20 marzo, 2015

Cortopatía XI


No es Cortópolis... Quizá esta evidencia de Cortopatía parezca de perogrullo o quizá penséis que es una crítica mordaz o un palo... Pues no, en el fondo es un hecho que no voy a evaluar como mejor ni como peor en este preciso momento porque cada uno tiene sus cosas buenas y malas y por tanto ambos acaban siendo necesarios.

Aún así, me queda ese reconcomimiento mental que me obliga a reconocer al menos un par de cosas, la evidente diferencia en el lugar de proyección con Kinépolis (siento no haber podido vivir el cambio de sala para juzgar) y que el rango más amplio en la selección de integrantes, que es donde Cortópolis va a estar siempre por delante.

No suelo hacer crónicas de Cortopatía por motivos de tiempo, pero la casualidad de estar en Madrid ese fin de semana me dio la oportunidad de asistir a la proyección de los 7 cortos de esta edición, así que vamos a ello.


Cold (Iván Martín Ruedas): Basado en el relato "To Build a Fire" de Jack London el corto relata la lucha del protagonista por seguir vivo en el ambiente gélido de Alaska. El corto juega con una importante voz en off y las imágenes para buscar un acabado más literario que funciona aunque a veces resulte un poco redundante. La ambientación muy bien conseguida pese a los medios reducidos.


¡Jo! (Aitor Sánchez): Una velada romántica demasiado perfecta al principio pero que esconde un macabro final... Corto sencillo con algún toque de humor aunque quizá demasiado previsible, o más probablemente es que yo ya me sé todas estas cosas por bagaje cinéfilo. Una pena el sonido enlatado que a veces que despista mucho de la narración.


Bienvenidos al fin del mundo (Manu Carbajo): Basada en un relato de Juan de Dios Garduño, el corto muestra tres historias de psicópatas enlazadas por una gala cuyo motivo de celebración es el del fin del mundo. Con este planteamiento tampoco importa tanto que no haya un objetivo definido más que el de plasmar una serie de locos haciendo locuras. Una premisa disfrutable pero que puede ser un punto negativo para el espectador que espera que la narración vaya a algún lado definido.


Sájara (Juanan Martínez): Comedia de situación entre padres e hijos hablando sobre sexualidad. Rodado con un tono gratamente natural y espontáneo, la parte central provoca muchas carcajadas aunque tanto el prólogo como el epílogo los veo algo innecesarios o más bien fuera de tono con la parte central. Se echa de menos algún plano más abierto durante la parte de comedia, pero no desmerece el gran trabajo actoral. Fue elegido por el público como ganador de la velada.


Vírgenes (Asier Aizpuru): Podría ser una historia de amor dramática o podría ser un musical pero al final son las dos cosas. Una vez pasado el shock inicial de la primera canción, lo que queda es un fondo aislado de la forma, que me parece una decisión muy valiente en los tiempos que corren a pesar de que crea un acabado algo irregular. La parte que se narra se centra en la visión más romántica y de comedia, aunque se intuye cierto toque dramático escondido que daría más potencia al contrapunto musical.


Por no morir nada más vernos (Carlos Crespo): mi preferido de la noche (lo siento por el resto de participantes pero tenía que elegir uno) principalmente por el trabajo tras la cámara. Una situación de vida rutinaria de una pareja se ve cortada por un apagón que acaba generando un pequeño intento de reconciliación. Me gusta mucho el trabajo de contraplanos, donde realmente no vemos quien habla como es habitual, sino la reacción de la otra persona a esas palabras. También tengo especial debilidad por la parte a oscuras y su plano secuencia.


Thalion (Diego Arjona): Para el final de noche entra el corto protagonizado por Bobby Rhodes y que viniendo de quien viene no podía ser otra cosa que un homenaje al cine de acción ochentero que tanto le gusta: Un virus mortal, una isla, gente corriendo a veces sin mucho motivo aparente... En algún momento del corto se nota el audio un poco fuera de sincro y provoca una sensación extraña. También me parece algo irregular la fotografía, aunque el conjunto tiene sus momentos disfrutables de serie B.

Y esto es lo que dio de sí la velada a la que pude asistir, quizá un evento único en mi etapa de cronista pero que le vamos a hacer, así son las circunstancias de cada uno.

Pedro Pérez (aka Findor)

1 comentario:

HePagadoMiEntradaYNoSoyTuPrima dijo...

Es muy posible que acudir a Cortopotía sin tener ningún vínculo personal con los trabajos que se proyectan me convierta en un "rara avis", pero es precisamente esa lejanía con el carácter endogámico de las proyecciones lo que me permita dar una opinión de espectador, ni más ni menos.

No me llamó la atención ningún corto, la verdad. Reconozco buenas intenciones y grandes dosis de esfuerzo en alguno de los trabajos, incluso humildad en sus presentaciones. Pero nunca dejará de sorprenderme la lejanía absoluta que algunos directores tienen con la realidad de sus trabajos, supongo que alentados por el edulcorado ambiente que genera una audiencia incondicional y entregada.

No iba a escribir nada sobre los cortos puesto que, aunque los visioné con agrado y sin pretensiones, se me olvidaron tan rápidamente como los ví . Pero sí voy a hacer una breve parada en el último corto de la noche, "Thalion", ya que me pareció un corto con pretensiones de transcender y del que su director dijo esperar “tuviera proyección internacional".

"Thalion" parece tener un presupuesto digno para un corto, incluso haber contado con apoyo y recursos de producción elevados, al menos en comparación con los otros cortos de la noche, pero que están absolutamente desaprovechados por una dirección que en todo momento pareciera no haber hecho los deberes, navegando por la constante improvisación y desdén en la puesta en escena y la dirección de actores, obteniendo como resultado un producto final, a mi juicio, amateur.

La premisa del corto me resulta manida e insustancial, a pesar que su director se empeñara en decir que ahí “había material para un largo”, y donde la narrativa, fotografía y estilo no salvan la vacuidad del guión sino que lo empeoran.

Por otro lado, el casting del corto está avocado a la misión imposible de dar dignidad a unos diálogos más cercanos a provocar sorna en la audiencia que algún tipo de credibilidad. No les juzgaremos por ello.

Mención aparte merece el inglés macarrónico en el que el trabajo está interpretado. Sorprende elegir este idioma como "reclamo internacional" cuando claramente supone un déficit interpretativo, incluso estético diría yo.

En cualquier caso, una velada agradable si entendemos el contexto y la coyuntura de los trabajos proyectados. Repetiré. Eso sí, lo que no llegué a ver fue la “tapa gratis” que el evento prometía al adquirir una consumición en la fiesta posterior. No acudo al evento motivado por las “tapas”, pero si lo anuncias…, lo esperas, ¿no?