30 diciembre, 2010

La cuadratura del círculo




Vista es ta misma mañana en un impecable dvd facilitado por Tarantina, (mil gracias, guapa), creo que desde ya puede tener el record de visionados por parte de un servidor, y pasa a mi top Ten particular del jew, lo cual es mucho decir en una filmografía coronada por cimas.

Fábula domestica de profundos ecos religiosos, como fue su hermana mayor "Encuentros en la tercera fase", sobre la amistad de un pequeño extraterrestre, un personaje real y tangible del film como cualquier actor, conseguido a base de unos logradísimos animatronics, y un niño que está atravesando la crisis del divorcio de sus padres. Fue la película más personal del realizador hasta aquel entonces, solo igualada años después por las dolientes y febriles "La Lista de Schindler" e "I.A.", otra con título/enigma en siglas, nacida de la amistad con Kubrick.

Casi, poniendonos un poco tontos, es la película de arte y ensayo, más lujosa y rentable de la historia, marcando la pauta de lo que sería la producción Amblin el resto de la década, y como detalle malvado decir que tiene el dudoso honor de ser la película más pirateada de la era dorada del VHS.

Película fetiche para muchos niños de la generación ochentera, que idealizaron su paraíso en ese L.A. suburbial, soleado y levemente hortera de los M&M o la Cocacola, mientras aquí teniamos que conformarnos con el mundial, Naranjito y ese papel de paredes tipo 70's.

Es un cuento inundado de luz blanca y cegadora, una parábola sobre el dolor y la perdida, pero profundamente esperanzador. Se podría incluso aventurar que su realización fue algo catárquico para Spielberg que exorcizó con él los demonios que le atormentaban por aquel entonces, no hay más que mirar las hemerotecas, el inminente divorcio con Amy Irving, la tragedia de su producción sobre la serie Twilight Zone, en el que murieron tres actores, dos de ellos niños, y el miscasting del director de Poltergeist, se rumorea que despidió a Tobe Hooper y tomó el mismo las riendas, ocultandolo cara a la galeria para que no se le echaran encima los sindicatos al estar rodando también E.T. por aquel entonces.

Film rodado en estado de gracia divina, musicado por John Williams como si fuera un ballet, mirad esos majestuosos minutos inciales sin apenas dialogos, todo tratado como si fuera cine silente, el poder de los visual en estado puro, o esa explosión de alegría final con timbres de bicicleta en que las siluetas recortan la luz del ocaso, un film que hace grande algo tan nimio como acercarse a la nevera, dándote un abanico de emociones que abarcan el terror, la embriaguez, la risa y finalmente la tensión dramática.

Una historia que es la vuelta a la infancia, en la que los adultos solo existen de cintura para abajo, o no tienen expresión, mirad ese instante sutil, en el que Dee Wallace que interpreta a la madre dice: "Si lo ves, no lo toques", lo dice de espaldas y en penumbra, no existe porque no cree. Todo esta construido con una alternancia de tonos acojonante, y encima estamos hablando de un revienta taquillas, sino mirad el mal rollo progresivo en la primera cena familiar, o intercalar momentos de puro "sense of wonder", el momento en que ET aprende a hablar con el "barrio sesamo", con momentos de cotidianeidad y melancolía como cuando los chicos encuentran la camisa del padre intentando descifrar que colonia lleva.

Spielberg es un cuentacuentos, un visionario, que ha descubierto que la tradición oral de la hoguera ha pasado a la liturgia de la oscuridad de una sala de cine, por eso en un alarde de arrogancia teenager, pero tal vez con cierta razón, pone a la misma altura a "El Hombre Tranquilo" que a "Peter Pan", porque ambas son historias que nos sirven para comprender un poco mejor quien somos, y por eso las funde con la suya propia, ya sea usando la música del film de Ford para acompañar un beso robado con ranas, o en otro caso como con Campanilla, aplaudiendo y deseando creer, pasando de puntillas por la doctrina Católica de muerte y resurreción que se intuye en el film.

Tal vez el film sea la cuadratura del círculo, ese círculo que inunda el film obsesivamente por todos sus encuadres, desde la claraboya de la habitación de los niños, hasta la nave del entrañable jardinero que provocó las lloreras más recordadas de la historia del arte, los culoduros del pase de cannes salían corriendo de la sala diciendo "Cest la merde" mientras se secaban los ojos, o tal vez solo estemos ante la mejor pelicula familiar de la historia, que no es poco.


Valek.