07 noviembre, 2005

Exportación: Enlace El cronicón cinéfilo (2005)


El cronicón cinéfilo es de esos
blogs que hacen que la palabra
bitácora se haga del todo profesional.


Es más, no me extrañaría
que cierto director
nihilista hubiera
reencarnado en un contable
mediocre y se estuviera
manifestando en dicho blog,
en lengua hispana.




Él es también una de las inspiraciones
para este rinconcito y, incluso,
su dueño es diseñador total del blog header que nos
precede, así como colaborador imprescindible para que
la cosa arrancara por estos lares humildes (sí, humildes).


Su bitácora es personal e instranferible,
son las entrañas servidas para el voyeur;
él trata de mostrar el alma del escritor
a través de sus pasiones cinéfilas,
absolutamente subjetivas
(claro)
y con una riqueza de vocabulario
del todo pasmosa para tiempos
de Otros lados de la cama
y Mares adentro...

Pasión a veces desbordada,
casi siempre excesiva,
dicho sea esto como virtud...
...ya que el autor no olvida su condición
de bitácora y se muestra siempre noble
a lo que es, sin excesivas ambiciones...
...caviar con zapatillas de andar por casa...
...y una redacción compleja en su contexto
que nos hace poner de nuestra parte
para volver a decirnos...
...¿estoy de acuerdo?...
...¿vi la misma película?...


Actualizada diariamente
(no como por aquí,
que vamos a una por semana),
El cronicón cinéfilo además
nos ofrece impresionantes
relatos de propia cosecha y
experiencias personales que no sueltan,
de ninguna de las maneras,
la pasional experiencia que tiene
este individuo con el acetato...


De texto cerebral, con síndrome kubrickiano,
resulta impensable que un señor juegue
con estos términos en una bitácora de cine;
y resulta increíble que ustedes aún
no conozcan a este delicioso enfermo
de la ficción,
si fuera así.


El Cronicón, de momento,
sólo ha tenido tiempo,
ganas o acceso para la obra
del cortometrajista Raúl Cerezo
(esperemos que no sea el único).

En su blog hace críticas de sus
dos trabajos profesionales...
...y las hace de una manera
que un autor corto sólo
puede soñar:


Lenguas (1997)

y

Escarnio (2004)

Veremos si esto se convierte
en una deliciosa rutina...


Próximamente: DVD. Los mejores cortos del cine español. Volúmenes 8, 9 y 10 (2005)

1 comentario:

Anónimo dijo...

espero que en el siguiente articulo haga la carnaza a la que nos tenia acostumbrados cuando no era amigo de Vigalondo, si no no me volvera a ver mas por aqui, tiolisto, no se mate, estupido, autocomplaciente