Quizá esta haya sido una sesión algo rara de Cortópolis, menos público del habitual por coincidencia con el Nocturna y sala más pequeña de lo normal con una pantalla que tampoco llegaba a los niveles de calidad de la sala enorme.
Es curioso decir esto porque la "peor" asistencia es la que ahora mismo se queda en mi memoria como la mejor sesión a la que he asistido tanto en ritmo como en calidad. También coincide, no sé si por coincidencia con Nocturna o por selección casual, que el negro y el terror (géneros que admiro mucho) formaron parte importante de la sesión. Hay veces que escribir sobre sesiones como esta se hace más duro de lo normal, porque llega un momento donde formas parte de la familia y lo disfrutas tanto que parece que cuando alabas estás haciendo la pelota a un montón de gente que te cae bien. Podría, pero tendréis que hacer un acto de fe y creer que no es así, aunque sólo sea con mi palabra.
El cambio de sitio acabó generando cierto caos en lo que suele ser la presentación previa y concursos, pero nada especialmente preocupante. Los dos puntos importantes fueron el premio del público de la sesión anterior a la gala, que se lo llevó .Sub, un premio bastante merecido en mi modesta opinión. Y el pase previo a los cortos del trailer de "Si tuvieran ojos", último trabajo de Carlos Polo que aunque interesante, no permite hacerse mucha idea de lo que depara el corto final.
Y con esto, vamos a la sesión en sí.
Kush (Shubhashish Bhutiani): cortometraje seleccionado para los Oscar inspirado en el asesinato de la primera ministra Indira Ghandi en 1984 a manos de sus guardaespaldas sij y que provocó una batida importante por el país en busca de practicantes de esta religión. Kush es un niño sij en un autobús escolar que se ve protegido principalmente por su profesora durante su vuelta a casa. Muy emocional quizá se ve algo impedido por el hecho que no explica demasiado que está pasando hasta bien entrado el metraje
Canis (Marc Riba y Anna Solanas): Corto en blanco y negro y stop motion en un mundo de aire post-apocalíptico y donde una especie de epidemia afecta a los perros y se vuelven rabiosos. En protagonista y su abuelo viven aislados sobreviviendo como buenamente pueden hasta que una serie de circunstancias cambian esto. Quizá lo más interesante es como con una animación relativamente precaria y la falta total de diálogo sea todo tan narrativamente claro, cosa que por otra parte, es de lo que se trata el cine. También tiene algún momento de dureza importante y me dejó un poco loco el post proceso que da la impresión de estar rodado con cámara al hombro.
Mr. Dentonn (Iván Villamel): Me resulta un poco raro hablar del corto teniendo en cuenta que soy crowfunder y fan del anterior trabajo de Iván. Mr. Dentonn no se esconde en llamarse homenaje al cine de los 70-80, sobretodo a Carpenter y desde luego no decepciona en ese sentido. La historia en realidad es un poco lo de menos, enfocando gran parte del trabajo en la parte formal, que se puede decir tranquilamente que llega a una calidad exquisita en el trabajo de cámara y con una música que acompaña perfectamente a todo el desarrollo. Otro gran corto de Iván que deja de ser ya una sorpresa.
Lights Out (David F Sandberg): Bajo la idea del miedo a la oscuridad se esconde un corto muy interesante a pesar de la escasa duración. Incluso jugando con algunos tópicos funciona perfectamente en la mezcla del malrollismo con ciertos toques de humor.
Full Time (Mark Gill): Del director de The Voorman Problem llega una historia sobre el Alzheimer rodada de manera muy sobria. A pesar de no tener un hilo conductor clásico, se van presentando situaciones donde se examina la fragilidad de la memoria y lo duro que es esta enfermedad para los familiares y personas cercanas. Sin mucho ruido, Mark Gill es un director a tener en cuenta vistas sus incursiones en este terreno.
El amor me queda grande (Javier Giner): Comedia negra negrísima de amores y manipulaciones sentimentales que ejerce Lucía sobre Samuel para conseguir su plan maestro. La única característica peculiar de esta situación es que ambos tienen 10 años. Claramente estas actuaciones, muy creíbles a pesar de la edad, crean un doble sentido visual que funciona fabulosamente para crear ese ambiente de comedia enrarecido y bizarro, que además se potencia al estar rodado de forma impecable.
Fool's Day (Cody Blue Snider): De una comedia negra con niños a otra comedia negra con niños pero totalmente diferente. Esta vez la comedia viene menos por la parte de los diálogos y más por la situación en sí, de un absurdo a otro y con despropósitos constantes entre momentos de gore y negrura. Rodado de forma mucho más simple la verdad es que se queda lejos del resto de cortos de la noche a nivel formal, pero compensa con un montaje trepidante que lo hace funcionar como un tiro.
Y eso es todo, una sesión donde la votación posterior fue un suplicio porque incluso el "peor" puede ser un cortazo en otras circunstancias. Queda la espera de ver si las siguientes sesiones pueden estar a la altura de esta selección. Siento si la crónica a la mejor sesión no ha estado a la altura debido a una semana un tanto caótica en mi vida, pero esta vez particularmente, el viaje valió mucho la pena.
Pedro Pérez (aka Findor)
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