamos hablando de cortos. Y si tienes algo que decir, no chilles o patalees como un niño. Mejor argumenta. O vente para Canarias, que aquí la vida se vive más asocairadamente... seguro que con una cerveza Dorada se te alivia un poco ese amargor que llevas por dentro...

Jairo López